Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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88. Madre mediterránea

Hinco mis rodillas en la nieve. Me rindo. La ventisca acuchilla mi cara, el oxígeno me duele, los dedos no tienen color, no me obedecen. Parece como si la sangre se hubiera vuelto filosa y cortara las venas a su paso.

Mi vida anodina, el desapego de mis hijos y la indiferencia de mi marido, ahora ya no tienen ningún sentido. He venido huyendo a esta montaña que no me reconoce,  que sabe que he profanado su pureza, esa que he mancillado con mis huellas en su tez virgen. Busco algún horrible pecado, que no recuerdo haber cometido, que justifique este letal castigo. Pero mi cerebro se reblandece y los pensamientos flotan sin  consistencia. Sólo una frase de mi madre repiquetea dentro:”Si me pierdo no me busquéis en la nieve”, y aunque sé que sería el último lugar en donde la hallaría, siento su olor, su mejilla contra mi mejilla, su calor al abrazarme, su piel suave acariciando mi cuerpo.

Poso mi nuca en una almohada blanca y helada y un velo salpicado de lágrimas blancas cae sobre mí. Cierro los ojos y el dolor cesa. Un Mediterráneo cálido baña nuestros pies y mi madre sonríe.

27 Responses

    1. Raquel ferrero

      Gracias, Pilar, es un homenaje a mi madre que se marchó hace ya unos años y cada día la recuerdo con más nostalgia.Besos

    1. Raquel ferrero

      Tienes razón, Blanca, la añoro cada día más. Ella decía que todos los días se acordaba de su madre ausente, y a mí me está pasando igual. Mi anhelo es que mis hijos me recuerden con el mismo cariño que yo me acuerdo de ella. Gracias por comentar. Un beso

    1. Raquel ferrero

      Gracias, Rafa, me alegro que te haya gustado. Últimamente sueño mucho con ella y la noto muy cerca de mí. Tenía que decírselo. Suerte para ti también, me ha gustado mucho tu «Rara avis»

    1. Raquel ferrero

      Gracias, Ele. Mar. Mi madre era valenciana y era tan cálida y tan luminosa como su tierra. Me alegro que te haya gustado. Por cierto no encuentro tus relatos en el blog, quizás firmes con otro nombre, házmelo saber, me gustaría mucho leerlos y comentarte. Un beso

  1. Esther Gomez

    Querida Raquel,
    Empiezas el relato en la fria nieve con un sentimiento frio y doloroso que te va llevando , a traves del recuerdo y la añoranza de una madre mediterránea de dulce sonrisa, a un sitio lleno de calidez emocional.
    Maravilloso viaje de climas y emociones opuestas.
    No puede evitar al leerlo acordarme de la «Señora Rosario» tu mediterránea madre.
    Felicidades! Mucha Suerte.
    Muchos Besos.

    1. Raquel ferrero

      Gracias, Esther, que bonito comentario, te voy a contratar, jajaja. Es que mi madre era cálida y dulce como un pastelito recién hecho, para comérsela. Sé que ella me ayuda desde su Mediterráneo celestial. Mucha suerte a ti también, yo creo que este mes te toca enganchar algo por tu precioso micro. Besos, besos, besos.

    1. Raquel ferrero

      Gracias, Calamanda. Estoy de acuerdo contigo en la vida que hay en los sueños. Yo pienso que incluso vidas paralelas porque a veces son tan reales que cuesta desvincularse de ellos. Pero para mi prota es su último sueño de esa etapa de su existencia. Un beso.

  2. Hola, bonita.

    Vaya, menudo relato te ha salido este mes. Hay temas que a mí me emocionan y uno de ellos es cuando se habla de las madres. Fíjate que yo tengo a mi madre al lado y digo al lado literalmente porque vivimos a dos minutos andando, pero pensar en ella como en un recuerdo me angustia mucho. Es uno de mis puntos débiles.
    Creo que este micro llega muy adentro y los sentimientos mezclados del frío de la nieve y del cálido Mediterráneo conjugan a la perfección y nos hacen sentir (al menos a mí) la desazón…

    Voto por ti para este mes. Ah!, que yo no soy jurado, pero da igual.
    Un beso muy grande, cuentista.

    1. Raquel ferrero

      Ay, Towi, las madres, qué tendrán que cuando peor estamos nos sale su nombre y las llamamos como única fuente de consuelo.
      La mía era mucho más que buena, era honesta, bondadosa, íntegra, trabajadora incansable, discreta, juiciosa, ocurrente, graciosa, no sabía mentir, y aunque no te comía a besos, siempre estaba a tu lado para brindarte su ayuda antes de que se la pidieras. Y muy friolera, jajaja.
      Entiendo muy bien tu desazón. Disfrútala a tope y dile todos los día lo mucho que la quieres. Besazos, rebonita.

  3. Nuria

    Sabes trasmitir la incomprensión de la protagonista y el encuentro con la ansiada paz que encuentra al final. Triste,Intenso y bello relato. Enhorabuena. Nuria

    1. Raquel ferrero

      Gracias, Nuria. La verdad es que huyendo de su vida encontró la muerte y no se explica por qué el destino la golpea así. Creo que la muerte por congelación es muy dulce al final, y así fue como la imagen cálida de la madre surgió en el relato. Gracias por comentar y un beso

  4. Que bien has sabido plasmar la realidad del personaje, el fracaso en su vida, y ese abandono en la montaña, un lugar que le es extraño. Y al final la imagen de su madre, las madres son siempre nuestro apoyo, aunque en este caso parece que es la que le devuelve la paz en su último momento.
    Me ha sobrecogido, felicidades.
    Abrazos.

    1. Raquel ferrero

      Gracias, Asun. Me alegro que te haya gustado. Es un relato con muchas emociones encontradas, la búsqueda, el fracaso;la vida, la muerte; el frío, el calor; la montaña, el mar. Y la madre como matriz que la acoge en el último aliento. Mucha suerte también para ti. Besos

  5. Buen contrapunto entre los sentimientos fríos del fracaso emocional, con su marido e hijos, y la calidez acogedora de esa madre ausente. Retratas muy bien esos sentimientos. Me gusta.
    Suerte y saludos

    1. Raquel Ferrero

      Gracias, Anna. Estoy de acuerdo contigo, es un relato de extremos entremezclados en esa fría montaña que no la reconoce y a la que nunca debió ir. Hubiera sido mejor irse a la playa, a ese mar Mediterráneo que forma parte de ella. Me alegro que te haya gustado y mucha suerte para ti también. Besos

  6. Raquel ferrero

    Gracias, Ana. Tu relato también habla de una madre, pero la tuya es mejor no encontrársela, jajaja. Mi prota es verdad que necesita a su madre, como todos cuando no encontramos la salida. La encuentra en su último suspiro, que no es poco. Me alegro que te haya gustado. Un beso

  7. Rafa Heredero

    Me gusta cómo juegas y contrapones los sentimientos con el frío de la nieve y la calidez del Mediterráneo. Sin duda un precioso homenaje del que tu madre se sentiría orgullosa.
    Suerte y saludos.

  8. Raquel Ferrero

    Gracias, Rafa. Me gusta pensar que mi madre se siente orgullosa de mi, allá donde esté. Yo siempre presumí de ella y sigue siendo mi modelo de comportamiento ante la vida. Muchas gracias por tu comentario y besos

  9. Salvador Esteve

    Raquel, cuánta razón tienes. Solo una madre puede cambiar ventiscas y frio en un mar cálido. Precioso relato. Abrazos.

  10. Raquel Ferrero

    Gracias, Salvador, tienes mucha razón, las madres siempre son el refugio en la tormenta. Me alegro de que te haya gustado. Suerte y un abrazo.

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