Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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MAY13. JAMÁS COMIERON PERDICES, de Luz Leira Rivas

Al solaz de la acogedora sombra del fresno, reposa con su amado junto a las cristalinas aguas. A este locus amoenus concurre el sol, que refulge como recién pulido, una mansa colina, alguna libélula espontánea, y las nubes no enturbian ni la apacibilidad de la tarde ni los ojos de su galán, que reposan en los suyos amorosos y entregados.
Entonces la puerta del castillo se abre. De su interior cruza el foso una adolescente flaca y de tez pálida, ataviada con un vestido rosa chicle y una ostentosa diadema sobre sus amarillos tirabuzones. Calza bailarinas y anda ligera, a saltitos, decapitando flores. Se acerca a ellos, que traspuestos en éxtasis de amor, o quizás sorprendidos por su intromisión irreverente, no logran reaccionar a su presencia. Los mira.
A partir de aquí, los acontecimientos se precipitan. La soleada tarde, que recordará el lector memorioso se iniciaba con una bellísima estampa de ella y su amante, finaliza abrupta y trágica como esta frase. La muchachita rubia alza a su adorado batracio en la palma de su mano, lo besuquea contra natura, y así, así, así, ante la pobre ranita que croa impotente, convierte a su príncipe sapo en un repugnante humano.

29 Responses

  1. Disculpen. La expresión «locus amoenus» estaba en cursiva en el original, no sé si al copiarla en el formulario se ha desconfigurado esa opción… : (
    Luz

    1. Pues no pretendía : (, hay expresiones que me resultan cercanas por mi trabajo y tiendo a pensar que son de conocimiento público, pero en ningún modo pretendía que no se entendiera.
      Significa literalmente «lugar ameno», pero en realidad es un tópico literario que se utiliza al referirnos a espacios que tradicionalmente han sido utilizados para dotar a los amantes de un escenario idílico y propicio, con reminiscencias de Edén, ya se sabe: la laguna los arbolillos las mariposillas ect. Lo utilicé en el relato no por ser repipi jejej sino porque al mentar al tópico volvía a remarcar esa impresión pretendida de lectura, quería cierto alejamiento, y además el latinajo me casaba bien al tono remilgado.
      Gracias a ti, Juancho, por escribir tan bien. Y además como estoy habladora te regalo un poema muy irónico de Lope sobre el tópico del locus amoenus, (bueno, dándole la vuelta al tópico y tomándoselo de recochineo), también con un tono muy relamido que me hace reír mucho.

      Describe un monte sin qué ni para qué

      Caen de un monte a un valle, entre pizarras
      guarnecidas de frágiles helechos,
      a su margen carámbanos deshechos,
      que cercan olmos y silvestres parras.

      Nadan en su cristal ninfas bizarras
      compitiendo con él cándidos pechos
      dulces naves de Amor, en más estrechos
      que las que salen de españolas barras.

      Tiene este monte por vasallo a un prado
      que para tantas flores le importuna:
      sangre las venas de su pecho helado.

      Y en este monte y líquida laguna
      para decir verdad como hombre honrado
      jamás me sucedió cosa ninguna.

      Lope de Vega

  2. Muchas gracias, Juana, pues veremos si el número 13 me ayuda : ). Eres un encanto. Por cierto que el mes de marzo tuve problemas con el ordenador y este blog, que no me cargaba muy bien, así que no sé si llegué a comentártelo, pero tu relato me pareció precioso y yo sí espero que tengas suerte y el jurado te lo aprecie. Un besazo, guapísima.

    1. Gracias! En la mayoría de los finales supuestamente felices alguien sale perdiendo si lo miras desde otra perspectiva. Aunque la cosa acabe en que fueron felices y comieron perdices… porque ahí las que lo pasan mal son las perdices! : ).
      Un abrazo, gracias por comentar.
      Luz

  3. Gracias, ruequi! Ya no sé ni como cogí ánimos después del tongazo ese del agua tú me entiendes : ). Pero aquí estoy, y mira qué madrugadora, de número 13 si hasta parezco formal. Espero el tuyo! Muchos besos!

  4. Muchas gracias! Sí, pretendía pintar la estampa con una ironía que no fuera demasiado corrosiva. Hay que corregir eso de locus amoenus, que va en cursiva : (. Me alegro de que te lo haya parecido, un abrazo desde aquí!

  5. Hola Alba, el mundo parece un pañuelo, me alegro de encontrarte aquí. Yo participo también con el relato 37.
    El tuyo me ha gustado por tu lenguaje, tan rico y emulando perfectamente a los cuentos de genuinas princesas.
    Felicidades, y un verdadero placer leerte.
    Besos.

  6. Gracias, Asun!. Sí, era eso lo que pretendía, darle un puntito irónico acorde con lo irónico de la historia. Voy a leer el tuyo, un besazo!

  7. Paloma C.

    Me ha encantado la contraposición de ese estilo algo relamido y cultista con que empieza la historia, evocadora de cuentos antiguos de princesas, y el final irónico que da un giro al tema clásico. He imaginado una princesa zafia al estilo de la sobrinita del dentista en «Buscando a Nemo».
    Muy logrado.

  8. Gracias, Paloma! Sí, debería indicar que se lee «con la voz muy engolada» jeje. Intenté también que el lector se alejara recordándole que estaba leyendo y con alguna referencia metalingüística. En suma: un pastiche, me resultan divertidos. Pero es muy difícil no identificarse con la pobre ranita… : )
    Muy agradecida por tu lectura y comentario. Un abrazo!

  9. Me encanta la escena de las ranas en el estanque, lo bien que describes a la niña, moderna por su apariencia (decapitando flores me parece genial) que se entromete en el romance de los bichos y ese final anticuento pero verosímil.
    Un abrazo.

  10. Anonymous

    Me gusta mucho este relato de princesa de vestido color chicle y sus atravesadas aventuras.

    Abrazos. María Rojas

    1. Dudé entre rosa palo y rosa chicle, pero me pareció que tal personalidad principesca optaría por destacarse entre las ramas del bosque : ). Gracias, María, lo has resumido estupendo, ay me encanta como título: Las atravesadas aventuras de la princesa rosa chicle. Un abrazo!

    1. Gracias Barlon! Esta rana se quedó sin príncipe pero gracias a mi pericia literaria quedará para la posteridad escrita su tragedia, aquí, entre las páginas de este blog concurseril. Siento que he hecho algo bueno por la sociedad de las ranas : ): Y nunca he comido ancas y después de haber escrito esto ya no sé si podré.
      Un abrazo!

  11. Perfectas la ambientación de ese «locus amoenus», la recreación del embelesamiento de los enamorados y la descripción de la descripción de la repelente princesita. No habría niños en el castillo que tuvo que salir a descorazonar a nuestra adorable ranita. Como siempre impagable Luz. Gracias.
    Un beso.

  12. Alba, nada que ver con mis ranas escondidas, o sí. Todas en la misma charca jeje. Tu estilo es muy personal y me gusta el juego de adjetivos que hay en todo el texto. Con tu permiso, estas letras acabarán en mi charca (www.charcaderanas.blogspot.com).
    saludillos

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