Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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SEMIFINAL A . COPA ENTC 2018

JERÓNIMO HERNÁNDEZ – EVA GARCÍA

Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 100 palabras de las 20 horas (hora local española) del VIERNES 15 DE JUNIO que cumpla las siguientes condiciones:

Vuestro relato tendrá que estar inspirado en la CARTA DE TAROT que os ha correspondido. Podéis hacerlo de manera libre, ya sea la carta en sí, su significado, el objeto o asunto que representa… podéis usarla con plena libertad, pero que sea evidentesu presencia. Si hacéis click en la imagen encontrareis algo de información sobre los valores y significados de la carta.

Vuestra carta es LA FUERZA

Una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.

Tras la publicación de ambos publicaremos al final de esta misma entrada un enlace a un formulario para la Votación Popular que permanecerá abierto hasta el SÁBADO 16 de JUNIO a las 20 horas.

El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.

Podéis votar en ESTE ENLACE 

8 Responses

  1. Eva García

    Pues…Jero…que la Fuerza nos acompañe, jajjaja.Espero que disfrutes tanto como yo lo estoy haciendo. Suerte, compañero, es un honor ‘copear’ contigo.

  2. Jero Hernández

    ESPINACAS

    – Cómetelas.
    Mi abuela era una mujer diminuta en zapatillas, con moño prendido por horquillas que sujetaba en la boca al arrollar su trenza. Yo comía poco y a destiempo, embobado por los dibujos animados de un marino tuerto y su transformación cuando estrujaba latas, acompañado de una novia fea como mi abuela.
    Años después descubriría más acerca de ella. Su cara preciosa en la foto de boda y lo de la guerra. Su viudedad con cinco criaturas.
    Ahora, cuando la vida se retuerce, siento a veces una fuerza repentina de sabor verde amargo que viene de muy dentro.

  3. Eva García

    El albéitar

    El tío Antón igual tumbaba a un buey díscolo con un brazo que curaba perros rabiosos metiéndoles rábanos picantes en la garganta. No había silla que no reventara, pero tampoco dama que no suspirara por su vigor. Y aunque, cuando lo de Rosita, hubo un tiempo en que los demonios líquidos le sedujeron con sus brillos color caramelo desde el cristal de las botellas, logró que no escarcharan su cerebro. Y todos nos alegramos de que siguiera sin haber dedos más dulces a la hora de desenredar cordones, voltear criaturas en la matriz y acariciar la fuerza de la vida.

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