Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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SEP25. LA RUPTURA DE HUMBERT HUMBERT, de Juan M. Sánchez

Ajustándose la corbata frente al espejo, aquel primer madrugón de septiembre se le hacía algo penoso. Echaba de menos la vestimenta ligera de las últimas semanas. También añoraba la imagen de aquel cuerpo desnudo que no solía madrugar y que reposaba, perezoso y sensual, sobre un mar de caóticas sábanas.
Su idilio estival se había terminado, pero sus recuerdos lo tenían algo confuso. Sabía que tantas caricias habían tenido precio a pesar de un creíble despliegue de arrumacos; incluso la escena de llantos del aeropuerto tenía cierta apariencia. Tratando de olvidar el desconcertante recuerdo, se dijo que, con o sin amor, al menos su dinero sirvió para el bienestar de una familia entera, a la que no le faltaría de nada en varios meses. Eso le daba razones para no sentirse culpable.
Lo abrumaba saber que debería reanudar otra relación el verano siguiente, ya que, tras tres veraneos seguidos con la misma pareja, los trece años se le hacían un tanto excesivos.
De camino al instituto donde trabajaba, leyó una noticia que le hizo pensar en la rigidez del Código Penal.

35 Responses

    1. Rafael, no quería incidir tanto en el hecho de que fuera o no cura, porque me habría despistado del propósito central, que es la reflexión sobre su delito. En ningún momento parece sentirse culpable de un acto mezquino, al contrario, piensa que su comportamiento es un beneficio para sus víctimas.
      Un saludo
      Juan M
      juanmanuelsanchezmoreno.blogspot.com

  1. Juan Manuel, de los que me gustan. Cuando sacas esa pericia en el desarrollo del fraseo, esa manera de contar que va desentrañando, quitando gajo a gajo, creando esa intriga de lo que puede llegar a pasar…y encima con un personaje sin conciencia.
    Muy bueno, muy pulido tu reto con «Volver».
    Claramente estás en plena forma.
    Enhorabuena y suerte. Paso por tu casa que te lo debo.

  2. Juan Manuel, un tema muy delicado que tú lo tratas con toda corrección. Generalmente este tipo de personas siempre encuentran justificación a sus actos delictivos. Dudo incluso que a la mayoría de ellos les preocupe demasiado lo que dice la ley.
    Me ha gustado mucho, te deseo mucha suerte.
    Saludos.
    Elena

    1. Gracias por dejar tus ideas, Elena. Es cierto que este perfil psicológico permanece indiferente al sufrimiento ajeno, pero se preocupa por el castigo que puede recibir, de ahí que el código penal le parezca estrecho, aunque no deja de ser una amenaza.
      Un saludo
      Juan M

    1. Tanto como «encantador»… En realidad compra servicios y paga para que finjan amor y despecho a cambio del bienestar pasajero de sus amantes y de las familias. Se llama prostitución, pero estos tipos prefieren el término amor.
      Gracias por pasarte.
      Un saludo
      Juan M

  3. Despues de todo lo que ya han comentado poco puedo decir, ademas con la explicación que me diste en tu blog, ya lo tengo claro.
    Describes muy bien un tipo despreciable y su forma de vida, que conste que tu escribes con tinta que marca fuerte, y en este caso es una denuncia social que está en boca de muchos hoy en día.
    Creo que te mereces otro premio, y deseo que ese venga a fin de mes para tí.
    Un beso
    Puri

    1. Bueno, Puri, no es falsa modestia, pero la semana que llevo respondiendo a felicitaciones y ánimos es ya un premio en sí mismo. Oye, y si me dan otra mención, pues bienvenida para mi ego.
      Me encanta que te pases a leer.
      Un beso, Dulcinea.
      Juan M

  4. Repito lo que dejé en tu blog:
    No llego a captar el título, si es que Humbert no es un apellido cualquiera. Sí lo de la ruptura, el cambio de pareja. Has escrito muy bien la historia de un pedófilo, su razonamiento y falta de sentido de culpabilidad. Me ha costado entender lo de los trece años, pensé que era la duración de la relación de la pareja estable, hasta que caí en la cuenta de que era la edad de la niña. Suerte en el concurso.

  5. Está muy bien este relato, especialmente por centrarse en el punto de vista del personaje elegido sobre el que construirlo, más que en el de sus víctimas, como suele ser habitual. Eso hace que nos parezca más desagradable todavía (me parece un acierto su falta de moral cuando piensa en el dinero que va a beneficiar a la familia). Y está muy bien que sienta esa Espada de Damocles sobre él.
    Saludos y suerte.

    1. La intención era esa, la de presentar a un tipo sin conciencia que trata de hacer ver a los demás que sus actos, por muy sancionables que sean, tienen un punto de utilidad e incluso de beneficio. Esas mentes son, desde el punto de vista literario, verdaderos tesoros.
      Un saludo
      Juan M

  6. Me ha gustado Juan Manuel, me llaman mucho la atención los textos-pensamientos-autojustificativos, y aquí están muy logrados, desde el título que aporta la ligazón y razón (o mejor dicho casi la sinrazón) al texto. Lo de los tres años y los trece excesivos me ha caído como una bomba, y el final redondea completamente el texto con esa complacencia en sí mismo y viendo la rigidez en los demás. Es bueno. Saludos

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