Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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01. DE LA MUERTE Y LA VIDA

Le gustan las películas de guerra y de grandes batallas. Las de gánsters también. Y las de pistoleros. Tiene la particular costumbre de ir contando todos los que van muriendo. Un número aproximado, porque a veces los escenarios son demasiado extensos: la escena abre la toma y no hay forma de saber cuántas víctimas supone la explosión de un cañonazo o el hundimiento de una nave. Pero él aplica una cifra de redondeo y sigue con la cuenta. Le entretiene. Y hasta recuerda el ránking de las mayores matanzas que ha visto en la pantalla: 300, el origen de un imperio, supera, de largo, los dos mil muertos.

La mujer que hace sudokus a su lado le dice que no entiende cómo pueden gustarle tanto esos guiones aniquiladores, plagados de violencia y destrucción, cómo puede divertirle lo que, en el fondo, solo supone dolor y soledad en el mundo.

Entonces, sin mirarla, él le pregunta por los chicos, si la han llamado por su cumpleaños, o si han contestado finalmente al mensaje que les envió sobre el problema de cadera de la tía Marga. Y, como respuesta, solo se oye una ráfaga de metralleta desde el televisor.

6 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Contar muertos en una película es una curiosa afición, desde luego, pero, como cualquier otra, respetable, mientras no se haga mal a nadie. Cuando se reciben reproches y falta de respeto hacia lo propio se sienten como una agresión que incita al contraataque, tu protagonista hurga donde más duele. Podemos imaginarlo alegrándose internamente del efecto producido y diciéndose aquello de «donde las dan las toman».
    Un abrazo, Juan

  2. Rosa Gómez Gómez

    “Qué mala condición” , dicen en mi pueblo. No sé cómo puede aguantar a esa especie de psicópata. Pobre mujer!
    Una sátira muy buena sobre los matrimonios amojamados!

  3. Rosalía Guerrero

    Madre mía, que tipo más tóxico. Lo de contar muertos no hace daño a nadie, es cierto, pero da una idea de su condición mental, con un punto sádico. Y la respuesta a la mujer, metiendo el dedo en la herida… Necesitan el divorcio ya.
    Un abrazooooo

  4. Buen escenario has dibujado donde se maneja la fascinación por la violencia y la muerte en contraste con la realidad del dolor y la soledad.Y esa ironía del que hurga en la herida, y se regodea dnde más duele que no es la cadera de la tía Marga.
    Saludos Juan

  5. Isabel Cristina Fernández Sánchez

    He imaginado tu micro sentada en cualquier butaca de un teatro, donde se representa la función de una obra que se llama «De la muerte y la vida» y donde su primera escena es así de potente, dejando a los espectadores en completo silencio y esperando que el drama teatral continúe con la misma intensidad.
    Nos leemos.

  6. María Requena

    Ostras, me ha encantado. Qué buen encaje de bolillos para ese final tan magnífico e inesperado. Me ha llegado la ráfaga totalmente. Uff, genial.

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