01. VENCES
Como eso que le ha pedido la hechicera de «sacrificar un animal con cuernos al amanecer» le parece violento, confía en que le bastará con subir la cabra al campanario y que ella sola responderá a su instinto y saltará al vacío. Pero cuando cruza la iglesia, a punto de subir la escalera de la torre, oye que le gritan a sus espaldas.
—Suelta a ese animal inocente, Wenceslao.
Apenas puede creerlo. Le sorprende encontrar al San Antonio de las procesiones festivas mirándole con el ceño fruncido desde la peana de su hornacina, pero lo que realmente le deja asombrado es la correcta dicción con la que alguien, por fin, ha pronunciado su nombre: Wenceslao.
Es lógico que a alguien que nunca ha escuchado su nombre bien pronunciado le llame la atención cuando sucede por primera vez, incluso por encima de algo tan inusual como la aparición inesperada de un santo que recrimina, a su vez, una actuación cruel e incorrecta.
Divertido e imaginativo, Juan.
Un abrazo
¡Cuántas veces un pequeño detalle, una minucia sin aparente importancia ante otro objetivo mayor, nos hace detenernos y nos distrae de una manera imposible de creer! El cerebro humano construye, aleatoriamente y a destiempo, prioridades ajenas a toda lógica que no podemos pasar por alto sin que ello nos provoque una molesta desazón. Encantador micro, Jams.
Es un nombre puñetero. En mi pueblo había un “Venceslao”. Es que es un nombre godo, en España lo castellanizamos todo.
El personaje de San Antonio, protector de los animales, es una gracia.
Lo de la cabra, y que la tiran del campanario es cierta. Un pueblo lo celebraba, aunque se lo prohibieron en el 2002. Ya tiran un peluche con forma de cabra. Se ve que allí no tenían a san Antonio.
La ignorancia y la inconsciencia popular llegan a ser crueles.
Buenas tardes.
Me has alegrado el día.
Pobre Wenceslao, que la correcta pronunciación de su nombre le deja más atónito que que la imagen de San Antonio cobre vida. Por cierto, ¿cómo se pronuncia, ves, o gües?
Tiene mucha gracia que lo que más le sorprenda es que el santo pronuncie su nombre perfecto, más que un pedazo de madera le hable. Ja ja ja.
Muy divertido tu relato Juan. Me he sentido muy identificado ya que mi segundo nombre es Wenceslao. Je, Je, Je
Mi padre se llamaba Wenceslao y muy poca gente acertaba a pronunciarlo como es debido. Mi madre lo llamaba Vences. Me ha emocionado leer tu micro, Pablo.