86. Terca manchega (Pablo Cavero)
Primer trabajo. Necesitaban despedir a una persona y ella se ofreció voluntaria, era las más joven.
Segundo curre. Arrebató el micrófono al presidente en la cena navideña de la empresa y denunció las pagas de beneficios de jefes y directivos, detalló las cifras y alentó una huelga. Logró que los trabajadores tuvieran una muy considerable, hasta entonces inexistente. La despidieron, pleiteó y tuvieron que readmitirla. Le dieron un destino a quinientos kilómetros.
Hoy en el asilo, jubilada y desahuciada de su casa hace tres años, sonríe cuando su sobrina le dice que hay sentencia a su favor contra el fondo buitre.
Hay muchos gigantes, y verdaderos, no como aquellos que creía ver don Quijote en los molinos. Lo sencillo sencillo sería plegarse a ellos y tolerar su poder sin respeto, pero tu protagonista, como el hidalgo manchego, es de las que no se resignan ni se rinden y, a fuerza de constancia, acaban venciendo y logrando lo que no parecía posible, en su propio beneficio y en el de muchos otros, poniendo un poco de justicia en este mundo, tan necesitado de ella.
Un abrazo grande y suerte, Pablo
Ahí les has dado, una luchadora contra viento y marea, cretente de la justicia, cueste lo que cueste. Mil gracias, Ángel, por tus comentarios precisos y amables. Un abrazote,amigo.
En efecto, Pablo, hay personas que se pasan la vida luchando contra las injusticias, como tu protagonista. A veces es por vocación, y a veces porque no les queda más remedio que defenderse.
Me alegro infinito de que la justicia le dé la razón frente al fondo buitre.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias, Rosalía, por pasarte a leer mi ocurrencia y comentarla. En efecto, la lucha por la justicia ya sea necesaria o instalada en el ADN. Un abrazo fuerte.