06. Óleo sobre lienzo (Susana Revuelta)
«Más no podemos hacer» se dicen con resignación los restauradores del museo mientras recogen espátulas, algodones y lijas y se alejan unos pasos para contemplar el resultado de su trabajo. Tras estudiar con detenimiento el desgaste de la tela, retirar los restos orgánicos, negro de humo y polvo y reavivar el color, la obra «Las Meninas» luce limpia, luminosa y casi espléndida. Casi, porque el paso de los años no solo ha estropeado los aceites y el tejido. A las niñas les han salido pelillos en las orejas y la nariz, el cabello lo tienen áspero, ralo y gris, han perdido algunos dientes y las patas de gallo les envejecen un horror. Se las ve como encorvadas, y menos mal que los vestiditos ceñidos disimulan las tetas caídas y las mangas holgadas ocultan la flaccidez de los brazos.
Avisan, pues, al cirujano restaurador, que con ácido hialurónico rellena pómulos y labios, hace un lifting de párpados, elimina manchas y lunares, arranca con una pinza los pelos que afean sus rostros… y con un toque de rubor, otro de gloss y un baño de color en las melenas ¡ahora sí!, el cuadro resplandece como nuevo.
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Qué divertido Susana, y qué original! Que los personajes del cuadro envejezcan y haya que llevar la restauración más allá del propio lienzo a sus ocupantes me parece una idea genial, y además contada con mucha gracia.
Enhorabuena y un besote.
Las obras de arte precisan ser restauradas, con las técnicas actuales es posible que todo luzca como el primer día, aunque hayan pasado siglos. Algo parecido sucede con edificios, viviendas y hasta vehículos. Ya que las personas también pueden tunearse, los personajes de esta obra de arte merecen todos los esfuerzos para que siga siendo universal.
Divertido y original, Susana. A los dos nos ha dado en esta convocatoria por el Museo del Prado.
Un abrazo y suerte
Muy bueno. Qué meninas más presumidas
Excelente propuesta, muy creativa, volver a rejuvenecer a las meninas. ¡Muy original! ¿Podrías pasarme la dirección del cirujano a ver si puede hacer conmigo? ¡Me encantó! Un gran abrazo…
Después de probar la restauración tradicional, y a tono con los tiempos que corren, «Las Meninas» rejuvenecieron definitivamente con el «tuneado moderno» del cirujano restaurador… A medida que leía, iba viendo el resurgir de la piel, de los pómulos y labios, y de esa lozanía infantil que seguramente anhelaban recuperar…
Todo mérito tuyo, Susana.
Me encantó el micro… 🥰🥰
Besos😘😘😇😇
Qué bueno lo del cirujano restaurador. Si se hace con personas vivas, ¿por qué no habría de hacerse con unos cuadros?
Muy original.
Felicidades
¡Qué bien, me alegra de verdad que os guste! Fue divertido acicalar a las niñas. El tiempo pasa para todos…
Gracias por parar a leer y comentar y abrazos Luisa. Ana, Ángel, Jesús, Mariángeles y Moli🥰¡nos leemos!
Susana esta muy bien tu relato. Es original y fluido.
Suerte y saludos
Lo que me he reído imaginando los desmanes del tiempo en la obra velazqueña, y lo apurados de los artífices hasta no encontrar a ese restaurador y su milagroso hialurónico que obra el milagro de que el arte se imponga a todo, incluso a los siglos.
Mucha suerte, Susana.
Un beso.