107. LA RESPUESTA, de Bosque Gris
Martina buscaba una respuesta a su vacío en el Bosque Gris. Mientras paseaba se topó con una diminuta dama que volaba entre las flores. Era el hada más bonita de todo el bosque, aunque ella no lo sabía.
Martina no pudo evitar seguirla. El hada se escabullía entre el bosque a la vez que lo pintaba de color. El rastro de su cabello desprendía ilusión, eso hacía que Martina siempre la encontrase y se impregnase de su magia. Tal era la felicidad que derrochaba, que Martina quiso capturar el hada para guardarla en un frasco y, así, mantener esa sensación tan fantástica eternamente. Lo que Martina no sabía era que, como las flores, las hadas también se marchitan.
Finalmente, Martina capturó el hada. Ella le suplicó piedad y libertad, pero Martina, embriagada por la pasión que le hacía sentir, no la escuchó. En el frasco, el hada se iba volviendo gris, y Martina con ella. Pero un día, por fin Martina se dio cuenta que los momentos mágicos son como las hadas, simplemente tienes que vivirlos, porque si se capturan para siempre dejan de ser extraordinarios. Y así encontró la respuesta a su vacío.