15. CUPIDO EN CRISIS
Se le ha visto de noche, por los suburbios, con los rizos despeinados y el carcaj vacío. Se comenta que se tambalea por las grises aceras buscando un punto de apoyo en las farolas. Se dice que está cabizbajo, que tan solo balbucea un nombre como un mantra y que al no vocalizar no se sabe qué dice, aunque hay quien parece haber entendido Psique o algo similar. Sea como fuere, un grupo de jóvenes han ido en su auxilio tomándole por los sobacos para que no se caiga, estirando con cuidado sus alas ajadas, colocándole la venda que le rodea la frente en lugar de cubrir sus ojos. Animándole a volver a trabajar. Se necesitan con urgencias sus servicios. Ya no hay parejas poniéndose ojitos y las floristerías tienen superávit de rosas.
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Ya lo dice el refrán: «Consejos vendo que para mí no tengo». Nadie está libre de encandilarse de alguien, lo que hace que todo se tambalee, si además no es correspondido de la misma manera, nada tiene ya sentido.
Un relato en el que Cupido, equiparado con los mortales, recibe su propia medicina. A pesar de que es juguetón y de que sus flechas no siempre atinan, su labor es necesaria. Por suerte, sabemos que lo suyo con Psique terminó por funcionar.
La mitología es una fuente apasionante de historias, tú has dado la vuelta a una de ellas, para demostrar que cualquier cosa puede sucederle a cualquiera.
Un abrazo y suerte, Yolanda
Muchas gracias, Ángel.
Un abrazo.
¡Pobrecito! Cupido-Eros sin su Psique es impensable (como el yin sin su yang, la llave sin su cerradura o la bombilla sin su mate, y así se me ocurren miles de ejemplos)… Voy a ser mala diciendo esto, pero alguna vez le tenía que tocar a él saber lo que es el amor no correspondido… Espero que los jóvenes lo ayuden a salir de la depre y le enseñen a encontrar el amor (o a mejorar la puntería), porque si hay algo que no queremos es superávit de rosas y, mucho menos, la falta de poner ojitos a diestra y siniestra, jaja…
Muy bueno, Yolanda, me encantó.
Besos😘😘😇😇
Muchas gracias, Ángeles. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Pobre Cupido. Parece que los tiempos que corren le han llevado directo al desánimo. Pero quién puede culparlo. Tenemos que animarlo, un poco de terapia y de vuelta al trabajo. Lo necesitamos…
Me ha gustado mucho tu propuesta, Yolanda. Muchas suerte y un abrazo.
Pobre Cupido, tan perdido. Esperemos que pronto vuelva al redil que el mundo está necesitado de amor.
Muchas gracias, Gloria.
Un abrazo!
Muchas gracias, Maria José.
Un abrazo!
Se le suele pintar como un diosecillo caprichoso que dispara sus flechas sin ton ni son, pero cuando le toca sufrir por amor despierta una gran ternura en todos y seguro que recibe la ayuda(interesada) de los jóvenes y los no tan jóvenes.
Me ha gustado y me ha divertido esta vuelta que le has dado a la mitología.
Suerte y un gran abrazo.
Gracias por pasarte y comentar, Ana.
Un abrazo.
Pues sí, hay que cogerlo de los brazos y llevarlo donde haga falta para que esté cupido andrajoso y alicaído vuelva a su estado más puro que falta hace. Chulo relato Yolanda, suerte
Gracias, maestro!
Fuerte abrazo.
Hola, Yolanda.
Creo que lo que le pasa a ese angelito es eso que dice el refrán de que: «En casa de herrero cuchara de palo». Tanto repartir amor por ahí y parece que a él puede no esta yéndole muy bien en ese plano.
Muy original y bien contado. Un cálido saludo y mucha suerte.
Muchas gracias por leer y comentar.
Fuerte abrazo.
Ay, qué tierno parece en esas circunstancias. Suerte, Yolanda. Un abrazo.
Muchas gracias, Ana!
Abrazo fuerte.