148. EL SECRETO PERDIDO, de Ardilla 2
Maltrecho y con una profunda herida en el costado avanzaba renqueante hacia una muerte segura el anciano Marchew, aquel que una vez fuera líder de todo el pueblo Dartar, respetuosos seres milenarios, habitantes de los espesos bosques de Dostarchek, allá donde lindaban los caminos de La Tierra Antigua.
Los Hombres, en aras de su continuo afán de expansión, habían atacado el poblado de forma despiadada, arrasando en minutos todo lo que durante generaciones habían erigido los Dartar pacíficamente y en perfecta comunión con su entorno.
La Madre Naturaleza, agradecida por los cuidados del pueblo Dartar, les había revelado muchos años antes un importante secreto, el cual estaban dispuestos a compartir, pero Los Hombres no quisieron escuchar, ¿de qué les serviría un misterioso e intangible secreto, cuando podían hacerse con nuevos territorios de incalculable valor material?
Marchew, con su último suspiro de vida se agarró firmemente al tronco del árbol que le iba a ver morir, miró por última vez a su alrededor, sonrió y se recostó en la tierra húmeda; junto con él quedó enterrado en el bosque para siempre el gran secreto de los Dartar, aquel que Los Hombres jamás poseerían: el secreto de la felicidad.