20. Bien vale una caída más (Aurora Rapún Mombiela)
Ya tiene preparada la ropa que va a necesitar, la ha dejado doblada sobre su cama, junto a un par de libros y una linterna. Entra en el dormitorio de al lado y se coloca frente al armario. Arrastra con esfuerzo la mesilla y emprende la difícil tarea de escalar hasta la cima. El último intento por conseguirlo se saldó con un moratón y una regañina. Sube entre resoplidos hasta que abre la puerta del altillo. Tiene la maleta al alcance de la mano, la toca con la punta de los dedos y la saca poco a poco, el cuerpo completamente estirado. Esta vez casi lo consigue, pero es demasiado voluminosa y se le cae encima haciéndole trastabillar y desplomarse.
Los gritos se aproximan por el pasillo, el “ya estamos otra vez”, el “ay Dios mío” y el “qué vamos a hacer contigo” lo encuentran ovillado sobre la alfombra.
Él, abrazado a la maleta, suplica a su hija, con su voz gastada, que le deje volver a su casa, que la echa tanto de menos…
Hola, Aurora, tu relato me ha gustado mucho. Por tierno y por esconder hasta el final, quién es el protagonista.
Me encantan los relatos con finales sorprendentes y este lo supera con creces, con maestría y buen hacer… ahora que ya puedo comentarte, 😉 te felicito por él.
Un abrazo y suerte.
Gran acierto este de poner la atención en la añoranza del propio hogar, inevitable incluso en casos como este en el que el personaje está recibiendo los cuidados de su hija. Muy bien contado además. Mucha suerte con él, Aurora. Un abrazo.