55. No te murás en agosto (María Rojas)
La herida era honda, por ella se me escapaba la vida. Embelesados, nos mirábamos. Con esos prontos tuyos te levantaste y me dijiste: «No te... Read More
54. Cuarenta y tantos
Cumplidos ya los cuarenta mi salud empezó quebrarse. Había perdido el apetito, tenía insomnio y la frecuencia cardíaca alterada, a veces me encontraba apático y... Read More