21. FE DE ERRATAS
Quiero dejar aquí constancia de lo injustos que han sido conmigo los transcriptores de una parte vital de mi vida. De generación en generación se ha ido gestando una mentira que quiero borrar de todo el imaginario de aquí en adelante. Cierto que me tocó ser la fregona mientras mis hermanastras se pasaban el día vagueando, cierto también que mi madrasta me hacía la vida imposible, hasta ahí, nada que objetar. Pero no hubo pajaritos ni hadas que me hicieran un traje para acudir a palacio, ni una hermosa carroza. Nada de eso. El traje lo confeccioné yo misma, robándole horas de sueño a las noches, con las telas que sisé de los vestidos que mis malhadadas hermanastras desechaban. Y nada de zapatos de cristal. Calcé unos zapatos que ellas no querían y, no siendo de mi talla, rellené el sobrante con algodones. Verídico es que bailé con el príncipe y disfruté de una noche diferente, pero confieso que era un petulante y un estirado. Eso me sirvió para valorar a otro príncipe sin palacio que me venía rondando: el hijo del jardinero. Ilusionada, hui con él, pero ese es ya, otro cuento.
Una vuelta de tuerca al cuento tradicional, con final feliz incluido aunque no el esperado. Yo creo fervientemente que las probabilidades de que, en efecto, sea más dichosa con el hijo del jardinero que con el estirado príncipe (ah, cuánta leyenda infundada corre por ahí) juegan a favor de la joven pareja. Les deseo mucha suerte a ellos en su singladura juntos y a ti con el micro en el concurso.
Abrazos, Yolanda.
Esta candidata a princesa podría parecer un personaje venido a menos, pero no es así. Ella ha logrado la verdadera felicidad, la que no estaba incluida en el cuento, demasiado supeditado al deslumbraniento por la supuesta belleza y el lujo.
Un abrazo y suerte, Yolanda, con esta joven con personalidad, que no se deja llevar por los cuentos.
Hola Yolanda.
Una dueña de su propio destino, sin necesidad de ser princesa ni nada parecido. Seguro que ese traje y esos zapatos eran más bonito y útiles que cualquier otra zarandaja mágica.
Enhorabuena y suerte!
Esta versión del cuento debería editarse para las legiones de niñas que de forma prematura y nada crítica se lo creen a pies juntillas: el príncipe salvador que la rescata de su triste destino.
Una cenicienta con poderío y las cosas claras.
Me ha gustado.
Yolanda, sin duda, mucho mejor tu Cenicienta que la original, ¡dónde va a parar! Una mujer resiliente y con las ideas claras.
Me gusta que elija fugarse con el hijo del jardinero. No sabemos cómo se desarrollará el otro cuento, pero ella ha sido valiente y ha elegido su destino.
Un abrazo y suerte.
Me encanta tu decosntrucción del cuento. Por fin una Cenicienta más cercanos a la realidad y un príncipe que rompe los tópicos. Enhorabuena! Saludos y suerte.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.