22. Subjetividad (Aurora Rapún Mombiela)
No es la envidia la que guía mis palabras sino la realidad más descarnada cuando asevero que tiene un culo diez. Mi marido diría que ya estoy otra vez con la misma historia, pero es objetivo el hecho de que tenga unos brazos como esculpidos en mármol. Mi querido esposo diría que de qué le estoy hablando, cuando soy experta en reconocer pechos perfectos. Estoy segura de que mi marido haría algún comentario sobre el verdor de mis mejillas encendidas por los celos y de que yo replicaría con contundencia, cargada de razón.
Mi madre y mi suegra se pondrían de parte de mi marido y me invitarían a reflexionar. <<A mí ni va ni me viene en qué gasta el dinero y el tiempo mi cuñada, la perfecta>>. Así de claro se lo explicaría a mi marido, si no fuera porque ha transcurrido ya un mes desde que me abandonó y porque no sé, objetivamente hablando, qué hacer con toda esta bilis que se me ha quedado dentro.
¿Se puede predecir que el marido se ha marchado con la perfecta cuñada?
De cualquier modo, cuando una persona es insegura siempre va a ver que las demás tienen cualidades infinitamente mejores. Ese es el gran problema.
Por otra parte, no lo es menos el hecho de que las mujeres somos, muchas veces, más rivales que amigas. No sé si lo dejaron a fuego nuestros ancestros o es simple y complejo a la vez, instinto animal primario.
Feliz tarde Aurora.
Buenas tardes, Mercedes. Yo diría más bien, que el marido se ha ido harto de tanta falta de confianza y envidia hacia las demás, pero quién sabe. A veces, los personajes vuelan solos. Muchas gracias por tu lectura y tus palabras. Un abrazo fuerte.
Con una mujer tan poco segura de sí misma el marido ha puesto la distancia de por medio. La admiración por la cuñada raya en la envidia.
Muy bueno, Aurora.
Besos.