28. La canción del verano (Aurora Rapún Mombiela)
El perro mueve el cabezón descoyuntado sobre el salpicadero al ritmo de Shakira. A mí, sin embargo, lo que se me remueve es el desayuno. Por lo poco que veo desde mi asiento, todavía faltan unas cuantas curvas para llegar a destino. La cartica que guarda donde le escribió no sé qué se me clava en el cerebro mientras la espalda se arquea en cada nueva sacudida.
Mi hijo mayor se empeñó en sacarme de la tranquilidad de mi casa para llevarme con su familia de vacaciones y tantas veces me lo dijo que no fui capaz de negarme. Me repitió hasta la saciedad, como si fuera tonto en vez de sordo, que el clima suave iría bien para mi salud. En lo que llevamos de viaje, he estado a punto de vomitar, me duele todo el cuerpo y estoy perdiendo el gusto por la música pachanguera. No sé si la brisa marina irá bien para algo, pero lo que está claro es que a mí otro año no me vuelven a llevar de viaje ni en coche ni en bicicleta.
Como homenaje a la música, y como forma de comentario alternativo, quiero compartir con vosotros una canción que esté relacionada con algún aspecto de vuestros relatos. Espero que te guste la que he elegido para el tuyo.
WAR – Summer
https://youtu.be/gSQAlfyaKyc
Hola Rafa, gracias por el enlace musical. Una saludo.
La vida del turista es más dura de lo que parece, lo que ocurre es que se suele entregar uno a ello con tantas ganas que se sobrelleva. Con todo, lo peor suele ser el desplazamiento.
Este buen hombre seguro que acabará disfrutando con su familia allá donde se dirijan, aunque él, la verdad, estaba tan a gusto en su ambiente. Los años y las circunstancias nos transforman.
Un relato real como la vida misma, hace que nos pongamos en el papel del protagonista.
Un abrazo, suerte y buen verano, Aurora.
Hola Ángel, muchas gracias por la lectura atenta y el comentario. Yo también creo que el pobre hombre acabará disfrutando de una feliz estancia, aunque también es cierto que él donde mejor pasa las vacaciones en en su propia casa. Un abrazo fuerte.
Un relato con el que más de uno se sentirá identificado. Mucha suerte.
Eso me parece…Espero que hayas pasado unas buenas vacaciones y no te haya pasado a ti lo mismo. Un abrazo fuerte.
Esperemos que la estancia con su familia supere las vicisitudes del viaje, a veces las buenas intenciones no son todo lo objetivas que sería de desear pues tendemos a pensar de forma idílica y a creer que la opción que elegimos para los demás es la que les conviene. En fin, un relato que muestra la otra cara de los viajes en autobús.
Un abrazo, Aurora.
Pobre abuela! A veces, creyendo que hacemos un bien ocasionamos un perjuicio.
Seguro que está deseando marcharse con la música a otra parte…
Buen micro, Aurora. Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.