132. SIN FUTURO
Hace ya meses que se encuentra vagando por las calles. Cada día ve a cientos de personas que caminan por ellas. Todos parecen saber a dónde van. Entran en tiendas, en portales, en oficinas, pero él no tiene rumbo. Recuerda donde estuvo un tiempo atrás. Tenía un piso en el edificio más alto de la ciudad, trabajaba en un despacho de abogados, solía quedar con los amigos y celebraba los cumpleaños y otras fiestas con María —su mujer—. Y ahora está estancado en una avenida principal, tal vez deba ir a la estación, o entrar en un bar. Pero no lo sabe. Se siente desamparado. El autor ha decidido abandonar su novela.
Qué tristeza, Begoña. Me pondré en el acto, a buscar a mis desamparados. A ver si ellos sí encuentran algún futuro. Lindo. ¡Felicidades!
Begoña, qué buena historia. Sí, hay que buscar esos trabajos inacabados y terminarlos. Suerte y saludos