32. MICRORRELATISTA INDECISO (Edita N.T.)
Hace tiempo que debería haber muerto. De hecho, ya tiene todo dispuesto; incluso ha repartido invitaciones para el funeral. Sin fecha, eso sí. Sólo un detalle le impide hacerlo: decidirse por uno de los dos epitafios que ha redactado. No sabe si grabar en su lápida de diseño “Sigo buscando a Dios. Cuando lo encuentre, aviso” o “Viví como pude; morí como quise”. Su mujer, que lo adora y no soporta verlo sufrir dándole vueltas a la cabeza, le aconseja que ponga los dos y que se vaya tranquilo. Pero él no lo acepta, dice que son demasiadas palabras. Encima, si el dichoso dilema lo mantiene vivo más de lo deseado, tendrá que reconsiderar el final del segundo texto…
Estos microrrelatistas son incorregibles, ni siquiera en el último momento son capaces de olvidar su naturaleza inquieta. Lo que más curioso (y jocoso) me resulta de este relato, cosido con humor negro, bueno y fino, es la naturalidad de la mujer cuando le pide consejo y ella se lo brinda, como si en lugar de dejar la vida a voluntad le hubiese preguntado, por ejemplo, qué camisa le sienta mejor con el pantalón que piensa ponerse.
Un abrazo, Edita. Suerte
Me voy a repetir: lo mejor de escribir aquí, son los comentarios. Muchas gracias.
Me gusta tu apuesta por el humor dentro de un tema tan poco dado a ello. Al igual que Ángel me gusta mucho esa naturalidad de su mujer jeje…
Suerte!!
Sandra 🙂
Me alegra mucho que se haya pillado mi mala intención. 😉 Muchas gracias.
Muy buen relato. Me da a pensar que si no se decide la esposa lo hará por él.
Un abrazo y suerte.
Ja ja ja, puede ser. Muchas gracias.
Me encanta tu comentario, es ideal para despejar un día gris. Muchas gracias.
Me encanta esa idea que plasmas tan cierta, la indecisión, esa duda que se tiene cuando quieres terminar un escrito, epitafio en este caso, y no termina de convencerte ninguno. Tu moribundo protagonista duda incluso del consejo de su paciente esposa. Un fondo de humor muy bien conseguido. Un relato diferente con una duda que queda en el aire ¿Morirá bajo el epitafio que al final le sacó su última sonrisa?
Suerte y un abrazo.
¡Qué comentario tan elaborado! Siento no poder sacarte de dudas. 🙂 Muchas gracias.
«Viví como quise, morí como pude», sería otra buena opción para el epitafio del microrrelatista, pero me temo que sería echar más leña al fuego… ¡Pobre tipo! Si la indecisión lo no lleva a la tumba, no sé qué lo hará… 😉
Un micro muy bueno y muy jocoso, EDITA.
Cariños,
Mariángeles
Vaya, me has descubierto… 😉 Mi primera opción era “Vivió como quiso; murió como pudo”, pero lo “tuneeé” un poco porque me venía bien para la historia. Ahora, que el protagonista le siga dando vueltas. 🙂 Muchas gracias.
Buena historia… la tristeza por la enfermedad del protagonista que lo lleva a quere acabar con su vida queda en segundo plano, y gana la sonrisa por el relatista que no sabe qué palabras escoger… Seguro que muchos nos vemos reflejados en las dudas y consultas a terceros sobre los textos 😉
Saludos,
Carme.
Me gusta tu interpretación. Muchas gracias.
Edita,
Muy buen relato tildado de un sútil humor negro. El que es microrrelatista lo es hasta la tumba. Me encanta que le pida consejo a su mujer.
Un abrazo
Muchas gracias, Blanca.
Edita, tu cuento es bueno por su sencillez, el final es mejor aun, siempre nos igua el afán de corregir lo escrito. suerte y saludos
Muy amable, muchas gracias.
Me has sacado un gran sonrisa que se me iba a carcajada. Me ha gustado mucho ese mar de dudas que tan bien personificas en ese microrrelatista. Humor negro, pero sencillo y elegantemente escrito. Mucha suerte 🙂
Me has alegrado el día, y no sabes cuánta falta me hacía… Muchas gracias.
Un trabajo a caballo entre el surrealismo y el humor negro. Ese escritor indeciso entre dos frases, siempre buscando la excelencia, y aderezado por las prisas de su mujer que quiere que estrene epitafio cuanto antes. Me ha gustado mucho, Edita. Abrazos.
¡Qué bien comentado! Muchas gracias.
Anda, ¿dónde está mi comentario???
Pues, yo decía algo como que entiendo perfectamente el problema de tu protagonista, Edita porque a mí me pasa algo parecido con la elección de los títulos para mis micros: me cuesta decidirme por el más «adecuado» entre varios que se me ocurren.
Qué buena excusa para no morirse 🙂
Un abrazooo
Pues sí. Yo pienso usarla, y no veas cuánto practico… 🙂 Muchas gracias.
Pienso que el primero es por el que tenía que decidirse. Como no tiene el desenlace… pues a buscar.
Pero como siga dudando le van a dar las campanadas y no se habrá decidido.
Suerte. Un abrazo.
🙂 Tienes razón. Muchas gracias.
En buen ejemplo del trabajo del microrrelatista, esa búsqueda de la perfección. Me encanta por la lápida de diseño, por lo que dices sin contar de la mujer y por ese final de dar un repaso al segundo epitafio. Suerte.
Encantada quedo con tu comentario. Muchas gracias.
Jajajaja…la verdad que los que escribimos tenemos nuestro propio infierno sin necesidad de morirnos.
Una (micro)historia muy bien contada. Felicidades.
Sí, pero un infierno voluntario. 🙂 Muchas gracias.
¡Qué bueno Edita! Me ha encantado el matiz humorístico de tu micro porque me parece un tema en el que el humor es peliagudo. Muy simpático,y bien narrado y escenificado. Espero que tengas mucha suerte.
Un precioso comentario. Muchas gracias.
Me gusta, me gusta mucho. Por el humor que destila, por el guiño al escritor indeciso y por lo bien escrito que está.
Si embargo, la última frase me choca: entiendo perfectamente lo que quiere decir, pero ese inicio de frase «Por encima» me descoloca. Quizás es un giro del lenguaje que me resulta desconocido.
En cualquier caso, me gusta mucho.
Saludos
Muchas gracias. Ese «por encima» quiere decir «además» o «más aún» o «por si fuera poco» En tu honor, voy a reconsiderar cambiarlo. 😉
Hecho. Creo que está mejor ahora. Muchísimas gracias por el apunte.
Edita, mis dos puntos son para ti. Me ha encantado tu micro. Enhorabuena!!
Jaja! Dicen que así es, el cerebro decide cuando morir… me encantó! Felicidades!