Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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34. POMPEYA, 79 D.C. (Mariángeles Abelli Bonardi)

Libro en mano, expresión concentrada, un cálamo tocando mi labio inferior… El fresco que me retrata ya está terminado. La chispa en mis ojos me hace lucir hermosa y así espero que alguien – ajeno a toda la tinta, a todas las noches en vela – me vea también.

Reprimo el impulso de escapar; me aferro a mis escritos… Mientras la nube arde en mis pulmones y me vuelve una estatua de ceniza, me hago la inútil pregunta:

¿Llegarán a leerme?

12 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Uno de los motivos por los que escribimos, queramos reconocerlo o no, es por un afán de perdurar. Tu protagonista, si no lo sabía a ciencia cierta aún, sí que debía de intuir que su fin podría estar cerca, por un fenómeno natural que fue cruel y no permitió ninguna escapatoria a muchísimos habitantes de Pompeya y de Herculano.
    Ella (la imagino mujer) no sabe si alguien va a leer sus escritos, pero seguro que eso no merma su creatividad, que nace de un impulso interior. Reconozco que no sé si tu personaje está basado en .alguna escritora real. En todo caso, la esencia de este buen relato es la importancia de las letras como recurso al que aferrarse, incluso o, en especial, cuando parece que se termina el mundo, por lo menos el de cada uno
    Un relato que seguro que nos hace reflexionar y con el que nos identificamos quienes formamos parte, de alguna forma, de este mundillo de las letras.
    Un abrazo y suerte, Mariángeles

    1. Querido Ángel: como bien intuís, se trata de una mujer y sí, está inspirada en una escritora real…
      El año pasado tuve oportunidad de conocer Pompeya, y allí me encontré con el fresco de la poeta Safo (que puede encontrarse en wikipedia sin dificultades), en el cual me basé para crear el personaje del micro.
      Qué gusto que te parezca bueno el relato y que denote lo que quería transmitir – ese aferrarse a las letras como modo de perdurar – que es a lo que quienes escribimos aspiramos, máxime si nuestro mundo se acaba, o está a punto de hacerlo…
      Que el lector reflexione y se identifique con el micro me alegra sobremanera, máxime si ese lector sos vos…

      Gracias por tu siempre generoso comentario.

      Besos y suerte para vos😘😘
      Mariángeles😇😇

  2. La pregunta tiene sentido para una mujer que escribe en el año 79 , y para colmo, en Pompeya…A un así, sin saber si sus escritos se leerán, no cesa en su empeño, quien sabe si por eso deseo de permanecer en el recuerdo de algún solicito lector…
    Saludos y suerte!

    1. Así es, María Paz; tiene todo el sentido del mundo para una escritora en Pompeya, en el año 79 D.C, con el Vesubio en plena erupción… Lo admirable es ese empeño suyo en ser leída, aún sabiendo que es algo que nunca podrá comprobar, pero sea o no el caso, como personaje, su impronta es indeleble…

      Suerte y saludos para vos,
      Mariángeles😇😇

  3. Rosalía Guerrero

    Genial esa mujer que mantiene la calma, sabiendo que no hay escapatoria posible, y se aferra a sus escritos esperando que en el futuro alguien la llegue a leer. Yo también me pregunto si existió en realidad.
    Un abrazo y suerte.

    1. Hola, Rosalía. Como le decía a Ángel más arriba, a la hora de crear el personaje me basé en un fresco de la poeta Safo, que tuve oportunidad de ver en Pompeya y describí en el micro como está pintada: libro en mano, expresión concentrada, y un cálamo tocando su labio inferior…
      Si bien Safo nació y murió en Lesbos, a mí me sirvió para crear el personaje (qué gusto ge te parezca genial 😉 )

      Más abrazos y suerte para vos🤗🤗😇😇

  4. Barceló Martínez

    Hola, Mariángeles.
    Encontrar esos escritos a día de hoy sería todo un hallazgo y no te digo si fuera junto a su autora, que imagino petrificada por el efecto de aquella famosa erupción.
    Me queda la intriga, pues eso en tu microrrelato lo dejas a elección del lector, cosa que aplaudo, de saber qué escribía esta mujer. Yo me acabo de imaginar una historia paralela.
    Creo que te ha salido un relato precioso, te felicito.
    Un cálido saludo y mucha suerte, mi buena amiga.

  5. Querido Barceló: que te parezca un relato precioso me pone super feliz, y que te la imagines así, petrificada junto a todos sus escritos también, porque yo la imaginé de la misma manera…
    Como es un personaje inventado (recreado, en realidad, como expliqué más arriba), me gustó que el lector imagine de qué escritos se trata, y más porque el foco no está en ellos, sino en su creadora…

    Ya quisiera saber yo esa «historia paralela» que imaginaste, amigo… 😉

    Suerte y besos para vos😘😘
    Mariángeles😇😇

  6. Parece que ni la venidera catástrofe la va a edetener, esperemos que consiga textos que merezcan la pena su eternidad y su lectura por años. Aun así, parece que, aunque eso no suceda, ella no parará de escribir y eso ya es una forma de no acabar, de pensarse eterno. Suerte! Abrazos

  7. Hola, Mariángeles, tal como indicas, me he asomado a contemplar la pintura de la poeta Safo de Lesbos, que tan bello texto te ha inspirado. Has reflejado muy bien los sentimientos y aspiraciones que podría haber tenido si su final hubiera sido en Pompeya. De alguna manera se han cumplido sus deseos, al menos no ha caído en el olvido. Yo también estuve en Pompeya hace bastantes años, pero al parecer no estuve tan observadora como tú. Suerte con este micro tan imaginativo. Besos.

  8. Hola, Juana. Saber que también conocés Pompeya me encanta y me hace sentir más unida a ustedes, mis amigos entecianos. Cada foto que saco al viajar me abre la puerta a una historia, así que la del fresco de Safo enseguida me vino a la mente cuando empezó esta propuesta de escribir sobre finales… Me complace haber contribuido, con este micro, a que nadie la olvide.

    Besos😘😘😇😇

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