Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

39. Robots de acogida (Aurora Rapún Mombiela)

Hace días que siento que algo va mal. Mis padres están raros. Mi madre ha adquirido un rictus extraño en la boca, mi padre tiene la mirada más oscura y los labios rectos.

Les he preguntado si les pasa algo, pero no se han animado a pronunciarse. Hasta hoy, que ha sido cuando se han sincerado. Me han mirado muy serios, con esa nueva expresión inquietante en sus ojos y me han dicho que lo sienten mucho, que lo han intentado, que no querían que me enterara de aquella manera, ni de ninguna. No querían decírmelo nunca, pero que ya no son capaces de seguir luchando contra la naturaleza. Que con el paso de los años se les ha acabado la energía y no logran mantener las apariencias. Una especie de lágrimas negruzcas han resbalado por las mejillas de mi madre cuando ha colocado su fría mano sobre la mía: <<Hija mía, eres adoptada>>. 

Y después, nada. Se han levantado ayudándose el uno al otro y se han alejado bamboleándose, con las piernas rectas, como si hubieran perdido la movilidad en las articulaciones.

Y yo me he quedado sola, empapada en lágrimas humanas, aferrándome con fuerza a mi corazón roto.

6 Responses

  1. Hasta no hace muchos años, aquí, en Argentina (no sé si sea el caso también allí en España) los padres adoptivos nunca le revelaban al hijo que era adoptado, y si el hijo en cuestión se enteraba era por alguna circunstancia externa, ajena o no a los padres, que lo enfrentaba a la verdad…
    En el caso de tu micro, Aurora, ha sido la hija quien ha intuido la verdad y llegado a ella confrontando a los padres, dos padres androides que por ningún motivo dirían la verdad, pero el tiempo y el desgaste propios de su robótica condición los ha dejado en evidencia…

    Hermoso el contraste entre las lágrimas negruzcas y las lágrimas humanas.

    Besos😘😘😇😇

  2. Ángel Saiz Mora

    No quisiéramos que sucediera, pero los padres envejecen, aunque no sean propiamente humanos. Los de tu protagonista tienen nucho de humano, aunque en sentido estricto no lo sean. Nada nos hace más humanos ni mejores que los sentimientos; suerte con este relato, que los tiene a raudales. Un abrazo y suerte, Aurora

  3. Muchas gracias por tu lectura y tu comentario, Mariángeles. En este caso, aunque ellos no quisieran reconocerlo, la misma naturaleza les ha obligado a desvelarlo. Ahora habría que ver cómo sigue la historia de esa curiosa familia. Un abrazo fuerte.

  4. Pues sí, Ángel. Robots o humanos, parece que comparten sentimientos, por lo menos en la historia de esta familia tan especial. Yo les deseo la mejor de las vidas y que su hija los cuide y les engrase las articulaciones cuando ellos ya no puedan. Un abrazo fuerte.

  5. ¡Ay!, que mayorcitos se han hecho esos papis. Todos tenemos obsolescencia, unos programada, otros natural. Los maravillosos padres de tu historia sienten que ya no tienen actualizaciones y su fin se acerca. Se sinceran pero, tan maravillosamente contado, vemos ese amor que también, quien sabe, podría tener una máquina.
    Me han encantado la forma y el punto de vista. Delicioso relato, Aurora. Suerte y abrazos.

Leave a Reply