39. Y a ti en todos los mares
Llevo muchos mares en los ojos, tantos que no sabría nombrarlos… Pero qué importa, el mar es siempre el mar: esta bahía gris se solapa con las playas azules de mi infancia; la tempestad que azotó mi barco en aguas de Sicilia iguala a una tormenta frente a las costas de Tasmania; la angustia de mi propio naufragio es la misma del Titanic, del Pequod, de cuantos navíos reales o imaginarios han sufrido las iras del dios de los océanos.
No recuerdo cuándo dejé de contar años, ni cuándo, hastiado, me establecí en este puerto elegido al azar. Ese día morí un poco, como cualquier marino anclado en tierra. Pronto la descubrí y nos reconocimos. No puede hablar, pero sé que los dos guardamos añoranzas y maldiciones. Ella añora los tiempos gloriosos en que atraía las naves con su canto, y maldice al escultor que logró atrapar su espíritu en esa grácil anatomía de bronce varada en Copenhague. En cuanto a mí, el poeta mintió: sí, acepté la inmortalidad a cambio de no regresar, y hace siglos que maldigo mi vida y añoro cada día que renuncié a pasar contigo, amada Penélope. ¿Hasta cuándo estuviste tejiendo y destejiendo tu corazón?
Al final Ulises sí que sucumbió al encanto de una sirena. Se hizo inmortal, pero solo para lamentar su decisión sin vuelta atrás de regresar a casa con quien debió hacerlo y le esperó fielmente.
Todo tiene un precio, la inmortalidad también, un tiempo sin límite que puede que solo sirva para lamentarse por lo perdido.
Una hermosa visión del clásico, adaptado al tema propuesto, contado con gran sensibilidad.
Unabrazo y suerte, Ana
Ana, me encanta cómo das la vuelta a la historia de Ulises y propones un final alternativo. Quizás nunca debió marchar… Por cierto, qué bien escrito está.
Un abrazo y suerte.
Es difícil resistirse a una sirena, los microrrelatistas lo sabemos bien, que metemos una en nuestros relatos a la menor ocasión 😅. Si ya siendo mortal tiene uno tiempo de sobra para lamentar ciertas cosas, siendo inmortal ni te digo.
Muchas gracias por tu comentario, Ángel, siempre buscas tiempo para todos, y eso es muy de agradecer, y más hoy día. Un abrazo.
La historia de Ulises está tan arraigada en nuestra cultura mediterránea y contiene tantos matices que se presta mucho a reelaborarla.Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo, Rosalía.