47. LEYENDAS (Concha García Ros)
Cuenta la leyenda que los hombres festejaban el fin de año con uvas y relojes. ¿Qué qué era eso? Unos aparatos para medir el tiempo. ¿El qué? Aún eres pequeño para entender, además hace tanto… Fue antes de que llegaran los libertadores, cuando los días no eran todos iguales, antes de que dejáramos de tener sueños y pasiones. Pero qué felices somos así, sin dolor, sin futuro. Anda, no preguntes más, aún eres pequeño para entender.
La curiosidad de los niños puede ser a veces muy incómoda y difícil de explicar. Suerte y abrazos Concha.
Sí, es cierto. Deberíamos prestar siempre atención a esa curiosidad y a esas preguntas porque nos harán recordar cosas que de tan cotidianas habíamos olvidado. Un abrazo, Manuel
¿Cómo los nombras? ¡Libertadores!
No, por favor, ese futuro no.
Excelente Concha. Mucha suerte.
Muchas gracias, Ton, por pasarte y comentar. Un buen momento el final de año para reflexionar sobre nuestros pasos, ¿verdad? Un abrazo
No sé si está del todo mal que no haya relojes, pero que nadie nos quite los sueños y las pasiones, aunque a veces causen dolor.
Un saludo y suerte
Totalmente de acuerdo contigo, Ángel, sin relojes pero dueños de nuestro tiempo. Un abrazo
Concha, coincido con Angel, es importante mantener los sueños. Suerte y felices fiestas
Sin sueños ni pasiones perderíamos nuestra humanidad. Un abrazo, Calamanda
Hola Concha.
Sin sueños, no hay futuro ni esperanza.
Te deseo mucha suerte.
Un besazo.
Muchas gracias, guapa, siempre me alegra tu visita. Un besazo también para ti.
Ese futuro no lo quiero, prefiero el dolor a no sentir nada.
Sí, Mari Carmen, más nos vale sentir. Un abrazo
Qué miedo un futuro así Concha! Espero que no se trate de un sueño premonitorio… Muy bueno tu relato. Suerte!!!
Muchas gracias, Yashira. No lo he soñado, jaja, menos mal. Es una reflexión que me parece apropiada para estas fechas o para otras cualquiera. Un besote.
Futuro estilo «Un Mundo Feliz». Ojalá sigamos siendo humanos mucho tiempo, con cada día distinto al otro, con dolor pero también sueños. Besote y suerte.
Sí, Ana, efectivamente trato de hacer un guiño a «Un mundo feliz». Saquemos lo más humano de nosotros antes de que sea tarde. Besotes, compi.
Hola Concha,
A este «paraíso» particular le he puesto música. Tienes tu micro en melotemía.
Espero que te guste.
Un beso y Feliz Navidad.
Muchas gracias, Ginette, por este regalo navideño! Un placer que le hayas puesto música. Besos!
Claro, Ana, esperemos más bien que no caminemos hacia ese futuro. Muchas gracias por tus palabras. Un beso y Feliz Navidad también para ti.
Pues fíjate que yo sí veo futuro.
Tu misma lo nombras en ese pequeño. Aunque es un futuro totalmente descafeinado.
Besos.
No sé si se puede hablar de futuro si los días son todos iguales. Esperemos que ese niño no se canse nunca de hacer y hacerse preguntas. Gracias,Virtudes, por pasarte y comentar. Un abrazo
Concha, que Dios nos proteja de esos libertadores, esos que quieren que tengamos un pensamiento único, sin sueños ni opciones para elegir, ¡terrorífico! Ya tengo un deseo para este año, que ese futuro que tú has reflejado nunca se haga realidad. Muy bueno. Abrazos.
Ojalá no dejemos que nos ocurra algo así, como humanos que somos y que queremis seguir siendo. Muchas gracias, Salvador, por pasarte por aquí. Un abrazo
Me gusta el juego que propones en el que medir el tiempo parece una carga, y de hecho lo es para todos nosotros, pero la liberación de esa carga es una solución aún peor.
Una de las grandes conquistas pendientes para nuestro futuro próximo será ser cada vez un poco más dueños de nuestro tiempo personal, ese Kairos que tú defiendes tan honradamente.
Enhorabuena! Como siempre una excelente propuesta.
Besos
Cari, ya sabes, como siempre, nos vemos en Kairos;)
Muchas gracias por tus palabras, que invitan a la reflexión. Un beso
Me gusta tu relato, que veo como una reflexión acerca del valor de lo que tenemos
Suerte!
Reyes, que sepamos valorar lo que tenemos antes de que lo perdamos, parece sencillo pero no lo es. Gracias por comentar. Un abrazo
Estoy totalmente de acuerdo con Cari y en la lucha constante que tenemos contra el tiempo.El segundo que acaba de pasar ,el minuto que no vuelve ,las horas que se van, los años que se nos pasan …volando.La crueldad mortal de cada instante que se nos va y que siempre intentamos aprovechar. Todo ese dolor con el que vivimos segundo a segundo no sería nada comparable con la unísona monotonía,de una vida ficticia y facilona exenta de retos y dificultades.
Felicidades por el micro.
Paoli, me gusta mucho tu comentario. Esa visión del tiempo como Cronos que se nos impone como una carga, pero que como contrapartida nos abre la puerta al Kairos, que tanto defiendo. Muchas gracias por tus palabras. Un beso
El día que dejemos de tener en cuenta el tiempo, esa cuarta dimensión, seremos más felices…buieno, no lo sé, pero yo abandoné el reloj hace años porque me pasaba el día mirándolo y ahora disfruto más de los días, se me hacen más largos porqu eno veo pasar los minutos. Un abrazo.
Lo importante Eva no es tanto medir el tiempo como ser dueños del nuestro. Me alegro de que no tengas que esclavizarte a un reloj. Gracias por pasarte. Un beso
Tu relato es un espejo de la realidad. Lo has narrado con mucha frescura.
Suerte y felicidad, Concha
Más bien un anticipo de lo que se nos puede venir encima, aunque la deshumanizacion en cierto sentido ya vive entre nosotros. Un abrazo, María Jesús.
Me parece un relato muy cargado de intención. El diálogo narrado está muy bien logrado y la condensación me parece un recurso más utilizado adrede. Una idea ambiciosa que a mi entender has conseguido cuajar a la perfección con el resultado final. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio, cómo agradezco tus comentarios. Me alegro de que te haya llegado esa intención que prestende mi relato. Un abrazo, maestro.
Leyenda del futuro. Curioso. Como leyenda que es, a saber si será verdad… 🙂
Jaja, es verdad, Edita, vete a saber… Gracias por pasarte y comentar. Un beso
La frialdad que llegará. Ahora entiendo a algunos políticos cuando dicen que con ellos el futuro ya ha llegado. Este y el relato 26 coinciden en un panoroma futurista desangelado, pero con diferentes perspectivas. Bien hilado, mucha suerte, Concha.
Muchas gracias, Lorenzo. Espero que nos aguarde un cálido futuro. Un beso
Bueno, pues yo tu relato lo veo desde una perspectiva muy positiva. Este presente del futuro que describes no necesita medir el tiempo. Eso les evita vivir sometidos a él como en la sociedad actual y estresante en que vivimos.
Y, por otra parte, se deja de tener necesidad de los sueños cuando se logra lo que uno anhela.
Por tanto ese futuro en el que se vive en un presente puro y en el que cada uno tiene lo que necesita y no desea nada más me parece un mundo interesante.
Es más, creo que la felicidad se esconde detrás de tu relato.
Besos
Me gusta que le hayas dado la vuelta con esa energía positiva a mi relato. Muchas gracias, Isabel. Un beso.
Concha, te has marcado un excelente relato de los que llama(ba)n de ‘anticipación’. No es tanto un relato futurista como un adelanto en el tiempo, un ver el presente desde una posición cronológicamente adelantada. Un acierto para el tema, sin duda. Y, además, lo haces en clave de distopía, como si fuese una anti-utopía, lo contrario a nuestros deseos: un tiempo sin tiempo, sin dolor pero también sin futuro. ¿Libertadores? Qué ironía.
Y todo este rollo, solo para decirte que enhorabuena, que me parece un magnífico relato con una propuesta muy interesante para el mes.
Saludos navideños.
Eduardo, es un placer leer tus comentarios, con ese análisis que haces del relato. Espero que esa distopía se quede sólo en un mal sueño. Muchas gracias por tus palabras. Un beso
Un relato con tintes orwellianos y muy interesante. No dejas con la incógnita de saber quienes son esos libertadores, si vinieron de fuera o ya estaban entre nosotros… Muy buen trabajo.
Suerte y Felices Fiestas
Me inclino a pensar que ya estaban, ya se sabe que el hombre es lobo para el hombre. Muchas gracias por pasarte y comentar. Un abrazo y felices fiestas, Anna.