507. EL VIEJO CAMPANO, de Árgoma
Otra tarde que la niebla sube por el valle cubriéndolo todo, llegara a los puertos antes que el sol se esconda tras las peñas. Camina Toño por el bosque, pensativo, sube a ver las yeguas, como siempre quiere echarlas mas arriba, donde los pastos están sin tocar aun. Ha pasado por los mismos lugares una, dos, tres, mil veces, la roca enorme solitaria, el árbol partido por un rayo, el claro donde alguna vez vio al lobo… Siempre es igual. Pero esta vez ve algo entre unas matas que le llama la atención, se acerca y recoge un campano, sorprendido se da cuenta que es de \»la vieja\», una vaca tudanca de Fermín, un vecino. Mejor dicho era, porque la vaca murió va para 10 años. Lo guarda y cuando baja al pueblo rodea por el callejo que va a casa de Fermín. Le encuentra de espaldas en el patio reparando unas hoyas, no le ha oído, así que despacio saca el campano del morral y lo menea, Fermín deja lo que esta haciendo y sin girarse dice: el campano de \»la vieja\».
Toño lo posa en la tapia de piedra y sigue para su casa.