Cuánto has contado con pocas palabras. Muy sugerente ese regreso con el fruto de la noche en sus entrañas. De esos trescientos intentos, unas nacen y otros se malogran, pero han logrado perpetuar la estirpe de una isla de mujeres que sólo utilizan a los varones como un mal necesario para asegurarse su continuidad, sólo parecen necesitarlos para eso, ellas son felices en su isla. Esta es mi interpretación. Ya me dirás si me he acercado.
Suerte y un saludo.
Ángel, no solo te has acercado sino que te has quemado, perfecto análisis. Solo enfatizar un dato, las cifras no son aleatorias, estadísticamente el 52% de los nacimientos son varones. Tal vez la palabra malograr queda un poco «blandita» para lo que realmente hacían a los nacidos varones. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Espeluznante historia, con pocas palabras y muy bien contada. Yo interpreto que se asesina a los bebés varones. En una auténtico odio hacia el hombre, ¿no? De ahí el nombre de la isla. Suerte y un abrazo
Concha, lo has interpretado perfectamente, las pequeñas lápidas dan fe. También has acertado lo del nombre de la isla. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Virtudes, tienes razón, es una maldición, pero la naturaleza es sabia y nos ha hecho dependientes en ese aspecto. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Este mes se deberían emparejar relatos. El tuyo, Salvador, es perfecto para leer antes del 11, de Ginette.
Breve, pero no se necesitan más explicaciones.
Un abrazo.
Impactante micro, amigo Salvador. Puede que ellas odian a los hombres, pero a la hora de la verdad les necesitan para procrear. Pocas palabras para decir mucho. Un fuerte abrazo, amigo, Sotirios.
Sotirios, a parte de reflejar la espeluznante muerte de los nacidos varones, he intentado plasmar lo que tu has comentado. Muchas gracias, amigo, por tu comentario. Abrazos.
Hola Salvador. En términos de producción animal parece suficiente para perpetuar la especie… Bueno, evidentemente es ficción, aunque lo contrario exista en ciertos países… Suerte y un abrazo.
Eva, tienes razón , sin ser tan brutal, en muchos países el simple hecho de nacer mujer es una losa de discriminación. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Inquietante, muy inquietante. Tres párrafos de una línea, una coda a modo de conclusión (que, si me permites una sugerencia, yo habría puesto como título), y todo un hálito sugerente que queda flotando ante el lector. Muy interesante y bien conseguido.
Saludos.
No solo te lo permito, sino que acepto de buen grado tus sugerencias. La verdad es que barajé esa posibilidad, pero al final opté por un número frío y estadístico para el título, y dejé que las lápidas apuntalaran la barbarie con el nombre de la isla. Muchas gracias Eduardo por tu comentario. Abrazos.
Edita, me alegra que hayas hecho los deberes, jajaja. Era mi intención que, después del frío cálculo matemático, nos diéramos cuenta de las vidas segadas por el solo hecho de nacer varón. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Poco hemos evolucionado, seguimos naciendo más varones, son más las viudas, nos van malogrando poco a poco y encima ya casi no nos usan para nada de nada.
Salvador, nos tienen en un sin vivir, pero por lo menos antes nos usaban ¿Quién no ha soñado alguna vez, ser el semental de una tribu de Amazonas? Yo si. Ahora me da una pereza enorme.
Un abrazo
Epi, ten en cuenta que todo animal que no es necesario, u órgano que no se usa, por propia evolución se extingue o desaparece, jajaja. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Parece muy duro cuando son los niños/hombres los sacrificados. Y sin embargo todos sabemos que es justo al contrario. Nunca deberíamos olvidar ni resignarnos a tantos crímenes impunes como se siguen cometiendo en la actualidad contra las niñas y mujeres. Valioso toque de atención.
Suerte y saludos.
Rafa, tienes toda la razón. En este mundo que es el nuestro, niñas y mujeres están más expuestas a estos crímenes muchas veces impunes, barbarie a la que hacemos oídos sordos, esa es nuestra culpa. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Creo que es un micro redondo. Sugieres tanto sin decir apenas nada…
Has hecho una composición brillante, fruto del talento, sí señor.
Felicidades y mucha suerte.
Un abrazo.
Salvador este mes has escrito un relato preciso y contundente que demuestra las contradicciones en las que caemos los humanos, y de lo que somos capaces de hacer consiguiendo unos resultados nefastos.
Mayoritariamente la mujer ha sido infravalorada, pero también al hombre se le ataca por parte de diferentes sectores.
Debería haber un equilibrio entre ambos y no luchar unos contra otros sino juntos.
Te felicito Salvador y te deseo suerte.
Abrazos
María Elena, tienes razón. Los extremismos tienen consecuencias nefastas, evidentemente el relato sería un caso extremo, pero en el mundo existen estas salvajadas sobre todo con las mujeres. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Nanorelato que da escalofríos. No sé si el porcentaje de 52% equivale a la población mundial de hombres, que,si fuera así, aún le daría más valor a tu isla misandria.
Lorenzo, el 52% es una cifra estadística real que hace referencia no a la población mundial de hombres, sino al porcentaje de nacimientos varones. Por lo que de trescientos embarazos, aproximadamente 156 serían varones. Nuestras «amazonas» llevaban al extremo su obsesión. Muchas gracias por pasarte y comentar. Abrazos.
Una historia en la que la minoría, (48%) determina la suerte de la mayoría (52%), muy bueno, la realidad nos muestra que cada día la mujer va adquiriendo más espacios y superando en muchos campos a los hombres. Suerte con tu relato este mes.
Saludos.
Beto, en este caso la suerte de los varones la imponen con su extremismo las mujeres de la isla. Tienes razón en lo que dices, la mujer va adquiriendo espacios que por derecho le corresponden. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Originalísimo relato, en el que se cuenta todo a través de unas frías estadísticas.
No se si estas sociedades de mujeres son leyenda o han existido realmente, pero a mi me dan escalofríos solo de pensarlo. (y eso que soy mujer)
Besos
Asun, realmente tampoco sé si son leyenda o no, pero al final, el mensaje que intentaba transmitir es que todo extremismo es una sinrazón y no tiene cabida en una sociedad. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Inés, un odio tan arraigado que sacrificaban a todo varón nacido, su estigma era que tenían que recurrir a ellos necesariamente. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias y abrazos.
Numeros y letras para componer un relato que nos lleva a una islaLas e donde los varones no salen muy bien parados. Felicitarte por tu relato, menos es más. Me gusto «Isla Misandria».
Un beso
Un verdadero microrrelato, con tintes mitólogicos y donde el título juega el papel fundamental de proporcionar la cuenta. Así debe ser en este creciente género literario: el título juega.
Modes, pretendía que la fría estadística contrastara con la barbarie del sacrificio de los varones, me alegra mucho si mínimamente lo he conseguido. Muchas gracias por pasarte y comentar. Abrazos.
Conciso pero contundente en su mensaje. A pesar de la frialdad de las cifras, su lectura deja una marca candente que invita a la reflexión. No es fácil lo que has conseguido, Salvador. Un saludo afectuoso y suerte.
Ximens, como tú bien dices, es cuestión de tiempo que la ciencia nos haga prescindibles, y entonces miedo me da, jajaja. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
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Cuánto has contado con pocas palabras. Muy sugerente ese regreso con el fruto de la noche en sus entrañas. De esos trescientos intentos, unas nacen y otros se malogran, pero han logrado perpetuar la estirpe de una isla de mujeres que sólo utilizan a los varones como un mal necesario para asegurarse su continuidad, sólo parecen necesitarlos para eso, ellas son felices en su isla. Esta es mi interpretación. Ya me dirás si me he acercado.
Suerte y un saludo.
Ángel, no solo te has acercado sino que te has quemado, perfecto análisis. Solo enfatizar un dato, las cifras no son aleatorias, estadísticamente el 52% de los nacimientos son varones. Tal vez la palabra malograr queda un poco «blandita» para lo que realmente hacían a los nacidos varones. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Espeluznante historia, con pocas palabras y muy bien contada. Yo interpreto que se asesina a los bebés varones. En una auténtico odio hacia el hombre, ¿no? De ahí el nombre de la isla. Suerte y un abrazo
Concha, lo has interpretado perfectamente, las pequeñas lápidas dan fe. También has acertado lo del nombre de la isla. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Muy explicito el nombre de la isla.
Pero no por eso las amazonas dejan de aparearse. Los necesitan. Esa es su maldición.
Suerte. Saludos.
Virtudes, tienes razón, es una maldición, pero la naturaleza es sabia y nos ha hecho dependientes en ese aspecto. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Este mes se deberían emparejar relatos. El tuyo, Salvador, es perfecto para leer antes del 11, de Ginette.
Breve, pero no se necesitan más explicaciones.
Un abrazo.
Patricia, creo que va a ser un tema bastante recurrente. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Matemático y conciso. Una joyita.
Felicitaciones
Un abrazo y mucha suerte.
Luis, muchas gracias por tus palabras. Un abrazo y mucha suerte también para ti.
Impactante micro, amigo Salvador. Puede que ellas odian a los hombres, pero a la hora de la verdad les necesitan para procrear. Pocas palabras para decir mucho. Un fuerte abrazo, amigo, Sotirios.
Sotirios, a parte de reflejar la espeluznante muerte de los nacidos varones, he intentado plasmar lo que tu has comentado. Muchas gracias, amigo, por tu comentario. Abrazos.
Enhorabuena por haber conseguido un relato tan bueno, breve y original
María Jesús, muchas gracias por tus gratificantes palabras. Abrazos.
Hola Salvador. En términos de producción animal parece suficiente para perpetuar la especie… Bueno, evidentemente es ficción, aunque lo contrario exista en ciertos países… Suerte y un abrazo.
Eva, tienes razón , sin ser tan brutal, en muchos países el simple hecho de nacer mujer es una losa de discriminación. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Inquietante, muy inquietante. Tres párrafos de una línea, una coda a modo de conclusión (que, si me permites una sugerencia, yo habría puesto como título), y todo un hálito sugerente que queda flotando ante el lector. Muy interesante y bien conseguido.
Saludos.
No solo te lo permito, sino que acepto de buen grado tus sugerencias. La verdad es que barajé esa posibilidad, pero al final opté por un número frío y estadístico para el título, y dejé que las lápidas apuntalaran la barbarie con el nombre de la isla. Muchas gracias Eduardo por tu comentario. Abrazos.
Aunque me has hecho hacer cuentas, te lo perdono porque ha valido la pena. 🙂 El relato es corto pero matón. Me encanta.
Edita, me alegra que hayas hecho los deberes, jajaja. Era mi intención que, después del frío cálculo matemático, nos diéramos cuenta de las vidas segadas por el solo hecho de nacer varón. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Poco hemos evolucionado, seguimos naciendo más varones, son más las viudas, nos van malogrando poco a poco y encima ya casi no nos usan para nada de nada.
Salvador, nos tienen en un sin vivir, pero por lo menos antes nos usaban ¿Quién no ha soñado alguna vez, ser el semental de una tribu de Amazonas? Yo si. Ahora me da una pereza enorme.
Un abrazo
Epi, ten en cuenta que todo animal que no es necesario, u órgano que no se usa, por propia evolución se extingue o desaparece, jajaja. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Parece muy duro cuando son los niños/hombres los sacrificados. Y sin embargo todos sabemos que es justo al contrario. Nunca deberíamos olvidar ni resignarnos a tantos crímenes impunes como se siguen cometiendo en la actualidad contra las niñas y mujeres. Valioso toque de atención.
Suerte y saludos.
Rafa, tienes toda la razón. En este mundo que es el nuestro, niñas y mujeres están más expuestas a estos crímenes muchas veces impunes, barbarie a la que hacemos oídos sordos, esa es nuestra culpa. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Hola, Salvador.
Creo que es un micro redondo. Sugieres tanto sin decir apenas nada…
Has hecho una composición brillante, fruto del talento, sí señor.
Felicidades y mucha suerte.
Un abrazo.
Towanda, tus palabras me halagan, muchas gracias por este regalo de comentario. Abrazos y felicidad y suerte también para ti.
Salvador este mes has escrito un relato preciso y contundente que demuestra las contradicciones en las que caemos los humanos, y de lo que somos capaces de hacer consiguiendo unos resultados nefastos.
Mayoritariamente la mujer ha sido infravalorada, pero también al hombre se le ataca por parte de diferentes sectores.
Debería haber un equilibrio entre ambos y no luchar unos contra otros sino juntos.
Te felicito Salvador y te deseo suerte.
Abrazos
María Elena, tienes razón. Los extremismos tienen consecuencias nefastas, evidentemente el relato sería un caso extremo, pero en el mundo existen estas salvajadas sobre todo con las mujeres. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
A veces sobran mil palabras para explicar y sugerir un mundo. Tu relato es de una concisión perfecta y envidiada. Abrazo.
Marcos, muchas gracias por pasarte y por tus motivadoras palabras. Abrazos.
Muy original relato, que aunque es breve no le falta explicación alguna.
Un abrazo
Blanca, muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Nanorelato que da escalofríos. No sé si el porcentaje de 52% equivale a la población mundial de hombres, que,si fuera así, aún le daría más valor a tu isla misandria.
Lorenzo, el 52% es una cifra estadística real que hace referencia no a la población mundial de hombres, sino al porcentaje de nacimientos varones. Por lo que de trescientos embarazos, aproximadamente 156 serían varones. Nuestras «amazonas» llevaban al extremo su obsesión. Muchas gracias por pasarte y comentar. Abrazos.
Ana, muchas gracias por tu comentario. Abrazos y suerte también para ti.
Un porcentaje preciosamente contado.
Abrazos.
María, 100% gracias por tus palabras. Abrazos.
Con que poquito dices tanto. Y cuánto trabajo hay detrás. Enhorabuena. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio, muchas gracias por tu comentrio. Abrazos y mucha suerte también par ti.
Una historia en la que la minoría, (48%) determina la suerte de la mayoría (52%), muy bueno, la realidad nos muestra que cada día la mujer va adquiriendo más espacios y superando en muchos campos a los hombres. Suerte con tu relato este mes.
Saludos.
Beto, en este caso la suerte de los varones la imponen con su extremismo las mujeres de la isla. Tienes razón en lo que dices, la mujer va adquiriendo espacios que por derecho le corresponden. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Juan, encantado como siempre por tus palabras. Me alegra mucho que el texto te haya gustado. La admiración es mutua. Abrazos.
Originalísimo relato, en el que se cuenta todo a través de unas frías estadísticas.
No se si estas sociedades de mujeres son leyenda o han existido realmente, pero a mi me dan escalofríos solo de pensarlo. (y eso que soy mujer)
Besos
Asun, realmente tampoco sé si son leyenda o no, pero al final, el mensaje que intentaba transmitir es que todo extremismo es una sinrazón y no tiene cabida en una sociedad. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Original, corto y de los que te hacen pensar. Se vislumbra una especie de odio hacia aquello que necesitan.
Enhorabuena, me gusta mucho.
Abrazos.
Inés, un odio tan arraigado que sacrificaban a todo varón nacido, su estigma era que tenían que recurrir a ellos necesariamente. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias y abrazos.
Numeros y letras para componer un relato que nos lleva a una islaLas e donde los varones no salen muy bien parados. Felicitarte por tu relato, menos es más. Me gusto «Isla Misandria».
Un beso
Esther, me alegra que te haya gustado, y muchas gracias por pasarte. Abrazos.
Me ha gustado cómo te sirves de la contundencia de los números en un relato con muy pocas letras. Muy buen trabajo.
Saludos y suerte
Anna, muchas gracias por tus palabras. Abrazos y suerte también para ti.
Un verdadero microrrelato, con tintes mitólogicos y donde el título juega el papel fundamental de proporcionar la cuenta. Así debe ser en este creciente género literario: el título juega.
Óscar, muchas gracias por pasarte y por tu comentario. Abrazos.
Relato contundente y especialmente frio.
Como frías son las simples estadísticas.
Como frías son las cifras.
Un 52 por ciento,…y?
Pero llegar a esa isla, y ver 156 lápidas…
Aterrador.
A veces no es necesario extenderse más. Y en este caso la brevedad es un plus.
Joder, que bueno.
Modes, pretendía que la fría estadística contrastara con la barbarie del sacrificio de los varones, me alegra mucho si mínimamente lo he conseguido. Muchas gracias por pasarte y comentar. Abrazos.
Conciso pero contundente en su mensaje. A pesar de la frialdad de las cifras, su lectura deja una marca candente que invita a la reflexión. No es fácil lo que has conseguido, Salvador. Un saludo afectuoso y suerte.
Juana Mª, me encanta que te invite a la reflexión. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos y suerte para ti también.
Está claro, por ahora necesitan a los hombres. Cuestión de tiempo. Conociéndome, yo haría lo mismo, no me aguanto, jeje. Suerte a fin de mes.
Ximens, como tú bien dices, es cuestión de tiempo que la ciencia nos haga prescindibles, y entonces miedo me da, jajaja. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Muy breve y explícito, pero impactante y muy bueno. Además unes literatura y matemáticas, muy completito en eso.
Te deseo suerte. Un abrazo.
Antonia, muchas gracias por tus palabras. Abrazos.