53. Y vuelta a empezar (Aurora Rapún Mombiela)
No se te dan bien. Te atropellas, te enredas, te confundes. Una mirada cruzada, una sonrisa, un guiño. Se te desenfoca el cerebro, imaginas, trazas un sendero de baldosas amarillas. Hasta que vuelve a suceder. Se desmorona. La imagen cae trae los cristales rotos y te das cuenta de que no ha ocurrido nada. Una barra, un vaso, un espejo y tu cara al otro lado diciéndote que no te miraba a ti. Que no se te dan bien los comienzos. Y pides otro trago. A tu lado, alguien que lleva una copa en la mano se acoda en la barra y te roza el brazo. Decides darte otra oportunidad.
Qué paralizante es la timidez y el miedo al vacío, la incertidumbre de no conocer si se estará a la altura. Las vacilaciones iniciales son comprensibles, pues todos los comienzos son complejos por norma, requieren, cuando menos, un esfuerzo extra de adaptación diferente al terreno conocido, pero son pasos necesarios. Tu protagonista lo sabe bien, se conoce a sí misma. Ha pasado otras veces por tragos similares. En ella está el problema, pero también el afán de superación.
Un abrazo y suerte, Aurora
Unos comienzos difíciles en el difícil arte de la seducción, sobre todo para una protagonista tímida. Aunque puede sobreponerse y, quién sabe, tal vez ahora tenga más suerte.
Besos, Aurora.