Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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55. EL TATUAJE

Hay un punto que parpadea en el monitor. Boom-boom. Sandra lo mira sin pestañear. Como si el sonido no brotara de su interior. Como si el latido fuese un intruso.

El latido está, desde hace diez años, en el cuerpo de su hijo. Del mismo que toca concentrado en sus partituras. ¿De dónde le vendrá la afición? Ella no tiene oído para la música. Contiene una náusea al recordar la imagen que le trae la memoria. Un violín tatuado en un brazo. En el brazo que oprimió su cuello. El resto de sensaciones vienen en cascada. El dolor. El miedo. El asco.

Cada noche, antes de dormirse, el niño sigue pidiéndole que le hable de su padre. A la retahíla de virtudes que le atribuye, hoy añadirá que era un excelente músico.

7 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Parece mentira que personas dotadas de sensibilidad para el arte se comporten como auténticos monstruos en ocasiones, pero se ha denostrado que hay quien separa una cosa de otra, el marqués de Sade, según su leyenda,, o algunos nazis. La criatura nada sabe, aunque algo sospecha; su madre le facilita información sobre el progenitor, pero nunca toda, queda al pensamiento de cada uno si actúa así por vergüenza, por proteger al hijo o para intentar que no herede lo peor del personaje.
    Un relato en el que se mezclan con armonía sutil sentimientos y cálculo de consecuencias.
    Un abrazo y suerte, Yolanda

    1. Yolanda Nava Miguélez

      Gracias, Ángel. Debe ser duro para la madre lidiar con la realidad del amor al hijo y el hecho de saber que es fruto de una violación, por eso ha creado para él un padre imaginario lleno de virtudes, entre todas las mentiras emerge el virtuosismo en la música que parece que sí puede venir del monstruoso padre.
      Un abrazo.

  2. Enrique Mochón Romera

    Poco bueno se puede esperar de un «padre» así –si no es imaginario–, al contrario que de esa madre, de probada fortaleza y de un amor capaz de todo, manifiesto sobre todo en ese último párrafo, en el que es evidente que ese latido ha dejado de ser un intruso para ella. Estupendo relato, Yolanda. Mucha suerte con él. Un abrazo.

  3. Enrique Mochón Romera

    Creo que no me explicado bien. Con lo de «si no es imaginario» me refiero a lo bueno que se pueda esperar de esa persona como padre.

  4. Gloria Arcos

    Dura labor la de esa madre cuidando de si hijo sola y temiendo que en cualquier momento se manifiesten en él alguna de las conductas terribles de su padre. De momento ha heredado algo positivo, su afición a la música. Esperemos que solo se quede en eso. Un cálido abrazo, Yolanda.

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