Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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59. Corduras necesarias (Sara Lew)

Jugábamos a encontrarnos en cualquier punto de la carretera, allí donde la nada y la noche se cruzan en mágicas coordenadas. Nunca recelábamos del hotel que nos tocara en suerte mientras tuviese un lecho cálido para albergarnos. Ya en recepción nos desnudábamos con la mirada mientras nos entregaban las llaves, y luego subíamos besándonos por las escaleras de madera apenas iluminadas, o caminábamos abrazados por los pasillos recubiertos de falso terciopelo, o nos acariciábamos lascivamente frente al espejo del destartalado ascensor a modo de preludio de lo que acontecería después. Sin embargo, una vez en la habitación, tú no eras tú y yo no era yo: éramos unos necios, unos locos. Un aburrido matrimonio durmiendo cada uno en su lado de la cama.

20 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Al final la rutina se impone, además del cansancio físico, que los años también pesan.
    Un relato en el que todo se promete, que describe muy bien el ambiente de estos hoteles, con un final inesperado y casi inevitable.
    Suerte y un saludo.

  2. Sara, un microrrelato que nos lleva de la mano desde la pasión hacia la rutina dañina que rompe relaciones, como el viento se lleva sombrillas en la playa. Has conseguido resumir en apenas unas líneas toda una vida.

    Buen trabajo.

    ¡Mucha suerte!

    Abrazos.

  3. Blanca Oteiza

    Sara,
    qué bien has contado, que al final la rutina llega a las vidas y todo lo que promete ser diferente a veces, se queda ahí, en un proyecto.
    Has descrito muy bien el ambiente de los hoteles.
    Un saludo

  4. Pues sí el título lo dice todo, esa pareja necesita un poco más de cordura, la cordura de estar enamorados y aún sentir pasión, que no es nada malo, pero también puede que haya algo de lo que bien dice Ángel, la rutina, el cansancio… relato original y que creo que lo hace grande una expresión muy literaria y difícil de hallar como esta: «allí donde la nada y la noche se cruzan en mágicas coordenadas».

  5. Ana Fúster

    Muchos de los hostales que están apareciendo por aquí son escenario de pasiones. Tú, con esos cambios de punto de vista tan propios de tus relatos, le das la vuelta a la situación. Y te queda redondo, Sara. Besos y suerte.

  6. jose manuel inchausti

    Ella se desnudó mientras llenaba de agua la bañera. Le sugirió seguir jugando con una fantasía que impidiese que se quedaran dormidos cada uno a un lado de la cama. El acepto a regañadientes mientras desnudo, tenía que volver al pasillo y llamar a la puerta como si fuese del servicio del hotel.
    No abrió, se metió en la bañera mientras acariciaba su piel bajo el agua y pensaba que aspecto tendría el camarero.
    Había pasado más de una hora, cuando unas voces del recepcionista la hicieron volver a reír como hacía décadas que no reía.

  7. Lo sorpresa mayor del relato es ¿por qué molestarse en los preludios para volver a la zona de rutina? Dan ganas de sacudirles, de darles el último empujón…
    Original enfoque
    Reyes

  8. Mª Belén Mateos

    Bonito relato. Dicen que la pasión pronto se acaba pero que el amor, el verdadero, prevalece sobre todas las cosas. Aunque un poquito de locura es divertido.
    Un beso Sara.

  9. Rafa Heredero

    Me gusta la forma que tienes de narrar la historia de este matrimonio, enmarcada por el título que tanto necesitan y la sorpresa que descubrimos al final.
    Suerte y saludos.

  10. Qué locura ¿no?, qué despropósito desperdiciar así el disfrute y el amor. La cordura es elegir ser feliz.

    Muchísimas gracias Ángel, Nicolás, Javier, Blanca, Lorenzo, Calamanda, Ana, María, José Manuel, Reyes, Mª Belén, Concha, Paloma, Rafa… por acoger tan bien mi relato con vuestros comentarios.

    Abrazos.

  11. Me ha gustado y me ha sorprendido el final. Le has dado una profundidad que se antojaba complicada ante una situación de un encuentro sexual en un hotel de carretera. Es fascinante la capacidad que tienes para conseguir esos enfoques tan logrados. Mucha suerte 🙂

  12. Victoria de la rutina por encima de las locuras que este matrimonio estaba dispuesto a hacer para recuperar la pasión. Transmites muy bien todo el proceso, desde la magia inicial «allí donde la nada y la noche se cruzan en mágicas coordenadas» hasta el sentimiento de derrota final, cuando acaban «durmiendo cada uno en su lado de la cama».
    Abrazos y suerte

  13. Me ha faltado tiempo, SARA, para decirte lo mucho que me gustó este micro tuyo. En cuestión de renglones que se vuelven años, los personajes pasan de la pasión desmedida a esa «cordura» necesaria que los convierte en necios, prácticamente en extraños. Eso de que «jugaran» a encontrarse en cualquier punto de la carretera me recordó fuertemente a La Maga y a Oliveira, los personajes de «Rayuela».

    Cariños,
    Mariángeles

  14. Izaskun

    Me ha gustado mucho el micro. Transmites muy bien el intento de ponerle un poquito de sal a esa relación, y nos sorprendes con el final inesperado de que la pareja sea un matrimonio. Mención aparte merece la frase “allí donde la nada y la noche se cruzan en mágicas coordenadas” ; mágica hasta el infinito.
    Suerte.

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