Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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61. Dos caminos (Patricia Collazo)

Llevamos días persiguiendo su andar saltarín y el vaivén de su coleta. No lo dices, pero es evidente. Cada mañana esperamos que ella y su grupo se pongan en camino para seguirles los pasos.

Mientras tanto, consultas el mapa o cambias tus calcetines. Te lo digo: tú estás colado por la rubia de los pantaloncitos. Te ríes con ganas, como si fuera absurdo. Pero lo absurdo es que no cojas mi mano y por las noches no te cueles en mi cama como habíamos planeado.

Ya no hablamos. Solo caminamos. Si los de la rubia paran, nosotros también. Si los de la rubia mojan sus pies en un río, nosotros los observamos desde la hondonada.

Una noche decido que ya no más. Identifico las botas de la rubia a las puertas de su cuarto y deposito en ellas trozos de cristal.

A la mañana siguiente las botas no están en el pasillo, ni la rubia, ni su grupo. No se han escuchado gritos, ni urgencias.

La coleta alta se ha esfumado. Dices que mejor partamos temprano. ¿Y qué pasa con la rubia?, pregunto. ¿Qué rubia?, dices encogiéndote de hombros.

Huérfanos de excusas, seguimos juntos, esperando alcanzar pronto la siguiente bifurcación.

4 Responses

  1. Rosa Gómez Gómez

    Patrícia, un Camino De Santiago muy curioso. Está claro que a esta relación le quedan dos telediarios.
    Original y divertido el micro.
    Me ha gustado mucho.

  2. Fernando Garcia Del Carrizo

    Hola Patricia,
    Me ha gustado tu historia y creo que e título es muy acertado describiendo dos formas distintas de vivir lo mismo. Me encanta sobre todo el último párrafo.Suerte.

    PD- Enhorabuena por tu premio de Relatos en cadena.

  3. Ángel Saiz Mora

    Esa chica es de armas tomar, desde luego. Tampoco se le puede negar fidelidad y las cosas claras, pero sus métodos son terribles y ella peligrosísima, como poco. Un camino compartido con otta persona, el de Santiago y el de la vida, sí, pero sin eliminar obstáculos de mala manera, todo de forma civilizada y de motu propio con la otra parte que se pretende.
    Buen e intenso relato, Patricia, como no puede ser de otra forma.
    Un abrazo y suerte

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