Actuar con el convencimiento de que una parte del cuerpo desaparecida aún existe ha de ser una sensación escalofriante, no menos que el que un experto en sanar miembros enfermos, seguidor de pautas físicas y estrictamente científicas, sea testigo de ello.
Breve e inquietante
Un saludo, Adrián, Suerte
Muchas gracias, Ángel. Como siempre, certero en tu comentario. Yo, la verdad, no puedo siquiera imaginar lo que podrían sentir ambas partes. Un saludo para ti también.
Actuar con el convencimiento de que una parte del cuerpo desaparecida aún existe ha de ser una sensación escalofriante, no menos que el que un experto en sanar miembros enfermos, seguidor de pautas físicas y estrictamente científicas, sea testigo de ello.
Breve e inquietante
Un saludo, Adrián, Suerte
Muchas gracias, Ángel. Como siempre, certero en tu comentario. Yo, la verdad, no puedo siquiera imaginar lo que podrían sentir ambas partes. Un saludo para ti también.