Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

65. Bandera blanca (Patricia Collazo)

Nos mirábamos a los ojos y nos preguntábamos qué estábamos haciendo, por qué luchábamos entre nosotros. Eso ocurría siempre que la música empezaba a sonar.

Cuando la novena sinfonía de Beethoven se colaba en nuestras cabezas sudorosas, la batalla se detenía. Abandonábamos las trincheras, bajábamos los fusiles y nos quitábamos los cascos como signo de respeto ante los enemigos caídos.  Abrazados en corros, entonábamos las apasionadas notas de la melodía. No hablábamos, nuestros idiomas eran distintos, pero aun así nos entendíamos.

Hasta que los jefes al mando de uno u otro bando pillaban al desertor que había hecho sonar la música y la silenciaban. El desertor era condenado a muerte por la corte marcial. Y el resto retomábamos la batalla justo donde la habíamos dejado.

10 Responses

  1. Rafa Heredero

    Como homenaje a la música, y como forma de comentario alternativo, quiero compartir con vosotros una canción que esté relacionada con algún aspecto de vuestros relatos. Espero que te guste la que he elegido para el tuyo.

    SMASHING PUMPKINS – Disarm
    https://youtu.be/3VbFf8B6DtM

  2. Ángel Saiz Mora

    La música tiene muchas virtudes. Puede servir de feliz paréntesis en medio del peor de los escenarios y une a las personas, aunque hablen lenguas diferentes, al tratarse de un lenguaje universal, apegado a los sentimientos y no a las gramáticas específicas que separan a unos idiomas de otros.
    En una guerra la humanidad brilla por su ausencia, la vida pierde todo su valor. Un posible acercamiento espontáneo entre los dos bandos es rápidamente silenciado, palabra ésta última aplicable a este relato, que por un lado demuestra que a veces parece que no tenemos remedio, pero también que siempre late en cada individuo un halo de sensatez y, por lo tanto, de esperanza.
    Un abrazo y suerte, Patricia

  3. Ignacio Feito

    Me viene a la mente la vieja historia de los soldados enemigos confraternizando en alguna nochebuena de la I Guerra Mundial: su difusión, real o no, fue prohibida por servicios de propaganda. Si no fue cierta, debió haberlo sido.

    Y cómo no leer esta bonita historia escuchando al gran Battiato y su bandiera bianca desplegada sobre el puente, «…quante stupide galline che si azzuffano per niente…»

    Abrazos en corcheas.

  4. Excelente relato que confirma aquello de que la música (la buena, añado yo) amansa a las fieras. Pero bien que lo pagará quien osó alterar el desorden establecido. Faltaría más.
    Enhorabuena, suerte y abrazo.

Leave a Reply