68. MOLOTOV
Sito se cubre el rostro con el pasamontañas y lanza la botella encendida contra el banco. Después, corre tras la barricada de contenedores. Siente la adrenalina, la rabia, el miedo. La nostalgia de una infancia que le robaron demasiado pronto. Igual que les están robando todo.
De repente, una sinfonía de sirenas les envuelve y anula los gritos de la multitud. Hasta la voz nos roban, piensa.
Cuando llegan las lecheras la gente sale huyendo. Solo unos pocos se quedan, pero Sito no puede. Corre hacia el rio, donde Pancho le espera. Montados en sus bicicletas de saldo cruzan el puente, rumbo a las afueras del extrarradio.
Llega a tiempo al colegio, y la sonrisa de su hermana ilumina el día y apaga el dolor. Ella le cuenta que ha dibujado un arcoíris con los dedos, y él le dice que pintó una hoguera de verdad.
En casa su madre cocina, con los ojos ciegos y las manos que ven. Después de cenar se sientan en el sofá y se cubren con dos mantas viejas. Entonces, Sito abre ese libro antiguo que tanto le gusta a su madre y comienza a leer: “En un lugar de la Mancha…”
Muy emotivo, sis. Y duro, también. Me encanta el final.
Un besazo.
Gracias sis, la vida puede ser muy dura.
Besotes!
Faltaba por llegar la versión del quijote niño y helo aquí .Un cóctel (molotov también) de emociones y contrastes, de injusticias y dolor, de rabia y violencia de escape.
Gracias, Edita. Creo que deberíamos pararnos más a menudo y buscar el origen de la violencia.
Un Quijote actual sería alguien, como don Alonso Quijano, con una ética y unas reglas no acordes con las establecidas, o impuestas, según se mire, con ganas de cambiar la sociedad, con un proceder activo, por lo que podría encajar con un activista. Don Quijote no tiene cócteles molotov (aún no se habían inventado), pero si lo pensamos bien, también recurre a la violencia cuando arremete contra los molinos o un rebaño de ovejas, o libera a los galeotes. Por otro lado, o al mismo tiempo, las injusticias y desigualdades perduran desde tiempos de Cervantes.
Un relato con el espíritu quijotesco y la actualidad eterna de ese «libro antiguo».
Un abrazo y suerte, Rosalía.
Muchas gracias, Ángel. La violencia es un tema con muchas aristas: a veces la condenamos y otras la revestimos de épica.
Un abrazo para ti también.
Sito está teniendo una excelente fuente literaria de la que beber, aunque eso provoque que su ideal por ir contracorriente le vaya a llevar, tarde o temprano, a probar las porras de los que se bajan de las lecheras. Hasta entonces, que continúe disfrutando de la lectura, que ayude en casa y que siga con la rebeldía propia de la edad. Muy bueno, Rosalía. Un abrazo grande.
Pues sí, en algún momento probará las porras. Una lástima, porque en el fondo es un buen chico que cuida de su hermana y de su madre.
Un abrazo y muchas gracias, jefe.
Un adolescente crecido en los aprietos del mundo. Resulta evocador y tierno, por la unión de esa familia en dificultades. El personaje de la madre es precioso, “ ojos ciegos y manos que ven”.
Y además son sabios: ¿qué familia se pone a leer el Quijote, rodeados como estamos de tantos reclamos?
Pobre adolescente, que se enfrenta a los molinos del sistema que los engulle. Tan pobres que pueden pagar internet, quizás por eso leen libros viejos.
Muchas gracias por leer y comentar, Rosa.
Hola, Rosalía. Puede que mi interpretación esté errada, pero la mención del pasamontañas y la bomba molotov me hace pensar que el protagonista vive en la frontera de Gaza o en alguno de estos países que actualmente están en guerra. Supongo que su madre cocina «con los ojos ciegos y las manos que ven» porque tiene alguna herida producto de la guerra en que viven, que la ha dejado ciega, y el hecho de que tengan un viejo ejemplar del Quijote me dice que pese a la realidad en la que viven, en esa casa no falta ni la cultura ni el amor, porque esa madre procura que él y su hermana vayan a la escuela. También es llamativa la ausencia del padre: ¿Habrá muerto en la guerra? ¿Será un soldado? ¿O simplemente esa madre es madre soltera? En fin, todo esto es el jugo que le he podido exprimir al micro; vos dirás si acerté en algo o si me hice mi propia película…
Un beso y suerte para vos,
Mariángeles
Hola Mariángeles!
Pues un poco te has desviado, sí. Es tan solo una familia precaria, monomarental y con discapacidad, como tantas en cualquier país, que sobrevive como puede en medio de la opulenta sociedad occidental.
Pero bueno, tu película es bastante realista, por desgracia. Es una buena interpretación. A esta familia todavía no la bombardean.
Un abrazo transatlántico para vos también.
Sito, un chaval que se rebela contra la injusticia de la vida que le ha tocado vivir. Idealista, inconformista. La parte buena es que va a la escuela y que tiene una hermana que dibuja arcoíris.Me encanta ese toque de poesía y esperanza que le has dado.
Su héroe, su libro de aventuras, tenía que ser el Quijote. Aplaudo la idea.
Suerte, Rosalía
Muchas gracias, Pilar. En casos como estos la familia es el único refugio.
Un besazo.
Rosalía, me gusta mucho tu micro, con mucho arte has conseguido juntar en tan solo unas líneas: injusticia social, violencia, familia, dulzura, incluso una discapacidad. Y lo mejor lo has dejado para el final: el consuelo que nos ofrece siempre la literatura.
¡Bravo!
Un abrazo grande
Muchas gracias, Sara. Los molinos de este Quijote son reales, y demasiado grandes para él.
Otro abrazo para ti también!
Muy bonito y certero en la identificación de los dos chavales con Sancho y Quijote (Sisto) Es además muy emocionante ver cómo un libro podría ser bien interpretado por la juventud, ese final comenzando a leerlo como muchas noches.