70. UN DULCE RECUERDO (Fernando Antolín Morales)
Esposado, las macabras imágenes del vídeo humedecen los ojos de Alberto.
«Por fin este desgraciado muestra algo de arrepentimiento», se dice el padre de María.
Pero sus lágrimas... son de nostalgia. Qué dulce recuerdo.
Quien ha cometido una fechoría, más de la clase que se insinúa, debe ser retirado de la sociedad para que no vuelva a reincidir. En las penas de cárcel se contempla, en principio, la posibilidad de reinserción, pero en el caso de este sujeto eso no parece posible, al no conocer siquiera lo que es arrepentirse. Hay personas que no solo son incapaces de albergar ciertos sentimientos propiamente humanos, sino que perciben otros fuera de lugar.
Un relato muy bien construido. Tres líneas cortas son suficientes para transmitir una realidad y dos versiones muy distintas; cada una de ellas, satisface de alguna forma a un personaje y solo el lector dispone de toda la información.
Un saludo y suerte, Fernando
La nostalgia del asesino, el dolor de no poder seguir con sus crímenes enfrentado al dictado de la norma. Un enfoque bastante interesante y plasmado en poco más de treinta palabras creo.
Mucha suerte Fernando!!