Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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72. El capitán de los charcos (Elena Bethencourt)

De mis recuerdos de la infancia siempre destaca aquella tarde. Había llovido un poco y los charcos brillaban en el patio como espejitos del cielo. Cogí una hoja de hortelana de un tiesto y la puse sobre el agua para verla flotar.

Luego reparé en una fila de hormigas que caminaba sin prisa hacia un agujero en la tierra. Con el dedo, hurgué hasta abrir la capa exterior del hormiguero. Me quedé boquiabierto al ver lo organizado que era su interior. Descubrí varios compartimentos, uno con semillas: no pude evitar quitarlas y lanzarlas lejos.

Las hormigas se volvieron locas con mi visita y corrían de un lado a otro sin saber qué hacer. Elegí una al azar y la coloqué con mimo sobre la hoja de hortelana que flotaba en el charco. Le susurré que ahora era la afortunada tripulante de un barco de vela que surcaba los lagos. Miré embelesado su travesía durante horas y cuando me aburrí, soplé con fuerza hasta que la hoja volcó.

Fue un día intenso e inolvidable que, por todos los medios, he intentado repetir  en cada relación.

4 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Tu protagonista empieza bien, lo descrito en el primer párrafo denota sensibilidad, belleza y un toque de nostalgia. Luego todo se empieza a torcer, con dosis de crueldad y capricho que no son simples chiquilladas, pues de alguna manera, aunque no sea literal, aplica ese mismo juego en el que solo él o ella se divierte a costa de sus parejas.
    Orginal y bien contado. Un momento infantil único, aunque emulado en la vida adulta con parecida impiedad.
    Un abrazo, suerte y feliz 2025, Elena.

    1. Los niños son así o eran así, por lo menos en mi época atrapábamos mariposas, renacuajos, saltamontes y ¡qué quieres que te diga!, hurgar en un hormiguero fue una imagen muy interesante que jamás podré olvidar.
      Desde luego, ahora que lo pienso, teníamos poca empatía por los bichillos y ninguna conciencia medioambiental.

      Un abrazo y gracias por leer y comentar.

  2. Rosa Gómez Gómez

    Si, es cierto que en la infancia todos hemos experimentado con las pobres criaturas indefensas. Pero tu protagonista ya de mayor es un verdadero capullito de alhelí.
    Has sabido conducir el relato, chulo!

  3. Rosalía Guerrero

    Elena, me gusta cómo en tu protagonista se mezclan la curiosidad y la crueldad, pero espero no cruzarme con el adulto en que se ha convertido. Un final que pone el cuerpo del revés.
    Un abrazo y feliz 2025

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