95. HISTORIAS CERCANAS (Ana Fúster)
Ya sea porque el roce hace el cariño o porque el azar los puso frente a frente, Lola y LeBron se enamoraron. Una mañana, mientras tocaba el saxo en su apartamento de Harlem, en la 114, él empezó a lanzarle miradas tiernas, y Lola, acodada entre los geranios, le correspondió. Como LeBron era de pocas palabras, fue Lola quien propuso irse a vivir con él. En la boda, sin venir a cuento, algunos invitados se empeñaron en ser protagonistas: Nastia, la vecina rusa de al lado, en vez de la tarta se comió a la arquitecta de la 23, pero la historia no cuajó por la distancia; el pastor, borracho como una cuba, se puso a bailar desnudo, así que los gendarmes de la 118 lo detuvieron por escándalo público.
Cuando Lola y LeBron tuvieron su primer bebé, cada hueco se llenó de biberones, patucos y pañales. Como les apetece aumentar la familia pero no hay margen para más, están pensando alquilar sus dos páginas de la antología de micros a Nastia –ahora felizmente emparejada con Keiko, la geisha de la 109- y mudarse a una novela. Eso sí, breve, que los precios están por las nubes.
Hola, Ana.
Sí que son historias cercanas, la verdad. Quizá tanto como las historias de un libro de relatos. A mí me ha sugerido eso, que son protagonistas de diferentes historias de una antología de relatos.
Me gusta ese comienzo cuando presentas a los protagonistas y se enamoran «porque el roce hace el cariño o porque el azar los puso frente a frente».
Ana, me gusta mucho la idea que propones este mes (o la que yo me he montado con tu micro).
Un beso muy grande y suerte.
Hola, Towi, eso era justo lo que pretendía contar, la historia de varios personajes que están en páginas próximas entre sí en un libro de micros. Muchas gracias por pasarte a comentar y me alegro de que te haya gustado. Besotes.
Me gusta como has explicado la historia. Casi me parecía escuchar el saxo de fondo. Mucha suerte 🙂
Siendo el chico de Harlem, me pareció que le pegaba la música de jazz. Si oíste el saxo de fondo, eso era que algún vecino tuyo estaba escuchando a Maceo Parker o alguno de esos 🙂 Besos y gracias por los buenos deseos.
Ana, una historia divertida y original, con unas frases de inicio y fin dignas de un buen micro. Me ha gustado mucho.
Muchas gracias, Concha, la idea era sobre todo que la historia quedase entretenida de leer. Me encanta saber que contigo lo he conseguido. Besos.
Muy original y de amable lectura.
Un abrazo
Gracias por tu comentario, sí, es un relato sin complicaciones, últimamente me apetecen las cosas amables. Besos.
Muy bonito y actual, Ana. Sabía decisión la de no hipotecarse en un novelón. Viva la literatura breve!
Saludicos
A mí me siguen encantando los novelones esos de 800 páginas o más, siempre que me enganchen, claro, pero ya no está la cosa para Hermanos Karamazov ni similares. Si lleva más de 140 caracteres parece que se hace largo. Pero sí, ¡que viva lo breve!, que si no qué va a ser de nosotros, pobres microrrelatistas aficionados? Muchas gracias por el comentario y besos.
Quizá el año próximo vivan en el libro ENTC 2014.
Algo me dice que serían unos vecinos majetes (siempre que a LeBron no le de por agarrar el saxo a las 4 de la mañana).
A ver si hay suerte y los vemos por aquí.
Creo que molaría tomar unos vodkas con la señorita Nastia…
Precioso relato, que te lleva con suavidad y se lee muy, muy agradablemente.
Me he sentido como el protagonista voyeur de LA VENTANA INDISCRETA.
Un abrazo, Ana.
Pues no sé qué decirte, tuve un vecino que tocaba (mal) el violín y siempre se ponía a rascar las cuerdas por la noche, así que igual al LeBron este acabarías por llamarlo algo que también acaba en -brón. Mola más lo del vodka. Me encanta haberte hecho sentir voyeur. Besos y gracias, don Modes.
Un relato así solo podía venir de tu mano, querida Ana. Si persistiese tu problema de espacio, yo estoy dispuesto en alojar personajes como esos en mis propias páginas. No hace falta decir que los trataría como si fueran míos, te lo aseguro.
Dicho lo cual, te deseo suerte, pero por una mera cuestión de pragmática comunicativa. Al margen de ella, más bien se te podría decir eso de que «fortuna audaces iuvat» (¡toma ya!).
Besos.
…»dispuesto a», por supuesto. Vaya mes que llevamos todos…
Pues te los regalo, si te apetece coge al que quieras y trátalo como si fuera tuyo, porque sé que estará en muy buenas manos. Sería un juego divertido que aquellos a los que les apetezca nos intercambiemos personajes y los hagamos protagonizar un nuevo relato.¿Alguien se anima? En cuanto a la suerte, «alea iacta est», pero no me preocupa. Besos y gracias por el comentario.
Vaya, vaya… Empìezo a leer relatos y me encuentro de primeras con esta joya. ¡Ana, estás que te sales! Nueva York, mi ciudad favorita, perfectamente fotografiada en tan pocas palabras.
Para enmarcar.
Reclamo libro propio para Ana Fúster.
Me malcrías con tus comentarios hiperbólicos, Fernando. Bueno, no es un retrato de Nueva York, sólo LeBron «vive» en Harlem, y lo situé ahí para poder valerme de la sucia artimaña de hablar de números de página e intentar que el lector pensara que eran calles de Manhattan hasta que llegase al segundo párrafo. Besos y espero que nos veamos en unos días «elacticando».
Ana, imaginativa historia la que nos regalas. Da muchas páginas y situaciones a partir de ese final que nos tienta cerrar. Suerte y saludos
Pues ciérralo como quieras, que es malo resistirse a las tentaciones 🙂 Un abrazo y gracias por comentar.
Felicididades, Ana. Me ha parecido una historia curiosa y original, que responde perfectamente a la propuesta del mes («entre páginas»). Muy bien conseguida.
Muchas gracias. Precisamente la idea me vino leyendo «40 plumas y pico», por la diversidad de personajes y escenarios. Me alegra que te guste. Saludos.
Muy original. Lo de acodada entre los geráneos te lo ha sugerido la portada del blog de este mes, ¿verdad?.
Un saludo.
Muchas gracias por tu comentario. Pues la verdad es que no, pensé más bien en un balcón en una casita blanca de Andalucía. Saludos.
Sí, a mí también me gusta Nastia, que en principio se llamó «Irina» pero lo tuve que quitar porque rimaba con «vecina»… Gracias por tu comentaruio, me alegro de que te haya entretenido. Besos.
Muchas gracias por pasarte a comentar, Ana, me alegro de que lo hasyas disfrutado. Besos.
Ana, espero que no haya burbuja literaria, y siempre tendrán acomodo en nuestras páginas. Me ha gustado mucho. Abrazos y suerte.
Muchas gracias, Salvador, te digo lo mismo que a Eduardo, dispuesta a intercambiar personajes de aquí con alguno vuestro y construirles nuevas historias. Gracias por los buenos deseos, besos.
Un micro original y de variopintos personajes. Da gusto leerlo.
Felicidades
Muchas gracias, María. Besos.
Muy divertida historia, y original tratando las páginas de un libro como si fueran una casa de vecinos.
Me ha resultado ebcantador.
Besos
Muy imaginativa y original tu historia. Es un disfrute, imaginar a esos personajes relacionándose cada uno desde su página, la verdad me lo he pasado muy bien con su lectura.
Mucha suerte
Besitos
Me gusta ese escenario de los libros como lugar para vivir y la forma en que mueve a los personajes. Original historia, buen relato. Suerte.
Saludos.
Ficción sobre ficción, los personajes que cobran vida fuera de los márgenes. Muy bien narrado este relato que me llevas desde Nueva York a cambiar pañales.
Muchas gracias por vuestros comentarios, Asun, Elysa, Beto y Javier. El cuento no tiene más pretensión que entretener, así que si lo ha logrado me doy por satisfecha. Besos a todos.
Una historia entre los personajes de diferentes relatos. Muy imaginativa historia y muy bien contada. Felicidades.
Suerte y abrazos
Historias que se mezclan, personajes que se enamoran desde las páginas de un libro. Un relato que destila originalidad y engancha al lector hasta el final. Dan ganas de más.
Muchas suerte Anna!
Un abrazo microlunático
Sin duda tu relato destaca por su ingenio y sube al podio de los más originales del mes. Felicidades.
Vuelvo por aquí para darte la merecida Enhorabuena. Un saludo 🙂
Enhorabuena, Ana, ya estás en el libro y nos vemos en Barberá.
Felicidades, Ana. Qué imaginativo. Me gusta mucho, pero mucho.
Un abrazo,
Felicidades Ana. Me reitero, muy imaginativa tu historia. Merecidísimo premio.
Un abrazo.