Ciudad de HEDONIA
TEXTO : Susana Revuelta ILUSTRACION: Mercedes Marín del Valle
Lo que diferencia a HEDONIA del resto de ciudades es que en vez de aire tiene nubarrones de humo con olor a pólvora y el cielo siempre iluminado por fuegos artificiales. La alfombra de confeti y serpentinas pisoteadas cubre completamente las calles y plazas. En las casas, las habitaciones están repletas de globos y ruidosos invitados con matasuegras. Sobre las mesas y escalones, docenas de vasos de papel, botellas vacías y ceniceros a rebosar. Y en las azoteas de los edificios, restos chamuscados de cohetes y bengalas.
Si los habitantes pueden atravesar la ciudad sin el riesgo de ser atropellados por algún conductor temerario, no lo sabemos. Pero lo que sí es seguro es que quienes se empeñan en continuar de fiesta lo harán. Los bares están abarrotados, especialmente las pistas de baile. A los que han bebido demasiado se les recomienda quedarse quietos y sentados, sobre todo si ven doble y les fallan las piernas. Hay quien dice que aquí parece siempre Nochevieja. ¿Es que nadie madruga? Ya en casa de noche, tumbados sobre el suelo, algunos podrán notar con alivio que la habitación deja de darles vueltas.
Preciosa ilustración, optimista y llena de colorido.
Felicidades
Mucha felicidad para estos habitantes tan marchosos.
Y a las dos felicidades.
El micro era más desmadre. La ilustración, muy chuli por cierto, se corresponde más con los habitantes de Hedonia en su más tierna infancia. Luego pasarían de jugar con globos a cogerse buenos globos. Un abrazo, Mercedes.
Muy bonitos relato e ilustración. Enhorabuena a las dos.
Un abrazo
jajaja, eso es, yo he puesto la parte tierna para que el «desopiporre» sea más suave.
Gracias por vuestros comentarios, eso anima.
Supongo que la dibujante se ha asustado con tanta fiesta que, a mi, me ha hecho añorar las Hogueras de Alicante. El relato puede llamarse perfectamente así. Qué fiesta. Y bueno… decía que esos niñitos bellos, tan coloridos y tiernos estarán allí para recordarnos que es mejor no exponernos a tantísima juerga, jaja! He gozado mucho ambos, relato y dibujo. Felicidades!!!
Me inspiraré sobre todo en lo de los globos y los matasuegras y las serpentinas, en el cielo brillante resultado de los fuegos artificiales… luego me dejé llevar y esas pastillitas que parecen lacasitos… no sé, no sé, después de tanta fiesta, perdí el norte. Los niños, una alucinación, la del recuerdo de la infancia.
Mejor déjalo, Mercedes, en imagen inocente, no te líes con lacasitos ni pierdas el norte, mujer, que ya lo perdí yo con el relato. Me ha encantado tu lectura de la ilustración y que sepas que me guardo el dibujo en mi archivo de recuerdos.
Jajaja, tienes toda la razón y por supuesto, el dibujillo es tuyo. Gracias.Buenas noches.