94. Verosimilitud (Marta Trutxuelo)
Mi padre se llama Alfred y es director, director de películas. Hacer películas es tener una silla de director de cine con tu nombre escrito. Mi padre también coge un embudo, se lo pone en la boca y chilla: “Acción”. Entonces los actores y las actrices hacen su trabajo, que es actuar en las películas. Esto lo hace mi padre más de mil veces al día y cuando otro señor hace “clac” con una cosa que se llama claqueta, otras mil, mi padre vuelve a casa.
Hoy mi padre le ha contado a mi madre que han encontrado un hotel en la carretera para la nueva película, y que han rodado la escena de la ducha y que ha quedado muy verosímil. “¿Qué es verosímil?”, le he preguntado. “Significa que es creíble, real, que le puede pasar a cualquier persona”, me ha explicado. “¿Y qué pasa en la ducha?”, le he preguntado. “Eso no te lo puedo contar, tienes que esperar a que se acabe de rodar la película”, me ha respondido él. No importa, esta noche dormiremos en ese hotel, así que no tendré que esperar a terminar el rodaje… ¡antes de dormir tengo que ducharme!
Marta, que atrevida es la ignorancia; tu nos lo acabas de contar con fluidez en los dialogos. Suerte y saludos
jejeje. Muy bien. Un relato de película.
Felicidades.
¡Gracias por vuestros comentarios, Cala y María!
La inquietante imagen de Petra de la casa de Hopper es lo que me ha sugerido… ¡Psicosis ha marcado mucho!
Un beso!
Marta
Pequeño gran homenaje a ese gran director que nos ha dejado recuerdos imborrables con algunas de sus películas y con su forma de hacer cine. Eran otros tiempos, pero ya quisieran muchos ahora. El relato me parece muy bien hilado y resulta muy ameno. Mucha suerte 🙂
Original manera de contar una de las escenas más destacadas del cine. La visión inocente de un niño.
Un beso marta
Menos mal que se ducha antes de haber visto la película. No creo que se hubiera atrevido después.
Suerte y saludos.
Pues de hecho hay por ahí una historia, no sé si apócrifa, de un padre que envió una carta indignada a Hitchcock porque su hija se negaba a ducharse tras haber visto la película. A ver si la encuentro porque estoy segura de haberla leído en algún sitio. Qué difícil me resulta imaginar a Hitchcock de tierno papá. Saludos y suerte.
Más allá de Psicosis, me gusta como te pones en la piel de ese niño y nos lo muestras tan real al contarnos esta historia.
Un abrazo y suerte