98. Falsas Apariencias (Montesinadas)
Había pasado tiempo desde el empujón que desencadenó todo. Ella metió la llave en la cerradura con miedo a encontrar algún objeto que hubiera cobrado vida, pero todo estaba inmóvil, frágil, como a punto de quebrarse. Él aún tenía llaves, podría haberlo encontrado, inesperadamente, en el salón, sentado, con la cabeza entre las rodillas, llorando arrepentido por haberla tirado de la escalera y provocar la pérdida de un bebé no deseado.
Sólo los huecos de la estantería y el espacio vacío de la mesilla donde faltaban sus libros mostraban, paradójicamente, signos de vida.
Él erraba de una pared a otra de la habitación del hotel donde se ocultaba desde aquella noche. Vivía enjaulado, se castigaba bebiendo, fumando y tomando pastillas a todas horas. Insistentemente, con la obstinación enfermiza que uno se ata a las cosas que le perjudican. Esperando tener el valor suficiente para terminar con su vida.
Los dos sabían que no había sido un accidente fruto de la acalorada discusión. Él había dado una patada a la escalera mientras ella subía. En el suelo todavía, la foto de su boda atravesada por cristales y en el techo aún, el cable arrancado del que ella quiso colgarse.
Manuel, vaya historia la que has plasmado, tiene un componente psicológico y emocional que nos deja petrificados, y con cada lectura que hago encuentro matices diferentes, de locura, desamor, pasión, incomunicación, culpa… Me ha encantado. Abrazos.
Terrible historia y tan bien contada que he visto la caída, la culpa de él y el vacío de ella. Sin embargo también me ha parecido que ella está dispuesta a olvidar, siempre que él pueda afrontar lo que hizo y reconocerlo.
Me parece muy buen relato, la prueba es que al acabar de leerlo seguimos pensando en él y sus posibles continuaciones.
Un abrazo.
Tremendo relato, maestro Montesinos, que da pie a una amplia diversidad de conjeturas. Nos dibujas un escenario que apunta a la culpabilidad del hombre, por esa patada a la escalera, y nos descubres en el último párrafo que ella subía para colgarse. Uffff!. Todo un mundo de pasiones y emociones asomando por los resquicios.
Felicidades Manuel.
Manuel, extraños sentimientos parece que los estan manejando a los dos en ese ambiente tan cargado. Buenas descripciones y afmosfera. Suerte y saludos
Me ha parecido un excelente relato, con unas descripciones precisas que nos introducen en la historia. Muy dura, que nos habla de sentimientos encontrados.
Saludos
¡Vaya! ¡Qué confusión que tengo! ¡Qué de interpretaciones! ¡Qué de “apariencias” más equívocas…
Suerte. Me parece estupendo.
Sr. Montesinos, se ha equivocado, el laberinto fue el mes pasado. Jeje no, ahora en serio, vaya encrucijada más bien tramada nos presentas en este mes tan caluroso. A mí me ha gustado, no por lo negro, sino por el buen uso de la prosa que ha hecho. El cambio de perspectiva, con dos personajes, dos culpables buscando en un principio quién tiene la razón y, después, buscando una razón para ser el culpable de una muerte sin nacer. La foto rota, el cable en el techo, arriba y abajo, amor y odio, lo tiene todo, además de unas falsas apariencias, pues, desde un principio pensé en un claro caso de violencia de género, pero que, al final, se descubre que casi fue lo contrario, pues esa patada la salva de la muerte, pero los atrae la desgracia con ese fatal e imprudente aborto.
Esta vez no me has amamantado con tu biberón de la fantasía, pero esta papilla también es exquisita, papito de las letras.
Enhorabuena Manuel.
Has jugado muy bien al despiste, a mostrar apariencias falsas o no.
Suerte.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Tormentosa historia Manuel, muy bien narrada. A mi lo que más me ha gustado es ese cambio de punto de vista en mitad de la historia, justo cuando empezamos a hacernos una idea de lo que pasa, justo entonces cambias el punto de vista y la escena se ve de otro modo, más escalofriante aún si cabe.
Suerte y abrazos
Manuel, una historia de boca abierta. Así llamo a esas historias que te dejan alucinada, que se meten en tu cabeza por una vía y de repente arrasan con todo el argumento que parecen ir creando. Relatos que te dejan con la boca abierta en la última frase.
Muy bien tejida esa trama, si señor.
Me gusta, terrible impacto para el lector: el malo es el bueno.
Un abrazooooo, Montesinos.
Un relato que logra dejar un regusto en la garganta, que incita a la relectura, que produce escalofríos en el espinazo, pero que en ningún modo deja frío, un texto así ha de ser bueno por fuerza.
He acabado sintiendo algo de compasión por él, por esa pesadumbre que arrastrará hasta su muerte, que puede que sea su billete directo. En cambio, el personaje de la mujer, también sufridora, me merece menos lástima, incluso la veo como el detonante de los males de ambos.
Un saludo y suerte, Montesinos
Tremenda historia donde como bien dice tu título nada es lo que parece. Narras muy bien los sentimientos y haces que reaccionemos a cada frase de un modo diferente, cambiando de reproche a temor, de duda a culpa, de odio a compasión. Ello lo hace un gran relato
Un abrazo Montesinos
Maestro Montesinos. Es un relato que toca muchos palos y que hace equilibrios entre muchos estilos. Me ha gustado especialmente el uso de la paradoja (las implícitas y las explícitas)y lo bien que has ido dibujando el mapa emocional del protagonista. El relato va y viene a ritmo de latigazo (como si lo creara los mismos recuerdos y pensamientos impulsivos del personaje) y todo queda suspendido por un valor que se intuye insuficiente para escapar de esa prisión de sentimientos encontrados. Tengo que felicitarte, una vez más. Mucha suerte 🙂
Después de haber leído tu apasionante relato, sólo puedo decirte: Enhorabuena, escribes de locura.
Buenas Manuel, con permiso, vengo de tu blog… corto y pego.
El título justifica lo que viene después (gran quiebro final) Yo reconozco que soy más de títulos de un objeto o desconcertantes («Peldaños rotos» me sugiere tu micro)
Me gusta la manera en que cuentas dos historias simultáneas y paralelas con los dos personajes. Suerte.
Vaya historia más truculenta que nos haces vivir. Durísima por todo lo que se adivina cuando empezamos a atar cabos. Excelente la imagen de la foto de boda atravesada por cristales.
Suerte y saludos.
Tremendo relato, Manuel. Todas las conclusiones a las que podemos llegar sobre qué sucedió entre esta pareja son fatales. Triste pero buen texto. Suerte y saludos
Pintan bastos!!Y tienes todos los triunfos en la mano y un as en la manga… Mucha suerte con la partida, que tu jugada la merece.
Un abrazo.
Ya no quedan palabras maestro, las gastaron todas en los comentarios, el título lo dice todo y darnos cuenta por donde nos condujiste para dejarnos estupefactos con el final. Excelente.
Un abrazo y suerte.
El micro me parece muy duro, pero a la vez muy real. La falta de comprensión, comunicación y claro amor conduce en una situación desagradable, una relación gena de odios donde los perdedores son los dos. Un micro muy bien pensado escrito con mucha maestría donde figura tu enorme talento, Manuel. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Manuel, una historia dura la que cuentas, en dos planos además. En el que es sencillo apreciar el drama que viven uno y otro por el maldito virus de los malos tratos.
Buen trabajo.
¡Mucha suerte con el concurso!
Abrazos.
Impactante y escalofriante relato, Manuel. Me ha gustado mucho como consigues ir trazando esa compleja trama que es la relación tormentosa de los dos personajes. Un abrazo.
Uaaaa! Maestro. No puedo decirte más de lo que ya te han dicho. Perfecto para ser el ganador de este mes…¡Suerte!
Un montón de abrazos.
Magnífico relato señor Montesinos. Entre los mejores del hotel que hoy dejamos.
Felicidades.
Por fin tengo un ratín para conectar que ando alejado de internet desde hace un tiempito y voy a seguir estando off. Solo puedo decir a todos y todas que sois muy muy generosos conmigo con las opiniones que lanzáis. Gracias por leerme y por valorar como lo hacéis este relato.
Gracias de nuevo a todos uno a uno y perdonad que no os conteste como debería a cada comentario.
GRAciass!!!