7. STAR WARS (Paloma Casado)
Era una noche tibia de verano. Tú y yo muy juntos, veíamos aparecer la tenebrosa Estrella de la Muerte recortándose sobre el universo, mientras tu mano avanzaba bajo mi falda de tablas. Nuestras lenguas temblorosas chocaban como las espadas láser en la pelea entre el bien y el mal. Al acabar, me prometiste amor eterno. Es el poder de los efectos especiales: hacen que nos creamos lo imposible.
!Cuántas batallas se ganaban en aquellos cines!
…… mala lexe tiés, tía!! 😉
Abrazo
Bonita historia Paloma. Imagino que por la alucinante novedad de los efectos especiales teniamos un ojo en una parte y el otro en la pantalla. Mucha suerte.
Soy un fan incondicional de Star Wars y debo decir que me ha gustado ese duelo de espadas blandas, pero no menos que tu homenaje a los efectos especiales que «hacen que creamos que todo es posible», hasta el amor eterno. También soy un poco romanticón, por ello, pese a todo, quiero creer que puede darse.
Un saludo y suerte, Paloma
Que lista eres, mi joven Padawan…
El pájaro quería usar «La fuerza» para entrar en el «lado oscuro».
Será marrano el tío!
Ojalá se fuera pa casa sin usar su sable laser…
GRANDE, PALOMA! MUY GRANDE!
Un corto muy grande. Esas promesas y efectos del enamoramiento que muchas veces terminaban en llantos y arrepentimiento. Nos acercas a un clásico con una conducta que se supone clásica en la sala de cine. genial
Un beso Paloma.
Hasta que he llegado a la falda de tablas, me estaba imaginando un drive-in, que es un escenario también muy peliculero. Pero a partir de ahí me he ido a un cine de verano en alguna localidad de playa no muy lejos de casa 🙂 Sí, los efectos especiales aliados con la inocencia y la curiosidad son muy poderosos.
Por cierto, que creo que yo me enamoré por primera vez viendo esta peli, pero de Harrison Ford… Besotes y suerte.
Paloma, nos sabes trasladar muy bien a esas noches de cine de verano inolvidables. Suerte y saludos
Cómo entraban las naves en el interior de la Estrella, y cómo el Halcón Milenario se ponía a cien (en realidad era a la velocidad de la luz).
Un saludo
JM
Buenísimo final, Paloma, queda perfecto en el relato.
Me ha encantado la fuerza de los efectos especiales «hacen que creamos que todo es posible».
Muy buen micro.
Relato bueno es! je je je …. Abrazos!
Me encanta. Esas faldas de tablas con su alfiler, cuánto saben. jeje.
Y los efectos especiales, fuegos artificiales.
Saludos.
Un cuento magistral, de ésos que me hubiera gustado escribir. Y esa comparación entre las lenguas y las espadas láser… sencillamente maravillosa.
Un pequeño-gran-homenaje a Star Wars, una de mis pelis favoritas.
La verdad, PALOMA, me encantó.
Cariños,
Mariángeles
Qué bueno! Me encantó Star Wars, y tu homenaje es estupendo. Yo voy a verla más veces, a ver si ayuda a seguir creyendo…
Final muy divertido. Conciso y original. Me ha gustado.
Un relato muy golfo y muy divertido. Has encumbrado la saga (ya maltrecha de por sí después de las tres últimas que hicieron) y la has devuelto al lugar que le corresponde. XD. Mucha suerte 🙂
Una guerra de armas tomar, tocaya, en la que además, todos hemos combatido alguna vez, ya sea en el frente, ya como tus protagonistas, en la intimista atmósfera de un cine. Me gusta tu propuesta sobre las lides amatorias sobre todo por el tono que has empelado para contárnosla.
Un abrazo.
Me parece que te has ido por el mismo lado que mi texto, el erotismo, ese que se percibe en esa escena dentro del cine, a escondidas, sin luz, muy propia de aquellos años en que casi todo era censurable.
Suerte
Rosa
Paloma, yo solo entiendo tu relato si fuera la 5ª vez que la viera y en un cine de verano y con el amor del verano correspondiente. De otro modo no hubiera despegado los ojos de la pantalla. Es lo que tienen los amores fugaces.
Un beso
Muy bueno Paloma, es más, doblemente bueno. Por breve.
Jeje, Paloma, aquellas sesiones de cine con arrumacos y ¿tú que te has creído? Efecto especial el que me has hecho viajar a aquella época.
Excelente relato.
Felicidades
Tu si que sabes de efectos especiales: con que pocas líneas nos has trasladado a otra época, a un cine de barrio, a esos primeros escarceos,… muy, muy, bueno, Paloma.
Suerte y abrazos
¡Espectacular! Buenísimo, Paloma. Sobran más palabras.