Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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14. ESTRATOS DE SAL (Salvador Esteve)

1ª Clase, camarote A-28

La condesa y su marido Frederick embarcaron, no podían perderse tan magno acontecimiento.  Tras el impacto, Frederick subió precipitadamente a cubierta, la condesa se quedó intentando abrir la caja fuerte para recuperar su collar de diamantes; no sobrevivió.

 

2ª Clase, camarote D-97

Douglas Carter, profesor de literatura, soñaba con las oportunidades que les ofrecería el nuevo mundo.

Rogó a su hijo que cogiera con fuerza el libro, un tesoro para él, besó a su mujer y fue en busca de gente que necesitara su ayuda.  No sobrevivió; su hijo tiene cincelada en su memoria la lección más preciada.

 

3ª Clase, camarote E-115

La familia de Sara vendió todas sus pertenencias para obtener los billetes,  anhelaban una nueva vida.  Con su hijo de cinco años y su bebe en brazos subió a un bote.  Su marido buscaba desesperadamente a la pequeña Anne, la vio agazapada y temblando en un pasillo. Ya sin miedo abrazó a su padre, y éste, viendo entrar el agua en tromba, la protegió con los suyos camino de la otra vida.

 

El Titanic se hundía bajo las frías aguas del Atlántico unificando vidas, banalidades, sueños y esperanzas; la muerte tiene esa potestad.

66 Responses

  1. Tres historias bien contadas que se puede ver el drama con tres perspectivas diferentes. Me gustó, amigo, quizás en unos días colgaré el mío, no lo sé lo estoy pensando. Un abrazo, Sotirios.

  2. Gloria Arcos Lado

    Salvador en tres pinceladas muestras tres vidas completamente diferentes a las que solo unirá la muerte. Como tú dices es lo único que al final siempre nos iguala. Buen relato

  3. Si el Titanic no se hubiera hundido, las tres historias se desarrollarían en paralelo, sin encontrarse nunca. Bonita la idea y muy bien contada, con los detalle de cotidianeidad que hacen que cada vida sea diferente

    1. Salvador Esteve

      Reyes, es cierto, son vidas paralelas, que según la teoría matemática solo se cruzarían en el infinito, y yo añado, ante la muerte. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.

  4. Rafa Heredero

    Está muy lograda la combinación del título, precioso, por cierto, con las historias de tu relato, que se superpon en capas, sin llegar a juntarse. Y la sal de las mismas, por contraposición a la vida que se les escapa.
    Suerte y saludos.

    1. Salvador Esteve

      Rafa, añadí la sal al título evidentemente por el agua del mar, pero también, como tú acertadamente has matizado, por la «sal de la vida», no se te escapa una, jajaja. Como siempre, tus palabras enriquecen los textos. Muchas gracias por tu visita. Abrazos.

  5. María Cotero

    Al final, murieron defendiendo aquello que habían considerado lo más importante en sus vidas.Buen relato para reflexionar.Suerte. Un saludo.

    1. Salvador Esteve

      María, seguro que hubo mucha gente que murió intentando ayudar a los suyos y a los demás, en momentos críticos emerge lo mejor del ser humano. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.

  6. Coincido bastante con el comentario de Rafa. Creo que es un acierto el título y una estructura bien lograda. No es un relato que necesite un final sorpresivo, a los que nos tienes acostumbrados, para que sea muy bueno. Como siempre escribes en primera clase. Barra libre de bolígrafos para el señor Esteve, por favor.

    1. Este mes tu master class está resumida en el título, que evoca perfectamente la diferencia de clases y de compromiso con la vida de los personajes. Incluso podría ser una metáfora de los tiempos que vivimos.
      Pásame algún boli, a ver si se me pega algo!

    2. Salvador Esteve

      Lorenzo, ya empezaba a ser predecible, jajaja. Tienes razón, me gustan los finales sorpresivos, por lo que si te ha gustado, doblemente satisfecho. Suelo escribir en turista, y la clase me la da compartir vuestros textos. Por cierto, como escribo con ordenador, la barra libre que sea de chupitos, jajaja. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.

      1. Salvador Esteve

        Patricia, los master me los dais vosotros todos los meses, aquí y en otros lares, aún revolotea en mi mente tu micro «Misión espacial» en 50 palabras. Muchas gracias por pasarte y por tus palabras. Abrazos.

    1. Salvador Esteve

      Ignacio, realidades y sueños truncados por el desastre, muy triste. Muchas gracias por el comentario y suerte también para ti. Abrazos.

  7. Ángel Saiz Mora

    Tres historias independientes, que bien darían cada una para un relato extenso. Tres camarotes con personas de clases sociales diferentes, que terminan igualadas por ese mismo rasero que a todos nos espera y no perdona a nadie, que nada sabe de circunstancias. Una estructura bien engarzada que sirve para recodar que todos viajamos en el mismo barco, que ese mundo colectivo y privado que hemos construido y en el que tanto nos afanamos terminará en el olvido de un fondo marino.
    Un placer leerte, Salvador.
    Suerte y un saludo

    1. Salvador Esteve

      Ángel, mejor explicado imposible, si viviéramos con esa certeza presente, daríamos importancia a lo que realmente tiene valor en la vida. Un honor, como siempre, recibir tu visita, y un placer, también para mí, disfrutar de tus textos. Reiterarte desde aquí mi felicitación por tu relato y triunfo en 50 palabras. Abrazos.

  8. ¡Qué bien has sabido reflejar las diferentes clases sociales con tan pocas palabras, Salvador! Como dice Ángel, podría desarrollarse un interesante relato de cada una de las situaciones.
    Tal como comentas,la muerte nos une a todos; sin embargo, en vida, las desigualdades cada vez son mayores. No aprendemos.
    Enhorabuena y suerte para tu estupendo relato. Saludos.

    1. Salvador Esteve

      Juana, tienes razón, las diferencias sociales, al paso que vamos, son insalvables, creo que hemos tirado la toalla. Muchas gracias, como siempre, por tus palabras. Abrazos.

    1. Salvador Esteve

      Virtudes, razón no te falta, no es para nada un consuelo, simplemente una certeza. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.

  9. Hola, Salvador.

    Perfecta radiografía de lo que sucedió en el Titanic, cargada de guiños y matices hermosos. Una historia triste, como la de todas y cada una de las víctimas y también de los supervivientes.
    Me parece un homenaje precioso al barco que se definía como el insumergible.
    Genial, me encanta.
    Un abrazo.

    1. Salvador Esteve

      Towanda, cada víctima, cada familia, tiene una historia detrás digna de ser contada. He dado solo tres pinceladas de un cuadro trágico. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.

  10. Mª Belén Mateos

    La muerte iguala a todos. Y tu relato hace gala de ello. Tres historias, que aunque breves, has sabido darles forma para que podamos llegar a ellas y con ellas sufrirlas.
    Un abrazo

    1. Salvador Esteve

      MªBelén, cierto, nadie se escapa de ella. He intentado, en esa brevedad que comentas, condensar la personalidad, sueños e ilusiones de los protagonistas de las historias. Me alegra mucho que te hayan llegado. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.

  11. Salvador Esteve

    Juan, raudo e ido a investigar el sentido griego del término, y he respirado tranquilo, jajaja. Agradecido por tus predicciones, pero, como ya he comentado otras veces, el premio es recibir visitas como la tuya. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.

  12. Ana Fúster

    El título, aparte de poético y precioso, es perfecto para el relato. Tú has reflejado tres estratos según las clases sociales, pero en este tipo de tragedias todos somos muñecos en manos del destino y con mucha razón lo resume tu párrafo final. Por cierto, mientras lo leía me ha venido a la cabeza lo mismo que a Juan Pérez, los versos de Manrique. Besos y suerte.

    1. Salvador Esteve

      Ana, la muerte no entiende de clases, y el destino es impredecible. Tal vez, al igual que a Juan, el tener el relato la muerte como telón de fondo y haber acciones heroicas, os ha recordado a Manrique, ya que él ensalzaba la heroicidad de su padre en algunas coplas. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.

  13. Reve Llyn

    Ya sabemos cómo termina la historia, ya conocemos el destino de cada uno de los personajes que dibujas en tus párrafos, y sin embargo, hay algo muy bien hecho en tu texto para que nos impacte. Una visión por capas que terminan por unificarse. Muy buen relato.

    1. Salvador Esteve

      Evelyn, he intentado también que el relato fluyera de la clase más alta a la más baja, para que diera más sensación de diferencia social. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.

  14. Modes Lobato Marcos

    A ver, me explico:
    A mí con el título ya me tenías ganado. En serio, me parece uno de los mas hermosos y logrados de toda la historia enteciana.
    Pero quería destacar el ritmo tan cinematográfico que has logrado imprimir a las imágenes.
    Ni un montador profesional habría podido superarlo.
    Respecto a la historia…es complicaillo decir algo original tras tanto y acertado comentario.
    Totalmente de acuerdo en que a veces los finales sorprendentes no son los que necesita la historia (aunque yo me pirro por ellos), y que cuando la Dama de la Guadaña viene a nuestro encuentro no sabemos cual será la reacción.
    Tú has conseguido, en pocas palabras, darnos tres diferentes muestras.

    En serio, es muy bueno.
    Ay ese título… ese título…

    Si no fueses mi mejor amigo, mataría (a besos) por él.

    1. Salvador Esteve

      Modes, es muy gratificante que todos coincidáis en el título, ya que era lo único que tenía claro desde el principio. También intenté que fueran flashes narrativos, por lo que me alegra que comentes lo del ritmo. Me gustan los finales impactantes, pero en este caso el impacto lo dejaremos para el iceberg, jajaja. Muchas gracias por tus siempre bienvenidas palabras y por tu sentido del humor, no lo pierdas nunca. Abrazos.

  15. Izaskun

    Coincido con Modes en el estilo cinematográfico y en la belleza del título. Es estupendo. Y desde luego, el trasfondo es tan dramático como cierto. La Muerte es la única que nos iguala a todos…Ala, que nos dejas una resaca de darle a la neurona que «pá qué pá qué»
    Besicos

    1. Salvador Esteve

      Izaskun, el billete de la muerte ya nos lo dan desde el momento en que nacemos, solo se trata de coger el tren lo más tarde posible. Una reflexión, creo que ya la he comentado antes, es que con esa certeza, tendríamos que valorar las cosas realmente importantes de la vida. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.

  16. Salvador, estupendo relato, como siempre. La reflexión sobre la gran igualadora es un tema que has tratado con mucha originalidad mostrándonos toda la humanidad de los personajes. Y el título es el broche de oro. Un abrazo

    1. Salvador Esteve

      Concha, me encanta que resaltes la humanidad de los personajes, ya que también quería enfatizar las historias más allá de las frías estadísticas que nos presenta la historia. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.

  17. Me parece muy original y acertado el modo en que nos presentas esos magníficos estratos de sal, título atractivo, sonoro y sabroso. Me parecía estar viendo un corte transversal del Titanic. Genial, Salvador. Suerte y enhorabuena

    1. Salvador Esteve

      Eva, es curioso que digas lo del corte transversal, ya que cuando imaginé en su conjunto el relato, lo veía así en mi mente. Muchas gracias por tus gratificantes palabras. Abrazos.

    1. Salvador Esteve

      Asun, estás en lo cierto al decir que quizá no se igualaron tanto, pues la supervivencia fue también una cuestión de clases, como así lo mostraron las cifras y porcentajes de víctimas, que fueron evidentemente superiores entre los pasajeros de tercera clase. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.

  18. Siempre tan original, Salvador. En esta colmena, como en la de Cela, discurren muchas vidas paralelas. Con una perspectiva muy diferente, pero me hace pensar en el de Javier Ximens. Las vidas que son y las vidas que pudieron ser, como una partida de dados. Me ha gustado mucho. Casi tanto como el título.

    1. Salvador Esteve

      Y tú siempre tan amable, Luis. En esa partida de dados que comentas, el destino también juega. Con el barco se hundieron vidas e ilusiones, si éste hubiese llegado a su destino, cientos de historias hubieran comenzado a ser vividas. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.

  19. Es curioso, me llama la atención, como cambia el tono de la narración conforme pasas de un estrato a otro, empiezas con un tono de crónica periodística y conforme vas descendiendo aparecen la humanidad, el altruismo y finalmente la entrega total. Un relato de altos vuelos Salvador, con un título perfecto,… que me gusta muuuuucho vaya!
    Abrazos y suerte

    1. Salvador Esteve

      Anna, creo que en una catástrofe de esta magnitud debe aflorar todo lo innato del ser humano, tanto actos de cobardía como acciones heroicas. Muchas gracias por ese análisis y disección tan precisos del relato. Abrazos.

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