DIC58. ABATIDOS, de Juan Pedro Ortega Sánchez
El timbrazo del teléfono le sobresaltó. Por un momento estuvo tentado de no responder, pero después pensó que no le llamarían si no fuera importante.
–Sí.
–Se ha producido un tiroteo.
La voz del ayudante sonaba vacilante. El sheriff imaginó que había pasado la noche bebiendo. Pidió que le repitiera la dirección. No, no hacía falta que fuera nadie más. Él se encargaría.
Se vistió lentamente. Se pasó la mano por la mejilla. El afeitado tendría que esperar.
–¿Qué sucede?
–Nada. Vuelve a dormirte.
–¿Te preparo un café?
–No. Volveré en una hora –dijo sin mucha convicción.
Hacía un frío terrible fuera. Contempló las estrellas. No, no nevaría. A la camioneta le costó arrancar. Durante unos instantes se quedó pensando el mejor camino para llegar. Aquella dirección estaba al otro lado del pueblo.
El trayecto se le hizo eterno. Cuando llegó, alguien esperaba en la puerta.
–Sheriff, yo no…
–¿Qué ha pasado?
–Escuché un ruido… Me asusté… No podía imaginar…
Entró en la casa. Allí, junto al árbol de Navidad estaba tendida una enorme figura vestida de rojo. En medio de un charco de sangre. El sheriff se preguntó si no estaría teniendo una pesadilla.
Tenía que pasar, tarde o temprano. Eso de entrar en casa ajena por la chimenea, y más en un país donde cualquiera tiene una pistola…. en fin, descanse en paz. Veo una oportunidad para expandir el negocio de los Reyes Magos.
Ahora en serio: el genero policiaco no parecía venir muy a cuento con el tema de este mes, pero lo has bordado. Felicidades y suerte.
Juan Pedro, —Tenía que pasar, tarde o temprano. Eso de entrar en casa ajena por la chimenea, y más en un país donde cualquiera tiene una pistola…— comparto ese comentario que me parece fenomenal. La situación que cuentas es de juzgado de guardia. Suerte y saludos. Felices fiestas
Sí, la verdad es que Santa Claus se arriesga mucho en un país como EEUU con tanto amor hacia las armas y la seguridad. A ver quién va a repartir ahora los regalos por que allí creo que no creen en lo Reyes Magos.
Muy cinematográfico, Juan Pedro. Micro policíaco-navideño y parece que un oficio de alto riesgo repartir regalos. Tendrán que negociar un nuevo convenio para ese sector.
Un abrazo.
Muy interesante, como la seri Csi.
Juan, este relato pone a Papá Noel en otra situación distinta a la de siempre. Su compromiso de dejar los regalos le ha dejado en medio de su recorrido.
Un saludo
Rosa
Suerte!!
Y como el autor del crimen alegaría allanamiento de morada, no irá a la cárcel.
Seguro que vivía en Estados Unidos…
Me a gustado.
Un abrazo.