75. Sospechas (Montesinadas)
Entre canción y canción, el locutor narra pequeñas historias y acentúa la dedicatoria: “Con todo mi amor para Mario. Juntos muy pronto. Marina”.
“Otra vez esa maldita Marina”, piensa para adentro mientras se recoge un moño alto que despeja su frente y deja ver algunos arañazos en las mejillas. Aunque nunca encontró pruebas, sabe que la tal Marina dedica las canciones a su marido. “Marios hay muchos, pero siento que es para él. Las mujeres sabemos esas cosas”.
Siempre que sonaba el nombre de Mario en el programa y el de Marina se quedaba como alelada mirando la radio. Segundos después, salía de su enajenamiento con las tareas de casa. Hoy, barre los platos rotos, recoge los cristales del espejo partido en mil pedazos sobre la alfombra. Es imposible quitar la mancha rojiza que no termina de coagular. Después, pone en orden, perfectamente colocados, los cuchillos en el taco, cierra las bolsas de basura con dos nudos para que no sobresalgan los trozos y se aplica gotas de lejía en la nariz para anular el mal olor. Pero cuando encuentra el sacacorchos con restos de su carne, sin saber por qué, lo echa de menos y rompe a llorar.
Vayaaaaa!!! Menuda pedazo de historia!!!
Esto es digno de un culebrón radiofónico, pero le has dado la vuelta y lo has hecho realidad.
Me ha gustado mucho… ese «hoy» supone una inflexión: nos sitúa perfectamente en la cruda y violenta realidad!!
Enhorabuena y te deseo mucha suerte!
Saludos y un abrazo
Marta
¡Por Dios Manuel! Con lo idílico que estaba siendo todo, con esa reunión programada y esas estampas de San Vicente de la Barquera… y esos celos salvajes lo han estropeado. Amos, amos…jajaja.
Bueno, si querías sacarnos del letargo, lo vas a conseguir.
Buenas noches y buena vida.
Manuel, vaya situacion que ha llegado a imaginar, y que forma de resolverla. Veo cierto estilo de guion cinematografico en tu cuento. Suerte y saludos
Los dos primeros párrafos son puros celos, también las sospechas a las que alude el título, además de la siempre interesante y casi siempre certera intuición femenina. El último párrafo es sobrecogedor por el hecho en sí y sus detalles, también por esas lágrimas finales que la protagonista no quisiera y no puede reprimir.
No soy quién para decirlo, pero sospecho que estamos ante un buen relato.
Un abrazo y suerte, Manuel
¡Jo, Don Manuel, vaya relatazo nos regalas! Todo un análisis sicológico de un personaje tan verosímil como digno de estudio.
Magnífico.
Suerte y abrazo.
Celos, infundados, a la enésima potencia. Y lo del sacacorchos, de sicopatía, para ponerle el punto y final a una gran historia.
Excelente.
Ton.
Tremenda señora, qué peligro tienen las dedicatorias. Suerte, Manuel, buena apuesta.
Mal asunto las obsesiones,pero me gusto el final canalla y a la vez liberador.
Mucha suerte y un abrazo.
LuisCar
La primera parte del relato es eso que dices en el título: sospechas. Ligeras y volátiles como las palabras radiadas.
La segunda es contundente. Cada una de las palabras que usas en ella pesa plomo. No sobra ni falta detalle en la escena. Muy, muy buena.
Saludos.
Ese sacacorchos es digno de análisis. El resto es simple y llanamente para disfrutar.
Saludos, Manuel, y suerte.
Tremendo; el final me ha impactado.
Suerte y un abrazo, Manuel.
Felicitaciones Manuel. El cuento se lee de un solo jalón de principio a fin. Presenta una situación que se sufre calladamente en la intimidad de muchos hogares: cuando alguien sufre del terrible trastorno delirante del tipo celotípico. Luego, el final es impactante. Espero que esta obra agregue más a la lista de reconocimientos. Saludos.
Qué relatazo Manuel, me ha gustado mucho, felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Terrorífica historia en la que desgranas cómo la sospecha es la semilla donde crecen los violentos y crudos sentimientos que dan lugar al espeluznante final. Muy bueno, Manuel. Abrazos.
Magnífica y e impactante historia de sospechas y carcoma. Los celos pueden ser tan enfermizos que los celosos, víctimas de su baja autoestima, pueden terminan causando dolores irreparables. También opino que el final es de conmoción.Enhorabuena. Una abrazo y mucha suerte.
¡Qué carácter! Pero, anda que si se andava equivocada…
Buen relato, Manuel y bien retratados esos celos más que enfermizos…mortales.
Abrazos.
Hola, Monte.
A la manera de aquellas antiguas «peticiones del oyente» nos llevas a «la matanza de Puerto Urraco», jajaja.
Buenísimo, Monte, me encanta ee final de película negra con sacacorchos y todo.
Felicidades y aplausos.
Todo un personaje, esa mujer. La historia crece a medida que avanza, hasta llegar al escalofrío.
Mi felicitación por tu propuesta, Manuel
Muy bueno Maestro. Le has escondido toda la mala leche para soltarla al final y dejarnos ojipláticos. Yo rendido a tus pies, ya lo sabes. Te deseo mucha suerte y te envío un gran abrazo 🙂
Y todo eso ¡por una simple sospecha!… madredelamorhermoso ( luego te busco el número de Tarantino, seguro que te copra el guión)
Impresionante, Montesinos, me he gustado y mucho.
Un abrazo
Un buen relato renegrido y el final de fabula.
Felicidades y buen tiempo.
Gracias a todos, me quedan muchas lecturas espero en un huecos comentar a todos los que puedaaaa!!. Abrazos y de paso enhorabuena a los premiados en la copa, en el libro y en otras cosas que seguro me he perdido.