89. NO ABRAS LA PUERTA (Belén Sáenz)
Interrumpimos nuestra emisión de Alma de Copla para ofrecerles un boletín urgente.
Un silencio hertziano paralizó la rutina de domingo en el entresuelo izquierda del número quince de Recoletos. Papá y yo abandonamos la reparación de la cometa. Mamá se asomó desde la cocina con una fuente de croquetas.
Autoridades militares confirman que decenas de platillos voladores están aterrizando en el Puerto de Navacerrada. Permanezcan atentos.
El inesperado timbrazo nos hizo dar un respingo. Sin escapatoria, papá se encontró entre sus brazos a una aterrorizada Doña Angustias que rezaba avemarías encadenadas. Con aquella bata guateada y los rulos no cabía imaginar un aspecto más marciano. Surcando las ondas, la Marcha de Granaderos preludiaba la conexión.
Les habla Fortunato García, corresponsal in situ. Un caos apocalíptico se ha apoderado de este idílico paraje. De las extrañas naves surge un ejército hostil de hombrecillos verdes. Nuestras gloriosas fuerzas armadas…
La aguafiestas se desplomó aferrada al transistor, que agonizaba en un crepitar de válvulas y bobinas. Fin de la diversión y una larga semana de espera hasta la siguiente entrega de La Derrota de Marte, nuestro serial favorito.
—Y no abriremos la puerta a nadie —dijo mamá.
Papá, riendo, me alborotó el pelo.
¡Qué bueno, Belén! Yo me había tragado lo de los marcianos en Navacerrada por más inverosímil que sonara… Lo que es el poder de la radio
Enhorabuena y suerte!!
Aunque no sea Orson Welles, me alegro de que lo hayas creído un poquito. Aunque nunca se sabe si la verdad está ahí fuera… Besos, Patricia. Gracias por la visita.
El programa tenía que ser bueno si Doña Angustias se lo ha creído sin dudarlo. Está claro que los medios de comunicación tienen gran poder para manipularnos si se lo proponen, también para entretener, como tú para hacer creíble este relato tan simpático. Habrá que tener cuidado cuando abramos la puerta, sobre todo a las vecinas con bata y rulos y aspecto marciano.
Un abrazo fuerte y suerte, Belén
Hola, Ángel. Quería reflejar una época en España donde la radio era la única fuente de información y entretenimiento, y la gente era más sencilla e inocentona. Un abrazo de vuelta y me alegro si te ha divertido.
Has mezclado la fantasía y lo cotidiano. El resultado una estampa fluida y con mucho humor. Nos has hecho sonreír
Enhorabuena Belén.
Gracias por esa sonrisa, María Jesús. Un poco de humor nunca viene mal, aunque sea marciano. Besos para ti.
Hola, Belén.
Con buen humor nos llevas de tu mano a conocer a los presuntos marcianos.
Olé tú, mi arma.
Un besazo y mucha suerte.
Olé, Towanda. Qué alegría volver a tenerte por aquí. Besazos para ti también.
Primero pensaba que querían engañar a todos los oyentes, pero parece que sólo enredan a los que no saben que es un serial, jeje.
(por cierto, serán buenos actores si le da un yuyu a alguien oyéndolo).
Y va y se carga la radio! -y no hay opción de descargarse el programa?? 😉
Un beso Belén.
Hola M. Carme. La idea que tenía con este relato era hacer una Guerra de los Mundos, pero a lo castizo. Y situarlo en una época en la que la radio era todo y la gente era más inocente. Nada de descarga, los pobres se tendrán que esperar toda una semana hasta el siguiente capítulo. Y reparar la radio, además. Besos y gracias por tu visita.
Ja,ja,ja, muy bueno, adorable contrincanta. Besos y suerte.
Gracias, brillante gotita. Me gusta leerte reír. Muchos besos.
Excelente relato con la cuota de humor justa.
Te diría que me gusta más que el mio que evocaba a aquella guerra de los mundos.
Un abrazo y suerte.
Graciss por tu comentario Moli y mi pequeño homenaje a la ciencia ficción radiofónica. Ahora mismo voy a buscsr tu relato y a disfrutar de él, me encants que hsysmos coincidido. Un abrazo y suerte para ti también.
Un ejemplo claro de lo que antaño representó la radio para la población. Nos tragábamos todo lo que salía a las ondas, sin poner en dudas si era, o no, verdad.
Me gustó. Suerte Belén.
Ton.
Sí, Ton, eso es justo lo que quería reflejar. Ese momento en el que sin Internet ni conexión, la gente era más inocente. Me alegro de que te gustara. Un abrszo.
Divertidísimo y totalmente made in spain. Creo que te vas a ganar in sitio en el libro entc 2016 y muy merecidamente.
Un besazo
Gracias Asun, por la confisnza y los buenos deseos, pero como siempre por aquí hay mucha competencis. Lo bueno es poder compsrtir con tsnta gente maravillosa. Un beso.
Belén, nos llevas con maestria por tu historia hasta finalmente aterrizar en tierra, como los marcianos. Suerte y saludos
Gracias Cslsmsnds. Nunca se ssbe si los marcianos están por ahí al acecho. Habrá que escuchar la radio. Un beso y suerte tsmbién.
Me has transportado, sin necesidad de platillos volantes, al tercero centro de la calle Villanubla. Y me ha encantado el viaje.
Un beso, Belén, y suerte.
Bienvenida a este visje interplanetario sin billete, Margarita. Me slegro de que te haya gustado. Besos y suerte.
Muy divertido y evocador relato. Si la historia hubiera ocurrido en estos días, yo creo que ni el propio Orson Welles hubiera sido capaz de impresionar a las gentes que hoy vemos tantas y tantas cosas que se salen del que fuera «orden establecido». Hoy papá diría: ¡Otra guerra más de los mundos! y Doña Angustias diría «Sí, otra más ¡Ay Señor, llévame pronto!
Muy bien Belén me alegra leerte. Un beso y suerte.
Tu comentario es todo un relato en sí mismo, amigo Isidro, y además muy acertado. Yo tsmbién me alegro de leerte y te msndo muchos besos.
Me encantó Belen genial, todo abrazos y suerte
Gracias, Manuel. Me alegro de que te haya gustado. Un beso!
Desde luego, querida amiga, cocodrilos a barullo. Así me tenías, enganchado a la radio. Un besazooooooooooo.
¡Hola, amigo Luis! Gracias por venir a visitarme por aquí y dejarte mordisquear por los cocodrilos. Besazos para ti también. A ver si te enganchas a ENTC.
Genial, Belén. Me encanta la atmósfera que has creado de un Madrid de los años cincuenta, la duda que me has creado si era la versión de la guerra de los mundos, versión española, o realidad. Y el aspecto marciano de la vecina es un toque genial.
Me ha encantado.
Un besote.
Hola, Pablo. Seguro que todos hemos tenido alguna vez una vecina con pinta marciana, yo a veces tengo unas pintas bien raras en casa. Me alegra mucho que hayas disfrutado. Besos para tí también.
Tienes un encanto escribiendo…además de hacerlo bien, que muy bien lo haces.
Felicidades!
Gracias por la visita y el comentario, Guillermo. Me alegro de que te haya gustado el relato. Un beso.
Belén, muy divertido el relato. Me ha gustado mucho, donde comienzas con esa invasión extraterrestre y terminas con el serial radiofónico. Si es que los medios de comunicación tienen mucho poder.
Un abrazo
Sí que es verdad, Blanca, y más en aquella época en la que la radio era la única distracción y fuente de información. Gracias por tu visita, que no es extraterrestre, y abrazos para ti también.
Y es que en tiempos en los que la radio era la ventana al mundo y los oyentes inocentes y confiadas personas, era fácil darles ovni por serie y realidad por ondas.
Otra muestra más de tu buen hacer con las letras. Tus historias tienen un toque mágico que hacen que te enganches a ellas y disfrutes de cada palabra, imagen e idea.
Un beso enorme tocaya mía.
Me ha encantado eso que dices de «dar ovni por serie y realidad por ondas», y tienes toda la razón. La pobre D.ª Angustias con sus rulos no estaba atenta y temió verse acechada por hombrecillos verdes –o quizás quería caer en brazos del vecino ;o)
Besos terrestres y extraterrestres, tocaya preciosa, y gracias por venir.
Me gusta esta Guerra de los Mundos castiza, con croquetas, avemarías, bata de guata y rulos. Besos y suerte.
Muchas gracias, Ana. No sé si queda alguna croquetilla o se la han llevado los marcianos, pero podemos rezar un avemaría si quieres. Besos y gracias por pasarte a comentar.
Simpática entrega del serial. Divertida escena has pintado. Así eran las tardes y noches en mi juventud. Suerte, Belén.
¿Con marcianos y vecinas en bata, Ximens? Pues me alegro si te ha divertido y has recordado tiempos felices. Besos y gracias por la visita.
¡Bravo, Belén! La guerra de los mundos cañí, con croquetas y señora con rulos incluidos.
Y encantador ese final, que es un anticlimax total.
¡Bravo otra vez!
Besos
Cuando los marcianos descubran las croquetas estamos perdidos, la invasión será inmediata. Besos, Carles, me alegra leerte por aquí.
Estupendo, Belén. Da gusto leerte. Vaya historia más simpática y cuántos detalles geniales. Me ha encantado sobre todo esa imagen del padre y la hija reparando la cometa. Qué buen personaje, por cierto, el de este padre, y que bien plasmada la vida de entonces, vecina incluida.
Enhorabuena y un abrazo.
Gracias, Enrique. Eran tiempos más sencillos, de radios, cometas y croquetas, no de móviles, drones y congelados. Me alegro de que te haya gustado con lo buenísimo escritor que eres. Muchos besos.
Jajaja, malvada… qué bien me has engañado. Qué personaje la vecina Angustias rezando avemarías encadenadas…
Un abrazo y suerte.
Jejeje, otra que ha picado y se ha creído la invasión extraterrestre. Gracias por tu visita y por el comentario, me alegro de que te haya gustado. Besos.
jajaja…¡que bueno! Me gusta que los marcianos empiecen la invasión terrestre por Navacerrada, las croquetas, la reparación de la cometa, el ambiente de …¡hasta la vecina! ¿seguro que es un serial?
Una invasión un poco cañí, Reve, pero es lo que hay, jeje. Yo espero que sí,y que sea un serial, si no los marcianos se comerán todas las croquetas. Muchos besos y gracias por la visita.
Pues me parece un gran relato. El tono, el vocabulario… como has trenzado esa gran mentira que nos hemos creído hasta el final… que en realidad no era tal. Me ha gustado mucho. Seguro que tus platillos volarán alto. Mucha suerte 🙂
Gracias, Maestro. Me alegro de que te haya gustado. Si supieras qué subidón me da tu comentario tan amable… Uf, me lanzan hasta Marte, por lo menos. Y sin platillo. Muchos besos y suerte para ti también.
Me ha encantado esa mezcla de escena cotidiana y comedia de enredo, con la vecina y sus rulos fastidiando el final de la radio novela. Por otro lado, el homenaje radiofónico a la guerra de los mundos (en Navacerrada) es glorioso. Dinamismo y sentido del humor.
Todo dicho Belén. Me encanta tu relato.
Felicidades y bue tiempo.