MAR25. SU SOLEDAD, de Ángeles Medina
– Esta noche lo terminaré, por fin descansaré.-Palabras que se repetía una y otra vez de regreso a casa.
Como un sagrado ritual, embutida en el pijama de los “días rosados,” acompañada de una copa de vermut rojo y la embriagadora pieza musical “Close Cover” de Wim Mertens.
Frente a ella, un mundo de fantasía y de sueños marinos, cada trozo de cartón tenía que encajar con otro.
Seis largos meses sosteniendo la mirada en aquella especie de adivinanza.
Con pasmosa tranquilidad engarzó la última pieza tras lo cual lanzó un alarido de súbita alegría, y exclamó ¡2084! Luego, sintió un leve escalofrío en su espalda, que la hizo girarse bruscamente…
Se acercó a la ventana, la abrió de par en par, alzó el vaso y brindó con la luna.
– Por ti Albert, por ti…- Musitó.
A la mañana siguiente, decidió comprar otro puzle, pero esta vez lo elegiría ella.
La banda sonora, magnífica, muy en la atmósfera que creas fantásticamente; acmompaña perfectamente la cadencia del retrasar el momento.
Y muy bien resuelto como acaba afrontando seguir adelante.
Muy bueno Angeles, me gustó mucho.
Un abrazo.
La clave está en seguir adelante… Gracias por tu generoso y amable comentario, me agrada saber que gusta.
Un abrazo 🙂
Así somos deseando de superar un reto, para empezar con otro.Me ha gustado.
Bss
Si…Katy superar retos y continuar caminando…
Gracias por letras amiga 🙂
Un abrazo
Es curioso que se use sobre todo como cifra el 2084 y menos como homenaje a la novel 1984. Pero como tierno, bonito y con intriga resuelta, el micro es estupendo. Suerte.
» 2084 » un número que da mucho juego…en este caso elegí la cifra de 2084 piezas de puzle. Muy amable tu comentario, gracias por leerlo y disfrutarlo.
Saludos 🙂
Buen relato en el que los sentidos ayudan a lograr los objetivos; impuestos y propios.
Suerte, María Rojas
Una reflexión muy positiva, me gusta. Agradecida quedo por sus letras, María
Saludos 🙂
Muy bonito Angeles como muestra la alegría por la labor terminada y la búsqueda de un nuevo reto.Gloria
Gracias Gloria, por leerlo y disfrutarlo. Saludos 🙂
Colocar esa última pieza se me antoja el final del duelo de la protagonista. Una pérdida, producida por una muerte o tal vez un abandono, a la que se da carpetazo. la vida continua y se nos ofrece con múltiples posibilidades. Un relato muy bien acompañado de varios fetiches, Wim Mertens, vermut (yo hubiera preferido un buen vino) y ese pijama de las noches epeciales. Rematado con un buen final. Enhorabuena y mucha suerte. Un abrazo.
Qué es sino la vida, sino a veces una especie de puzle… Agradecida quedo por su cálido comentario, Juancho. Un placer 🙂