MAR06. REENCUENTRO, de Nuria Casado Marco
Cada vez que oía hablar del numero 2084, un sudor frío me recorría la espalda. No era el matón al uso, no, era más bien de complexión pequeña, aunque de extremidades largas y desmadejadas, como añadidas a posteriori a aquel cuerpo enjuto, de rostro ratonil ;pero su mirada acerada y su pasado delictivo ,era más que suficiente para hacernos bajar la vista.
En la penitenciaría se hablaba de sus abusos y en el comedor se contaban anécdotas perversas, para los menos épicas, que mostraban a pie juntillas la catadura moral del individuo.
Un aciago día quiso la casualidad o el destino que nos juntaran en el grupo de talleres. Sentí que me agarraban por el hombro, para descubrir, a aquel personaje de mirada cínica tendiéndome su mano . Mientras manejábamos la canteadora y con una sonrisa siniestra, empezó a hablarme sobre la vida en su barrio (que era el mío ) y de su infancia, para terminar identificándose como “El Rata”, sí, aquél del que nos mofábamos al salir de clase, al que hacíamos toda suerte de perrerías y al que yo personalmente había apodado así.
Sólo era cuestión de tiempo y de eso teníamos de sobra.
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Ay que yu-yu hermanita. Mira que coincidir en la carcel con «el Rata». Que no te pase ná…
ja,ja hay mucho rata por ahí suelto, no hace falta ir a la carcel.Nuria
Un reencuentro no deseado, imagino, para cualquier maltratador; aunque sea infantil. Suerte y saludos.
«Arrieritos somos y en el camino nos vemos».
No le espera nada bueno al amigo del Rata. Muchas veces discriminamos personas o somos agresivos con ellas, para años después encontrarlos en situaciones donde se pueden cobrar todas las que les hicimos en la infancia o juventud.
Pero bueno, si le tiene que estar super agradecido!. Si no le hubiesen hecho mil perrerias no habría adquirido esa personalidad patibularia y no estaría en la cárcel y nunca se hubiesen encontrado para poder llevar a cabo su venganza, así que no se de qué se queja. Si le hubiesen tratado magníficamente no se hubiera espabilao y sería un pringao como el resto de los humanos.
Lanzando una lanza en favor de los pequeños monstruos que aterrorizan a sus compis de cole y barrio 🙂 Todo broma, of course.
Buen relato, Nuria. Imaginativo y original. 2084 presos en la misma penitenciaría? Menudo hacinamiento!!! Eso si que da miedo.
Toma rollo. Tengo que aprender a controlarme, antes de que me echéis por pelma!!
Agradezco tu comentario y el de todos, eres muy divertida. ¡ Cómo no va a haber tanto preso tal como está el patio!(y no me refiero al de la cárcel) jajaj. Nuria
Mejor no ensañarse con nadie aunque sea por puro instinto de supervivencia, que no se sabe luego con qué «ratas» nos va a enfrentar la vida. Por cierto, el hacinamiento en las prisiones no es tema de ciencia ficción, sino muy real. Un beso, Nuria.
Y tanto, Ana. En USA y Francia, si no me equivoco, y seguramente en algún otro país, las cárceles son de gestión privada. Motivo por el cual se condena sin ton ni son a muchos y muchísimos presos, porque al final no deja de ser un negocio que, lamentablemente, olvida el fin último de la prisión, la reinserción social. Notable es, sin embargo, el ejemplo holandés, dónde se busca la rehabilitación plena del reo y, por supuesto, se consigue, mediante una buenísima gestión de los recursos públicos. O así era hasta que empezó la crisis. A lo mejor ahora las cosas también han cambiado.
Suele ocurrir que menores que están desarrollando su identidad y son objeto de mofa o ridículo, de colocación de «etiquetas» y demás sutilezas que suele provocar el grupo, casi siempre sin maldad , desarrollen un comportamiento defensivo, generen situaciones difíciles en el proceso de adaptación social y tiendan a aislarse de ese grupo y buscar la aceptación en otros que generalmente suelen ser menos beneficiosos.
Tu «malote», querida Nuria, ha terminado donde su aciaga existencia le encaminaba, y no sabemos las razones que han llevado al otro protagonista a la misma situación, pero creo que un tipo que baja la vista ante un conocido que en otros tiempos era objeto de sus burlas tiene bien merecida una cinematográfica sodomización en las duchas, eso sí, siempre desde el cariño que conlleva el reencuentro. Interesante tu relato, que tengas suertecita.
Dylan Martínez.
Sí que da miedito el tipo, sí. Saludos.
Todos tranquilos que «el Rata», a pesar de la fama que se ha ganado, es buen chaval. Además tiene muy mala memoria y es posible que ni se acuerde de nuestro prota, aunque igual se lleva un par de collejas para que aprenda como funciona allí el cotarro.
Enhorabuena y mucha suerte Nuria, difícil situación. Un abrazo.
Para «el rata» la venganza es un plato que se sirve frío. Y da la sensación que se lo va a tomar con calma a fin de torturar más a su antiguo «amigo».
Un abrazo, Nuria.
La veradad de la escena puede estar entre el comentario de Juancho y el de Ginette, pero hasta no salir de dudas… «acongoja» un poco. Además el careto que te ha puesto JAMS en la cabecera del relato pone todo muy en Escena.
Me ha gustado y está muy bien escrito, a mi modo de ver.
Saludos, Nuria.
Aquí va a haber lío, porque sospecho por la «sonrisa siniestra» que le ha reconocido. Y con el final «teníamos tiempo de sobra» dejas abierta la caja de los truenos.
Un abrazo.
Me gusta la idea de que un algo, un número, como es el caso, se llegue a identificar con alguien y produzca tanto un sentimiento profundo. El final abierto, al estilo de cuento de terror, no hay nada que de más miedo que la propia imaginación me parece un acierto.