63. Campeones agroecológicos (María Rojas)
Marcial Terrero es campeón olímpico en la preservación de semillas. Las produce, recolecta y, con esmero, selecciona las mejores.
Lola, la Genésica, su compañera de faena, conocedora de la importancia de este deporte, tan viejo como la vida misma, las fecunda y, para beneficiar el espíritu olímpico, las propaga por los cinco continentes.
Nos traes, María, un muy condensado relato. Deduzco, con su lectura, que el gallardo Marcial y la joven y sensual Lola le dan mucho al asunto de la reproducción animal. Lo que no sé es si ella es una olímpica contumaz, una animosa voluntaria, una profesional del cariño remunerado, una viajera incansable…Ya nos contarás si tu pensabas en algo de eso, o no, al escribirlo. Enhorabuena y saludos.
Muy bien que lo interpretas Jesús. De la adecuada escogencia y la amorosa propagación de las semillas salen brotes olímpicos.
Un abrazo y gracias por tus palabras.
María, vaya objetivo que se ha marcado esta pareja olimpica. original y simpatica tu historia. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda por tus buenos comentarios para este micro.
Un abrazo marino.
Hola, María.
Texto condensado, como dice Jesús; como la leche condensada y es un texto que es la leche de original, como dice Calamanda (bueno, ella solo dice original). Esta pareja (solamente faltaría que se sintieran penetrados por el amor) defiende el olimpismo como nadie, ¿o no es un deporte la gimnasia del amor?, de hacerlo, vaya. Me gusta tu propuesta. Suerte y un gran verano. Besos.
Mucho me alegra que este mini te agrade. Claro que el amor está presente.
Un abrazo marino.
Tan antiguo como la reproducción de la vida (humana en este caso).
Curioso, el nombre de Genésica, también lo utilicé yo en ciencia ficción, donde se gestaba el primer ser humano íntegramente en una incubadora, primer paso para la deshumanización y producción en serie de la especie como mercancía. La directora del macabro laboratorio, así se llamaba.
Debe ser eso de que las tocayas «se tocan».
Me ha parecido soberbio, María, por lo explicito y aparentemente sencillo.
Toda la fortuna con el relato.
Besito virtual
Gracias, María Jesús.
Estos Olímpicos, de amor, selección y distribución son siempre victoriosos.
Abrazo veraiego
Hola, María.
Esta pareja son los padres del espíritu que debiera reinar en cualquier deporte y, extrapolando, en la vida misma.
Te has marcado un golazo con un micro poético. Me gusta mucho, María.
Un beso grandísimo.
Carteros genéticos que propagan a los cuatro vientos ese ADN olímpico, base donde, con esfuerzo y sacrificio, se esculpe la gloria. Muy bueno, María. Abrazos.