64. Los gonfoterios – María Rojas
La muchacha se acuerda de lo que le comentó el biólogo la noche anterior. «Los gonfoterios eran unos animales descomunales con un tracto digestivo enorme,... Leer más
04. Señalamiento (María Rojas)
Al toque de las campanas, alguien preguntó cuál de los dos era el muerto. Mi hermano se encogió de hombros dirigiendo los ojos hacia los... Leer más
70. Autopsia María Rojas
En su barriga fofa, atrincherados, unos versos, lamidos por los jugos gástricos, recitaban nocturnos al ritmo de su Smith & Wesson. Fue un poeta estreñido... Leer más
83. Sorpresas de la luz
Cuando la mañana ilumina a la abuela, le veo unos grotescos pelos brunos en la cumbamba. Ella me dice que son las babas del diablo... Leer más
87. Sala de muñecas (María Rojas)
Madame Alhelí se adentraba en la sala de las muñecas de porcelana. Ellas con los ojos rasgados, la piel nacarada y las boquitas casi violáceas... Leer más
79. Ritmo y control (María Rojas)
En Veracruz, en el puesto de mariscos, Marién abría las piernas. Su vulva jugosa se columpiaba al viento. El tendero del frente, iba marcando el... Leer más
105. Ejercicios para olvidar
Estaba empecinada en quererte. En que volvieras a vivir en nuestra casa colorada, asomada al Océano Pacífico. Quería que regresaras para amarnos, y a eso... Leer más
85. El navegante (María Rojas)
Indefenso a su suerte, y bramándole el alma, el mulato Candelario, navega aguas abajo. La espuma desborda su boca, el cuerpo se tambalea en blandura... Leer más
88 Volaban y volaban (María Rojas)
Cuando mi abuelo miraba el cielo veía ovnis. Le decían que era un viejo loco, que imaginaba majaderías. Él, confundido, renunciaba a la luz de... Leer más
90. Sones de infancia, música de acordeones (María Rojas)
Indefenso, a su suerte, y bramándole el alma siguió navegando aguas abajo. El cielo perdió el azul, la espuma desbordó su boca, el cuerpo se... Leer más