Monstruoscopio 41
Ilustrador: PERRACA
Escritores: SEPULTURA SIN RANURA y TUMBA ABIERTA HASTA EL AMANECER
SEPULTURA SIN RANURA: El engendro
Nació sin ojos, lengua, orejas ni nariz, y sus padres fueron quemados ese mismo día, por brujería. Él pudo sobrevivir gracias a los cuidados del Santo Oficio, bajo la tutela y vigilancia del Inquisidor General, que lo adoptó, y al que sirvió con abnegación y humildad toda su vida. Se le encomendaron las más diversas tareas, como limpiar, trabajar el huerto, ayudar en las ceremonias o levantar el cadalso, azuzar el fuego y preparar las sepulturas, lo que hacía a la perfección, a pesar de no poder ver, hablar, oír ni oler.
Un día, en un descuido mientras cargaba leña, se le escapó un pensamiento y fue condenado a morir en la hoguera en el solemne auto de fe que estaba preparando.
TUMBA ABIERTA HASTA EL AMANECER: El quinto: No matarás
Anselmo aprieta los dientes mientras cincela la lápida de su nieta, entre los murmullos de los paisanos. Las hijas de solteras no debieran enterrarse en camposanto.« ¡Qué mal lo hice con la chica!», se lamenta junto a la tumba de su esposa. «Debí cuidarla mejor, pero repararé el daño aunque mi alma crepite en los avernos».
Don Ángel está atendiendo el huerto parroquial. Se aproxima moqueando y le pide confesión. El cura le pregunta por sus ausencias a la liturgia de domingos. Anselmo responde que la Manuela anda algo malucha y que necesita el perdón porque va a infringir un mandamiento…
Lo encontraron balanceándose de un olmo, con una soga anudada al cuello.
La muchacha llora al hombre. El pueblo, a su párroco.
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Vaya dilema! uno me gusta y otro más.
Para SEPULTURA SIN RANURA: Nacer sin ojos, ni boca, ni orejas, ni nariz, y morir a causa de un pensamiento… Definitivamente, él no es el engendro, como quieren hacernos creer.
Para TUMBA ABIERTA HASTA EL AMANECER: La vuelta de tuerca que se da en los dos últimos renglones del mini resignifica el texto completo. Es un giro maestro, debo decir. Felicito al autor.