28. Los sueños de las mujeres olvidadas (María José Escudero)
Claribel
—No se preocupe, doñita. La dejo en buenas manos—susurra con acento afable mientras la hidrata con amor. Mi prima es rebuena y trabajadora—recalca. Ayer lo hablé con su hijo de usted. Ya reuní dinerito para comprarme una choza en el municipio. Es hora de regresar, chera. Tengo diez años de estar acá y dos hijos que crecieron sin mí.
Emelyn
Sus manos delgadas se cansaron de bordar miseria a la luz de las velas, toda ella se hartó de inclinar la espalda, de tener vacía la barriga y la fresquera. Allá quedó su hijo mayor: “Haga caso a su abuela, se lo ruego, y no se mezcle con los chicos malos de la cancha, no le vayan a embuchacar. Pero Kevin se viene conmigo, ¡eh! Kevin irá a la escuela, y se recibirá, y comerá todos los días… Voy a buscar oficio y, si Dios quiere y nos da salud, no regresamos”.
Pilar
—Mire, compa. Parece que la señora se emocionó.
Una lágrima resbala por el rostro arrugado de la anciana impedida. Aún no ha extraviado el recuerdo de aquel invierno que emigró con su marido a Dusseldorf para llenar de futuro una maleta de cartón.
Hola, María José.
No sé si eres de allende los mares o de aquí, el texto te habría supuesto en la última hipótesis un gran trabajo adicional; pero, en cualquier caso, tu trabajo es digno de ser destacado y enaltecido. Tres mujeres con sueños olvidados: la secuencia de tres es clave en literatura: es la que más agrada a nuestra estructura, a nuestra configuración mental. Me encanta tu propuesta y ese final que nos has brindado. Enhorabuena. Un beso.
Ah!, les valises en carton!
Buen relato, María José. Suerte.
Un abrazo.
Tres mujeres en tres circunstancias muy similares. Esperemos que los hijos por los que han dado parte de su vida y, seguramente, su salud las tengan siempre presentes y sepan corresponderlas. Suerte, María José, y un saludo.
Una estructura de lo más original, un lenguaje cuidado y un título que lo dice todo. Mujeres a quienes la necesidad ha puesto a prueba y han sabido responder como sólo ellas saben hacerlo: con sacrificio y valentía.
Un abrazo, María José. Suerte.
Poco puedo añadir al magnífico comentario de Ángel. Sólo decir: felicidades.
Un abrazo.
María José, la historia y la ambientacion son inmejorables. Suerte y saludos
Nos has presentado tres sueños a través de tres escenas en las que muestras un pedazo de la vida de esas mujeres. No sabemos cómo les fue, pero sí de la dureza y ruptura que supuso para ellas.
Buen relato, María José. Un saludo.
Para comprender bien como se siente alguien que pasa por una difícil situación, también debemos pasar por ella.
Me ha gustado mucho el relato, María José. Enhorabuena por tus merecidos éxitos.Suerte. Un beso.
Una historia coral con un denominador común: el olvido.
Sencillamente, me encantó, MARÍA JOSÉ.
Un beso grande,
Mariángeles
Me gusta mucho el relato. Tanta verdad y amor hay en las tres protagonistas.
Para ti un abrazote y si nada se tuerce viajaré desde la isla para verlos en Madrid.
Tres mujeres, tres sueños, tres maneras distintas de vivir la vida y una misma fuerza para vencer las adversidades.
Original manera de contarnos a través de voces diferentes un mismo sentimiento.
Fantástico María José.
Buen hacer por triplicado.