44. Arriba y abajo
En el caos de objetos apilados en el bazar subyace un orden que conoce bien. Como inquilino más veterano de la tienda, se jacta de haber ascendido en su jerarquía imaginaria de estantes hasta alcanzar el más próximo al techo, donde el polvo de escayola empieza a manchar su piel moteada. No le preocupa en absoluto. Se lo sacudirá en cuanto sus patas regresen a la comodidad de un tapete de ganchillo en la bandeja trasera de cualquier coche y su cuello cobre vida de nuevo, con ese balanceo que asentirá feliz a quienes le observen desde el exterior de la luneta.
Hasta entonces deberá esperar, inquieto por tantas novedades, plástico y zumbidos electrónicos, dedicado a la vigilancia paciente de su rival: el usurpador del espacio privilegiado tras el cristal de la puerta. Con sus colores chillones de purpurina sobre chapado rojo del barato y ese ridículo movimiento a pilas de una zarpa que no atrapa nada.
Qué bueno, Jero. Por medio de esos objetos o muñecos, no sé cómo llamarlos, nos has hecho visionar el paso del tiempo. Ese perro que movía la cabeza activada por un muelle, hace tiempo que no se ve en ningún coche, sin embargo la afluencia de comerciantes chinos puso de moda (de mal gusto) al gato de la suerte.
Suerte te deseo en este primer tema aunque no creo que te haga falta.
Muchas gracias Paloma. Quería hablar de como conviven los viejos y los nuevos tiempos en un espacio cotidiano. Un abrazo
😀 😀 😀 El perro y el gato. El primero, arrinconado por pasado de moda; el segundo, ocupando su ridículo espacio. Muy buena prosa y original enfoque.
Gracias Edita. Me parecía que este perro y este gato ven pasar el tiempo de maneras distintas con una perspectiva un poco corta. Gracias por el piropo de la buena prosa ?
Hola, Jerónimo.
Coincido con Edita, magnífica prosa la de tu texto. Sin adjetivos o apenas, que suelen caer en el tópico, en lo manido, con los que resulta muy difícil sorprender. Una prosa limpia, podada. Tersa. Y luego el perro y el gato bajo tu original punto de vista. Reducidos a muñecos, con su contraste, claro, pero tirando ambos a ridículos. Una alegoría, por lo demás, del paso del tiempo, del cualquiera tiempo pasado fue mejor o no tanto. Por todo ello, te felicito. Un abrazote.
A veces me pregunto si esta manera de escribir resulta demasiado simple, pero coincido contigo en que es mejor que los adjetivos tópicos . Intentaré mejorar. Muchas gracias por tu comentario un abrazo grande
Original tu relato Jerónimo, me ha gustado mucho, enhorabuena y suerte. Un saludo.
Me alegro mucho Cristóbal. He encontrado un perro del pasado y un gato de lo más actual y los he juntado. A ver qué pasa! Muchas gracias un abrazo
Los objetos no varían, somos los humanos que los manipulamos los que cambiamos, y no siempre para mejor. El entrañable can,que debería cabecear en la parte de atrás de un utilitario, ve cómo un extraño, con una estética que deja que desear, procedente de una cultura lejana, le usurpa el espacio que antes ocupaba, debido a no se sabe qué sentimiento global en las preferencias de esos extraños seres que han creado a los dos. Si hay que elegir, me quedo con el perrito.
Una propuesta muy original, Jero. Perro y gato enfrentados, testigos de gustos y tiempos cambiantes.
Un abrazo grande y suerte
Así es ángel,testigos de un mundo que cambia sin que se / nos demos cuenta. Gracias como siempre por tus sabios apuntes y enhorabuena por tus éxitos. Abrazo enorme
Genial desde el título. Has conseguido tejer un montón de hilos en el relato. Perros y gatos. Pasado y presente. Clase alta y clase baja. Enhorabuena, Jero, es un relato que dará que hablar (o maullar, o ladrar…)
Muchas gracias Belén! Me alegra mucho tu comentario. Me gustó el título arriba y abajo por toso lo que dices y el movimiento del garito que ya nos es tan familiar. Un beso
Con tu manera de contárnoslo, parece que tus personajes sufran realmente y no se limiten a ser simples entes mecánicos articulados. Además, nos muestras de forma clara esa lucha entre lo de siempre y la novedad (que, para su desgracia, pronto se quedará también obsoleta). A mí me ha gustado, Jero. Suerte y saludos.
Muxhas gracias Jesús. Desde luego el perro si que tiene sentimientos y quizá ignora su precaria situación. Del gato solo habla el… Quizá otro día tendrá que dar su versión de la historia. Un abrazo
Pues sí, te veo ganador. Y al perrito moviendo arriba y abajo la cabeza diciendo que sí también 🙂
En serio, es un relato diferente. La mayoría hasta ahora hemos escogido animales reales. Y tú le has dado una vuelta de tuerca muy original para contar el cambio de los tiempos.
Me quedo con esa frase final: ‘una zarpa que no atrapa nada’, que resume la idea de que no por ser más nuevo se es mejor.
Me ha encantado.
Enhorabuena Jero. Y Suerte ♣.
Me alegra mucho que te hayan gustado este perro y este gato diferentes. Gracias de nuevo. Un beso grande
Espero que a Esperanza Tirado no le moleste que suscriba, tal cual, su comentario del relato, Jero. Es que yo no podría decir nada mejor expresado… Lo dicho, suerte y enhorabuena.
Un abrazo.
Yo suscribo mi agradecimiento para ti Maria José! . Un beso
Jero, tu relato me ha traído recuerdos de otros tiempos. Me gusta cómo lo has estructurado: en esas dos partes en que presentas lo antiguo y lo nuevo. Como todo lo que se narra bien, me ha resultado muy visual.
El tema que has elegido para enlazarlo con la propuesta me parece de lo más original, lo que, bajo mi punto de vista, enriquece aún más tu relato.
Me lo apunto como favorito, al menos de los míos.
Ha sido un placer leerlo, y releerlo, aún más.
Enhorabuena por tan brillante texto y gracias por la oportunidad que he tenido de disfrutarlo.
Un fuerte abrazo.
Pablo eres muy amable con tus palabras. Me alegra que el perro y el gato os parezcan originales y que hayas releído el texto . Un gran abrazo
Agradable recordar a ese perrito que a todo decía que sí. Un relato original, y muy «animado» 😉
Un abrazo y suerte.
Gracias Rosy! De tanto decir que sí quizá perdió el norte ? un abrazo
Me has llevado muy atrás en el tiempo hasta un montón de buenos recuerdos. Creo que has logrado contrastar muy bien lo nuevo y lo antiguo con el escalón geneacional que has inventado. Suerte !!
Muchas gracias Juan Antonio por tu comentario. El paso del tiempo y como a veces no queremos darnos cuenta era algo importante que quería incluir. Un abraxo
Me ha encantado ese viaje en el tiempo para recuperar aquel entrañable perro que asentía en la bandeja de atrás de los 124, junto a una pegatina que aquí decía : «la mujer y la manzana tienen que ser asturianas», jaja. Muy imaginativo y muy bien contado, enhorabuena.
Muchas gracias Manuel.Al perrito del pasado se le ha echado encima el tiempo. Un abrazo fuerte
Pasado y presente se conjugan en un espacio de nostalgia. La edad y el tiempo arrinconan el protagonismo. Muy buena y original propuesta, Jerónimo. Abrazos y suerte.
Muchísimas gracias Salvador. La coexistencia de tiempos diferentes es lo que más habéis comentado del relato, me alegro mucho que os haya resultado sugerente. Un abrazo
Hola, Jero.
Guau, tu imaginación se ha ido por los derroteros del recuerdo. Aquellos perros sumisos que siempre decían que sí y esos tapetes de ganchillo… ¡Qué recuerdos tan de la niñez!
Y esos perros modernos de purpurina y rojo barato (me encanta especialmente ese color nuevo) que a zarpazos parecen jugar a piedra, papel y tijera.
En fin, que es un micro evocador de tiempos pasados para aquellos que tenemos ya una edad.
Me parece un acierto al idea que nos traes, por tanto te deseo mucha suerte.
Un abrazo enormísimo.
Muchas gracias por leerlo y por tu comentario tan amable y detenido. Me alegra que te haya gustado. Un beso grande
Jero, bien logrados esos paralelismos, entre pasado y presente, esas casi vidas a la que solo les falta respirar. Original y bien llevada esta historia. Suerte y saludos. Feliz 2017
Feliz año Calamanda! Muchas gracias por tu comentario.M e gusta mucho que me digas que mis pequeños amigos del bazar respiran. Desde luego se mueven. Un abrazo grande y mucha suerte
Original y buena idea de relato. La competencia está servida. A rey (perro) muerto, rey (gato) puesto pero con menos encanto y un movimiento un tanto ridículo.
Lo antiguo vale siempre se suele decir y en este caso lo que vale realmente es tu historia.
Un abrazo Jero.
Muchas gracias Belén por tu amable comentario tan cariñoso como siempre. Un beso enorme
Lo viejo y lo nuevo, el gato y el perro, arriba y abajo. Es más que una jerarquía de estantes lo que subyace: un viaje nostálgico y una reflexión sobre lo que dejamos abandonado en el camino.
Suerte y abrazos, Jero.
Muchas gracias Anna! Esa era la intención. Un gran abrazo