13. Dos ramitos (Jerónimo Hernández de Castro)
La chica de la guitarra me ha descubierto. Con frecuencia pasa cerca de la floristería camino del local donde ensaya. Era cuestión de tiempo. Me... Leer más
36. Eva (Jerónimo Hernández de Castro)
Los edificios inteligentes presentan una capacidad sin límites para retener el polvo. La responsable de limpieza y mantenimiento lo sabe bien y cuida con atención... Leer más
81. Vuelta al cole (Jerónimo Hernández de Castro)
Las botas le aprietan y pesan demasiado, e intenta no arrastrar los pies tal como le apremian todos los días. Ya no percibe el latido... Leer más
82. Entre las sábanas (Jerónimo Hernández de Castro)
La siento muy cerca de mí una vez más. Un tacto inconfundible roza mi piel y mis ojos entreabiertos adivinan su silueta, mientas el frufrú... Leer más
78. El secreto (Jerónimo Hernández de Castro)
Se aproxima la fecha de su aniversario. Aunque ya no puedan salir a celebrarlo, la anciana pareja se arreglará con esmero, para disfrutar de nuevo... Leer más
32. La rutina (Jerónimo Hernández de Castro)
Como cada jornada, el cálido amanecer naranja hizo visibles las almenas del castillo y el brillo de mármol de sus muros. Un giro repentino mostró... Leer más
100. Los gatos pardos (Jerónimo Hernández de Castro)
En la escuela era único aprendiendo cosas inútiles que aún hoy acuden a su mente de modo inesperado. Nunca olvida la voz trémula de un... Leer más
105. Mamón (Jerónimo Hernández de Castro)
La vida en Madrid le resulta más difícil de lo esperado. En casa, la tienda de moda familiar se fue a pique y su madre... Leer más
38. El tratamiento (Jerónimo Hernández de Castro)
La persiana está aún bajada y la habitación ya bulle como cada mañana. Un griterío de voces altisonantes, ahogadas y contradictorias resuena contra el techo... Leer más
96. A través de la ventanilla (Jerónimo Hernández de Castro)
De todos los rectángulos de cristal del convoy, tan solo uno tiene luz. Es improbable que puedan descubrirle en medio de la nieve, donde la... Leer más